Capítulo 123

Mientras ellas permanecían abrazadas la puerta del consultorio se abrió, la doctora Robles, apareció.

Daniela y Rosario, se soltaron para dirigirse a la psicóloga.

—¿Sucede algo? —les preguntó Aitana, al verlas hipeando.

—Doctora es difícil de explicar consideramos que es relevante que usted nos ayude —respondió Daniela, mientras la mujer mayor con lágrimas en los ojos se dirigió a la psicóloga.

—¿Cómo está? —averiguó Rosario, llorando descontrolada. La señora se veía ansiosa, nerviosa, desesperada.

—El doctor Duque, se encuentra tranquilo en este momento, ya que tuvo que ser sedado para que pudiera descansar, además que logré que lo separaran de la celda de castigo.

Aitana se acercó hasta el cajón de su escritorio en donde sacó una caja de pañuelos desechables y se los dio, para que limpiaran sus lágrimas.

—Doctora, se lo suplico déjeme v

Angellyna Merida

Yo estoy loca, o me da la impresión que esa psicóloga anda muy interesada en Carlos. Creo que debemos preguntarle a Xinova Escritora. ¿Por qué tantas atenciones?

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