Mientras sus acompañantes estaban pendientes de Natasha y del conjuro que ella realizaba, Yelena procuraba serenarse para no demostrar su inquietud.Si la bruja poseía una espada igual a la que usaba Alexey Kozlov y hacía conjuros similares a los de él, entonces, era posible que fuera su aliada y perteneciera a la misma agrupación rebelde en la que supuestamente estaba ese cazador/hechicero.En ese caso, ella también podría estar detrás de Drake. ¿Y si se trataba del misterioso Morobil?Su corazón latió con bríos cuando la bruja se aproximó a Drake para imponerle su protección.Los recuerdos del sufrimiento que él experimentó cuando Borya lo liberó de la maldición que Alexey le había transferido le abrumó la mente, llenándola de la misma rabia y el mismo miedo que la invadió en esa ocasión.Un fuego devorador se avivó en su interior cubriéndola con su furia. Su cuerpo se tensó, al igual que sus puños, y su visión comenzó a enrojecerse.Cuando la bruja estuvo a un paso de Drake, ella s
Vizhai era el último asentamiento habitado antes de comenzar a subir a la montaña.Un pequeño pueblo creado en lo que anteriormente había sido el primer campamento base instalado por los escaladores que se dirigían al pico Otorten, una montaña ubicada en el lado norte de la cordillera.Se teletrasportaron en las afueras del pueblo, en una construcción abandonada donde antes había estado un laboratorio de armas químicas militares.Ahora solo quedaba chatarras, maderas podridas y olvido. Sin embargo, el lugar era ideal para que un grupo de demonios se reuniera sin que los humanos sospecharan.Algunos de los que vivían en ese pueblo trabajaban para los demonios superiores. No podían confiar en nadie.Revisaron por última vez el plano de la laberíntica guarida. Según lo averiguado por Iván, con información obtenida por demonios y humanos que en alguna ocasión estuvieron en ese sitio, bajo la montaña Kholat Syakhl, o «Montaña de la muerte» según los Mansí, existía un túnel que serpentea en
La entrada al ala este de la guarida era una puerta pesada de hierro atornillada a la roca y medio cubierta por la nieve. El mecanismo de cerradura era antiguo, con cadenas y candados tan viejos y oxidados, que de seguro llevaban siglos en ese lugar.Como ya no había legiones de bestias creadas con humanos y los demonios podían entrar y salir con la teletrasportación, esas puertas permanecían siempre cerradas.Borya y Drake tuvieron que esforzarse por romper las cadenas y separar las hojas que por el desuso estaban casi selladas.Cuando al fin estuvieron abiertas, una ráfaga de aire putrefacto y caliente salió de su interior.—Maldición —se quejó Borya cubriéndose la nariz y la boca con la parte interior del codo—. Imagino que así olerá el infierno.Yelena miraba entre asombrada y aterrada el largo y sombreado pasillo que se extendía frente a ella, débilmente iluminado por unas piedras encendidas como carbones que se hallaban cada tanto.—Esos miserables monstruos decoraron este lugar
Aunque Iván había diseñado un mapa y estudiado la seguridad de la guarida con ayuda de testigos y de expertos, él debió suponer que un lugar tan importante como la sala de los tesoros tenía que poseer no una, sino varias capas de seguridad, como las que él utilizaba en su mansión.Los demonios no eran tan tontos como para dejar sus valiosas pertenencias sin la suficiente seguridad y teniendo a muchos humanos codiciosos trabajando cerca.—Y ahora, ¿qué hacemos? —exclamó Yelena.—Teletrasportarnos adentro —dijo evaluando el interior.Los láseres debían ser como hojillas. Si tocaba alguno, lo rebanaría como si ellos fuesen cuchillos de carnicero. Sería imposible pretender esquivarlos.Veía cubículos separados por cristales poblados de anaqueles llenos de objetos valiosos, pero al fondo se veía una bóveda redondeada sembrada en la pared, que poseía un sistema de cerradura similar al de la puerta.Allí debían estar los objetos de mayor importancia, como las gemas del destino, pero si usaba
