Mundo de ficçãoIniciar sessão
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Buscaban la primera sangre
Edric se sentía como una presencia completa, no podía creer que del todo, no hubiese sentido que andaba por ahí. Entró a ver a su compañera y sonrió con paz, no importaba si se acostumbraba o no a tener a esa otra mitad, dentro de su cabeza, tenerlo garantizaba que ella estaría segura y era lo único que importaba.El rostro de su mujer, de su Blaire mostraba paz y serenidad y en aquel momento eso era más valioso que cualquiera de sus posesiones. Al mirar como empezaba a moverse, se sentó a su lado. Ella era la luz de su corazón. —Hola, pequeña.—Me siento revitalizada, más fuerte y sé que vas a culparte, pero no lo hagas.—Fuiste herida por esa loca, me preocupé y lo seguiré haciendo, pero demonios, estoy realmente orgulloso.Blaire se le quedó mirando y sonrió al notar un brillo distinto en su compañero.—No solo tu energía es distinta, sino que tus ojos han cambiado.Blaire se puso de pie, salir al balcón parecía una buena idea, no le gustaba estar quieta y sin moverse.—Eres más p
Su lugar secreto
Mientras descansaba pensaba en lo que sucedía. Desde la ejecución de Leonor, ella se había vuelto una especie de celebridad—y no le gustaba mucho. Vampiros jóvenes llegaban en busca del ejecutor para conocer a su nueva compañera y aunque para él resultaba relativamente divertido, ella se estaba cansando. Porque no quería dar una imagen de criatura amistosa, no quería amigos, sino vivir de forma calma con los suyos. Así que cuando aquella mañana, encontró unas flores sobre la mesa su enfado se disipó un poco. No estaba molesta con los Dracul, sino con los que querían verla, como si fuese una especie de rara heroína mata infractores. Te amo.La nota no decía más y no tenía que hacerlo, porque esas dos sencillas palabras encerraban el mundo que había entre ambos. Unas horas después recibió la visita de Dragos, este la miraba con orgullo. —Tu compañero está yendo por los deudores, pero te digo que tu idea ha sido fenomenal.—Creo que hay que hacerlo así, porque si ponemos en una balanz
Una cita
Ambos hermanos trataron de transportarlos, pero no pudieron, algo estaba bloqueándolos, así que Blaire lo supo, ella debía llevarlos. Y por la mirada en el rostro de Dragos y Alexander, supo que sabían de sus intenciones.—Aún estás débil.—Alexander, lo importante es ponerla a salvo. No puedo quedarme sin hacer nada, es la compañera de mi hermano la que está en peligro.—De acuerdo—intervino Dragos—pero necesitan saber algo. Hace unas horas, descubrieron que esperan su primer bebé.— ¿El viaje no lo afectará?—No creo, pero por si acaso cuando lleguen quédense allá hasta que tú te sientas descansada. Piensa que, si sientes la mínima molestia o agotamiento, el bebé se puede sentir igual.Tomando una larga y lenta respiración, Blaire los sujetó a ambos y los llevó a casa de su hermano, pero estaba cansada y calculó mal, apareciendo en el jardín. Haciendo un nuevo esfuerzo y justo cuando les disparaban, los llevó a los tres dentro. La bala alcanzó a Blaire en el costado y cayó al suelo
Una traición que duele
Un rato después mientras caminaban por una playa, sospechosamente desierta, Blaire miraba a Alexander con amor, pero también de forma incómoda, necesitaba pedirle algo y aquello la tenía tensa. —¿A Amelia y su esposo, puedo visitarlos?— ¿Para qué?—Quiero ver qué tan mal la están pasando, ¿soy una mala persona por querer ver cómo sufren?—Ratoncilla de mi corazón, después de todo lo que te hicieron es comprensible.—Entonces no está mal en mí, que abrace esas sensaciones y quiera disfrutar de mirarlos.—Para nada, mi amor.Así que, en teoría, pensaba ella mientras el agua acariciaba sus pies, nadie podría lastimarla.—Te equivocas, mi ratoncilla.— ¿Hablé en voz alta?—Me has enviado tus pensamientos. —Sin siquiera saberlo.—Debes aprender a dominar tu mente para que no compartas lo que no quieras.—De acuerdo, puedo pedirle a Khorne que trabajemos en eso.—En cuanto a no ser herida, hay una sutil diferencia, ratoncilla. Tus emociones no van a desaparecer, ya sea dolor, o amor. Pue
¿Piedad?
