Alec la encontró sonriendo cuando llegó. Ella se refugió en sus brazos, y él sintió sus colmillos descender, pero no de buena manera. Dragos iba a atacarla por eso se alejó de Emily y se sentó lejos. Ante el sentimiento de rechazo que sintió Emi, Michael intervino deprisa, asumiendo que Alec actuaba para no morderla y vincularla. —Hablemos, Emily. Porque hay cosas importantes que debes saber y por lo que veo —añadió mirando a Alec —tú hombre necesita que sepas esto aprisa. Lo haré yo porque no creo que para él sea fácil. —Me asustas, Mike. —No temas, que nada malo va a pasar. —Pero es algo serio. —Lo es, pero confía en mí, ¿de acuerdo? Te amo como a una hermana, eres un ser lleno de bondad que creciste con una madre horrible y que, a pesar de eso, no perdiste ni tu amabilidad ni tu sencillez. Hay criaturas Emily, de esas de las novelas que amas leer. —Bromeas. —No lo hago. Todas ellas son reales y sé que te parecerá una locura, o que quizás pienses que alguna rara enfer
Emi tenía claro que quería ir a hablar con su suegro, porque no era posible que se rindiera tan fácilmente. Porque ahora que sabía que existía forma de que sobreviviera, no podía solo quedarse de brazos cruzados mientras su amigo sufría.De momento, necesitaba “deshacerse” de Michael y Alec, porque si debía ir ella misma hasta esa reserva Cherokee, lo haría y ellos, obviamente no estarían de acuerdo.Cuando salió del baño descubrió que la esperaban con un buen café. —Así que un vampiro… —Correcto mi pequeña. —Me dijiste que abdicaste el trono. —Mi padre es Vlad el que los humanos han visto en las novelas de fantasía, tengo tres hermanos más y he cedido el trono a mi gemelo, Korvoz. —¿Tienes un hermano gemelo? —Sí. No somos idénticos, al menos no vas a creerlo si nos miras por bastante tiempo, hay pequeñas diferencias que hacen que nunca pudiésemos bromear simulando ser el otro.—Hay tantas cosas que no sé de ti, de tú vida. ¿Qué edades tienen? —Papá y el tío Radu llevan
Alec guardó silencio unos minutos, ella necesitaba salir de esa especie de estado en el que estaba, Emi no era cauta ella simplemente parecía haber perdido sus emociones, iba como en automático lo que también era peligroso. —Debes descansar, no me hagas tomar el control de tú cuerpo y forzarte. —Acaba de amanecer.—Y te escuché toda la noche, no dormiste mucho.—¿Te puedes meter en mi mente? —Si, es algo normal entre los nuestros. —Pues no te quiero ahí, es mi sitio privado. —¿Por qué te enoja algo que es como hablar de la forma en que lo hacemos en voz alta? —No te he dado permiso, no seas necio. Es raro, no es común para los humanos… no en lo absoluto y por eso se siente como una intromisión. —Bien, pero si estoy lejos puede ser una forma de comunicarnos. —Para que eso suceda debería saber hacerlo. —Es fácil, cuando te hable, solo respóndeme sin hablar en voz alta, solo piensa en lo que quieres decirme. Te prometo que lo haremos solo si te sientes en peligro. —De
Alec sintió un fuerte tirón mental y tuvo que sujetarse de la pared, para no caer. Sabía que su tío estaba indagando, escuchando su conversación con Emily. Tío, sal de mi cabeza. Te lo advertí y lo mantengo, no vas a forzarla a nada que no quiera, ¿estamos claros? Totalmente. Sal de esa casa de inmediato, o me veré forzado a intervenir. Michael, que había sido un testigo silencioso se acercó a Alec y lo escoltó a la puerta. —¿Qué haces, lobo? —Creo que has dicho suficientes estupideces. Emi debe saber que, aunque ella sea tú compañera, no está obligada a aceptarte, ella puede simplemente rechazar la unión y ya está. —No… —Entonces trátala con respeto, no es un felpudo para que la estés majando. Un par de días después, Michael le informó que tenía que salir de la ciudad para realizar algunos negocios de su padre, así que se quedaría sola. No imaginó que tendría problemas hasta que, al salir del mercado, un hombre se acercó a ella y la arrojó al suelo. —Adoradora de
