Los siguientes días fueron una montaña rusa emocional. Con ayuda de Khorne, Blaire practicó sus diferentes habilidades y casi que podía atacar sin caer drenada. Sabía que Alexander tenía mucho trabajo y ansiaba poder estar con él, pero al menos podía empezar revisando a los que habían incumplido los contratos con su padre, es decir, humanos que recibieron riquezas y se las arreglaron para no pagar.

Dragos estaba con ella, porque de los hermanos, era el menos intenso.

—¿Dragos?

—Dime, pequeña.

— ¿Cuál es la diferencia entre alguien que incumple y alguien que evade?

—Amelia tu madre incumplió, pidió algo valioso como un bebé y lo abandonó. Hay otros que piden ser millonarios para compartir con el mundo y acaban sin hacer eso. Los que evaden y esos son los que más me preocupan, son humanos que cuando están por acabar el periodo del contrato, se alían con vampiros para evitar entregarse a tu padre.

— ¿Qué pasa para un humano común, cuando muere?

—Las almas son como niños recién nacidos.