A la mañana siguiente Vlad llegó a verlos. Estaba preocupado por lo sucedido con Blaire, su familia, le había causado muchos dolores y penas. Justina, Radu, ambos creyéndose con el derecho de herirla. Al llegar notó que la siempre explosiva ratoncilla, estaba cabizbaja y ni siquiera lo miraba.—Blaire, ¿charlarías conmigo por favor?—Claro.Avanzaron al jardín y Vlad se sentó con ella en una hermosa banca de madera, que asemejaba a la misma banca que Emi tenía con Korvoz en su casa.—Debo disculparme.—Vlad…—Espera y escúchame. Como cabeza de familia mi deber es enterarme de todo. Fallé con Justina y podría decirse que no fue mi culpa. Pero lo de Radu, debí saber lo que planeaba y mi error, hizo que tanto tú como mi hijo sufrieranVlad le contó la historia de Radu, ella comprendía todo, de verdad que sí, pero su resentimiento iba hacia no solo que la engañara, sino que esperara que su compañero irrespetara el vínculo de pareja y pasara por encima de sus deseos.—Puedo comprender que
Viales de sangre
Ese que pedía piedad, tenía en su mente recuerdos vívidos de cómo mató a uno de los vampiros del dispensario, así que sin mayor miramientos, lo decapitó. Los disturbios cesaron entonces, los policías empezaron con los arrestos y el gobernador de la ciudad, se acercó a él mirándose serio.—Señor Dracul, mis más sentidas disculpas. Tenemos la evidencia de que los dos decapitados, lideraron los ataques contra los suyos. Y ustedes ni siquiera se defendieron. Los vampiros trataron hasta sus últimos momentos, de que los mortales se detuvieran, intentando razonar con ellos. Nadie en la ciudad, tomará lo que ha hecho como algo personal y esperamos que esto siente un precedente.—Esperemos que así sea. Hemos estado sobre este mundo mucho antes que ustedes, hemos vivido en paz, no nos fuercen a tener que defendernos.Sin destinar más tiempo al gobernador, empezó a alejarse para buscar a su compañera. Esperó de todo menos una Blaire furiosa, pero gracias al cielo, casi intacta.Me duele, además
¡Una orgía!
Durante el desayuno a la mañana siguiente Blaire quiso saber un poco sobre el viaje que harían.—De acuerdo con los informes hay lobos aterrorizando a los humanos, como si estuviesen fuera de control.—Lobos sin control… eso sí es peligroso.—Blaire...El miedo de Alexander era fuerte, aquella misión podía acabar con ella herida. —Ratoncilla, vamos a enfrentarnos a los monstruos de las pesadillas de más de uno. Son fuertes, rápidos. Debes evitar sus garras.—Bien, siempre puedo irme.—-Comprendí que pedirte huir rompería tu alma. Somos compañeros y lo haremos juntos.Salieron a Puerto Rico poco después, al llegar fueron llevados ante el Alfa y su esposa, grandes amigos de los Dracul.—Bienvenidos Xander.—Lástima que sea bajo estas circunstancias, ella es mi pareja Blaire. —dijo Alexander mientras se estrechaban las manos.—Cuando le pedí ayuda a Dragos, no pensé que enviaría a su hermano y a la pareja de este. Quien es a la vez, hija de Lucifer. Me dijo que enviaba a sus mejores y
Enojo
Evidentemente, lo sucedido en casa de Emi y los monarcas, resultaba de lo más sorprendente. Sin embargo, quien veía más allá de lo risible del asunto era Korvoz.Él analizaba todo de manera más profunda. Y mientras pensaba en lo que realmente significaban todos aquellos incidentes, Blaire se alejó de los que estaban ahí y fue al baño. Kor decidió ir tras ella y al escucharla llorar supo que, en definitiva, reírse no tenía cabida en toda aquella situación porque para Blaire, aquello era serio. Estaba seguro de que lo último que quería, era seguir generando accidentes.No es que no fuese gracioso, pero Blaire lucía atormentada. Y no era algo para tomarse a la ligera, pues ella atraía los problemas en niveles tan amplios que quería poner atención, pues sucedía en niños pequeños que heredaban poderes de ambos padres en amplios niveles y debían ayudarla.Así que mi ratoncilla tiene demasiado poder.Eso mismo. Necesito pensar que haremos así que sigamos con todo normalmenteMientras estaban
Último capítulo