Una semana después fue a ver a su suegro, segura de que no necesitaba guardaespaldas, porque no era sencillo hacerse a la idea de todo lo que estaba pasando. Solo esperaba de verdad que nada sucediera, no estaba de ánimos para lidiar con regaños de Alec, aunque tendría razón para hacerlos, por supuesto que sí. Pero ella nunca lo reconocería. —Hola, mi niña. Me encanta que almorcemos juntos. —A mi también. ¿Sabe algo de Michael? —No, pero sé dónde está, ha llegado a Virginia y se reúne con los lobos de mi antigua manada. —¿Estará bien? —Eso espero, porque no hay forma de charlar con él hasta que salga de ahí. —Iré a Virginia a buscarlo. —Mi niña… —Michael puede estar en problemas. —Es peligroso, Moonwalker, quien quiere el poder de todos aquellos del clan, está allá y si nos acercamos puede matar a Michael. —No entiendo bien quien es este tipo. —Llamarlo así no es lo mejor, es una criatura poderosa, Emily. Éramos amigos, casi como hermanos y él siempre quiso tener
A pesar de que Michael había muerto, no fue capaz de abandonar la casa en la que vivieron juntos. Tenía a mano varias posibles opciones, pero ninguna de ellas era lo suficientemente buena.Y era triste, habían decorado cada rincón de aquella casa, tenían fotos en paseos que hicieron juntos y le dolía, porque no era justo que muriera, no cuando sus intenciones fueron las de ayudar a Joseph.¿Qué haría? Definitivamente no volvería con sus padres y no estaba lista para visitar agencias de bienes raíces. El estómago le dolía, pero no tenía energías para salir de la casa y aunque habían pasado dos días desde que comió algo más que unas galletas de avena, ir de compras era la última de sus prioridades.Y entonces recibió la visita de Korvoz, su corazón se desbordaba al verlo y cualquiera podía decir que aquello era incorrecto, pero no se sentía de esa forma. Además, su supuesto compañero no la había llamado siquiera para saber cómo se sentía.Y vaya sorpresa se llevó al ver llegar a Korvoz,
Al mismo tiempo, en casa de los padres de Emily las cosas no iban bien. Ellos discutían, cosa común después de la “boda” pues Jack, disfrutaba de recibir a Emi cuando lo visitaba pues la relación entre ambos no era del todo buena y trataba de arreglarla, pero Sofia no la quería cerca. Y Jack no entendía cómo era posible que, en el pasado, no solo pasara la mayoría de los desprecios por alto, sino que aquellos de los que era consciente, los permitió sin indagar realmente lo que sucedía. Había hecho mal tantas cosas con su hija que esperaba que la vida le permitiera vivir lo suficiente como para compensarla. —Nosotros vivimos de arrimados en la casa de nuestra hija. —Escúchame bien Jack, de mi casa no me saca nadie. —Es de Emily, los documentos legales así lo estipulan. —Entonces podemos comprar otra casa como esta. —No querida, mi fortuna viene de una herencia en vida de mí padre, así que de eso no tienes nada. En cuanto al dinero hecho en mis negocios, no he reportado todas
Korvoz se tambaleó y supo que se había excedido, aunque estaba casi recuperado, sufría de dolores de cabeza muy fuertes si se alteraba.¿Korvoz?¿Emi? ¿Cómo es que estás en mi mente?El tono de Korvoz fue fuerte, pero es que tenía mucho dolor, no era su intención herirla.Lo siento, no quise incomodarte.No es eso, pequeña. Tuve una situación muy dificil y me duele la cabeza. Aún no he acabado de recuperarme.Sentí tu dolor, no entiendo bien esto pero…No te disculpes, charlar contigo me da paz y se lleva el dolor.¿Estás ocupado?No, para nada.Quiero mostrarte un sitio, pero para llegar solo puede ser con ese método de whoosh.¿Whoosh?Korvoz se encontró sonriendo mientras trataba de adivinar a qué se refería. Y el dolor de cabeza—descubrió con sorpresa—ya no estaba.Ya sabes, eso de desaparecer y luego reaparecer.¿Y por qué ese sonido?Me pareció la onomatopeya perfecta para describir el sonido del viento.Pequeña, haces mis días realmente divertidos. Casi estoy en tu casa, ¿debo