Belial cerró los puños con furia y gruñó mostrando sus espantosos colmillos para luego abalanzarse sobre Drake. A Yelena se le enrojeció la mirada y rugió llena de ira, provocando otro atronador bramido en una sala contigua que inquietó a Belfergor.Por instinto, ella colocó las manos frente a Belial pretendiendo detenerlo. Del centro de sus palmas se produjo una explosión piroquinética que brotó una ráfaga de llamas que expulsó a Belial por los aires, estrellándolo contra un par de cubículos de cristal, haciéndolos pedazos.Todos los objetos valiosos guardados en los anaqueles se desparramaron en el suelo.Al tener a Belial lejos e inconsciente, se centró en Belfergor, pero este alzó las manos en señal de rendición.—No pienso lastimarte —aseguró sin dejar de observarla con sorpresa.—¡Aléjate de mí, deja de acosarme! —pidió ella con enfado.Afuera se gestaba una batalla. Iván había acudido con el resto de los demonios, quizás, alertados por Borya, y peleaban contra los humanos y los
—¡Belial despierta! —gritó Yuvan desde afuera, al ver que el demonio movía débilmente una mano como signo de que volvía en sí.En segundos, Drake colocó su mano en la frente de Yelena y la sacó de allí e Iván hizo lo mismo con Yuvan. El resto de los demonios inferiores los siguieron sin dudarlo.Drake apareció con la joven en la sala hexagonal de su mansión en Estonia y no en Ekaterimburgo, como habían acordado. Le importaba muy poco que Iván se enfadara por haber roto el acuerdo, dejando a Borya encargado de resolver esa situación.Su prioridad era Yelena, quien cayó en sus brazos rota en miles de pedazos apenas pusieron los pies en la casa.Ella aprovechó la soledad para llorar por la realidad que le habían revelado. Una verdad que la perturbó más que lo vivido durante toda su existencia, una respuesta que hubiese querido nunca haber escuchado.—¡Drake, dime que no es verdad, dime que no soy hija de ese demonio, por favor, dímelo! —rogaba abrazada a él, estremecida por la angustia q
—Los demonios superiores no tienen clemencia por nada ni por nadie, pero lo que hicieron con esa ángel es demasiado asqueroso. —Borya torció el cuello para relajar las vértebras—. Volviendo al tema de Belfergor, él también nombró a un cazador en la conversación con Yelena, pudiera ser alguien que trabajaba con ellos y tomó al bebé luego de nacer y lo escondió con una familia humana después de que su madre le impusiera el sello. Podría ser un hechicero o ayudante de los hechiceros.—Natasha había dicho que la protección de Yelena era muy fuerte. Tal vez fue esa mujer ángel quien se la impuso antes de que se la llevaran.—Ahora entendemos de donde proviene esa poderosa protección. Los sellos de los ángeles son tan fuertes que han impedido que Lucifer salga del infierno.Ambos se quedaron pensativos un instante, reflexionando sobre todo lo dicho.—¿Crees que ese cazador sea el mismo al que hemos estado buscando por años? ¿El que supuestamente puede eliminar los vínculos de las bestias co
Yelena no podía moverse de su asiento luego de escuchar todo lo relatado por Borya y por Drake, donde le explicaban sobre la naturaleza de su madre, lo sucedido en la guarida de Belial y lo acordado con Yuvan.Aunque evitaron los detalles escabrosos sobre el estado en el que habían conseguido a la mujer ángel para no alterar aún más sus nervios.—La idea de Yuvan me pareció correcta para alejar un poco la atención de Iván y la del resto de los demonios impuros de ti —confesó Borya.—Creemos que Yuvan pudiese tener otros motivos, pero lo mejor es enfocarnos en resolver un problema antes de enfrentar otro —aportó Drake, dando más peso a la decisión de su compañero aunque dejando en claro las oscuras intenciones del Mansí.—Tal vez, él se incluyó en la invasión a la guarida de Belial por ella —propuso Yelena. Ambos hombres la observaron con el ceño fruncido, evaluando su planteamiento.Ellos estaban de pie frente a la joven, por eso Yelena tuvo que subir la cabeza al dejar de perder su m