Demonios, esto va a ponerse interesante.

Cuando Vlad llegó a casa fue preso de emociones ambivalentes. Por un lado estaba lleno de paz, el castillo era su sitio favorito en el mundo, pero por otro lado, se sentía lleno de ira, y detestaba contaminar su hogar, el hogar de su amada, con semejantes emociones. Eso sin dejar de lado que estaba preocupado debido a lo que tenía que discutir con Justina. Aquel era un asunto de vital importancia y aunque odiaba el daño que iba a hacerle, no podía simplemente callar.

—Cariño, me alegro de que Christie esté a salvo.

—A mí también, Justina.

Su esposa lo conocía bien, nada más verlo supo que algo iba mal.

—Dime lo que pasa.

—Tu siempre tan perspicaz, mi amor.

—Vlad…

—De acuerdo. Estuve observando a Gabriel, nuestro hijo…

Durante una hora, se mantuvo diciéndole todo sobre el menor del clan, sus aumentos de energía, sus habilidades. Y ella, la mujer de su corazón, lejos de sentirse emocionada, se mostró preocupada.

—Eso no es normal.

—Lo es, si consideras que es probable que en tu vientre,
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo