Una vez que Emily abandonó la sala del trono, Gabe emergió de entre las sombras y se acercó a sus hermanos. Porque para él, Amón era uno de ellos y ahora que veía qué tan mal estaban sintió pena.—Lamento verlos así.—No merecemos ningún tipo de lástima. Te fallamos, le fallamos a Emi, al abuelo, y no hay nada que justifique semejante barbaridad.—Ella los ama.—¿Eso nos da derecho a pisotear un amor como el nuestro? —empezó Korvoz— cuando Alec…—Eso es, Alec —dijo Amón— ya vas a cargar de nuevo con culpas que no te corresponden.—No importa si no lo hice yo, pero tengo el mismo puto rostro del que le hizo mucho daño y Emily, mi Emily es capaz de verme por quien soy y yo, en lugar de ser un compañero devoto a ella y a su corazón, he pasado por alto, durante meses, semejantes emociones. —Todos ustedes deben dejar ir lo que me ha sucedido.—Gabe.—Está bien, vean todo esto como una inmensa y consecutiva cantidad de descuido por parte de ustedes. Pero esta actitud de culpa me asfixia. E
El rostro de Margaret era de no creer. La mujer estaba totalmente roja, Christie tenía tiempo de no divertirse tanto. Aquello enojaba aún más a la odiosa tipa. En especial cuando Christie la miró a los ojos y sonrió de forma maliciosa. Divirtiéndose, siguió alentando los dobles sentidos. Jenkins no parecía comprender lo que pasaba.—Su esposo y yo estuvimos juntos cerca de media hora. Luego vine a preparar café, bebimos una taza y subimos un rato más. Me atrapó usted toda agitada y sudorosa pues venía del segundo piso. Cuando su esposo me dijo que quería ir al cuarto conmigo, nada me preparó para lo que vi. Pareciera que se ejercita mucho porque lo que es capaz de hacer es impresionante.La chismosa dejó la casa y Christie siguió actuando como si no entendiera nada.—Disculpa a mi mujer. Quizás olvidé que debíamos ir a hacer compras. —Gracias por venir. Si no le molesta quisiera descansar un rato. Discúlpeme con su mujer, aunque no sé por qué se veía tan molesta.—Descuida.Unos min
Sin poder evitarlo empezó a reír, aquella había sido una forma perfecta de espantar a Margaret y hacer que no regresara a la casa. Los meses seguían pasando, la perversa Margaret, luego de la fiesta se había propuesto echarla del pueblo, al parecer creía que era más peligrosa que la casa en sí —menuda cretina.Cuando llegó Halloween el pueblo mostró que ya la consideraban parte de la comunidad, prueba de eso fue que le preguntaron si iba a repartir dulces. Como era una casa que estaba lejos del pueblo, los niños subieron en coche con sus padres. Y aunque al inicio pensó que eran demasiados dulces, al acabar la noche los había repartido todos. El tiempo siguió avanzando, llegando así el día de su cumpleaños y como amaneció triste, recibir la visita de Gabe fue increíble.—Vamos, bonita, prepárate que iremos de paseo.—No entiendo.—Solo vamos, no puedo mostrarte a dónde iremos, por eso Morgana nos ayudará.—¿Por seguridad?—Sí, si te preguntan por mi o por mi hogar, no sabrás nada y n
¡Vieja chismosa y cuentera!, pensaba Christie. La gente murmuraba, todos le temían al nuevo visitante, razón de sobra para agradecerle al universo el haberla hecho bajar al pueblo. Además, lo único en lo que podía pensar era en el nombre que había escuchado, hablaban de un tal Luca, pero... ¿y si era él...? Lo mejor era no adelantarse y entrar de una vez por todas, aquella muchedumbre estaba aglomerada frente al portón de la alcaldía, así que se vio forzada a usar los codos para abrirse paso. — ¡No entres ahí, Christie!, es peligroso, ese bicho raro está reunido con mi esposo. —Buenos días, Margaret, siempre inmiscuyéndose en los asuntos ajenos, ¿verdad? Por lo que veo no puede vivir sin los chismes. — ¡Insolente!Elliot, uno de los ancianos del pueblo, miraba a Christie con admiración. Realmente le gustaba esa chiquilla. Como era bastante mayor casi no salía de casa, pero gracias a su amiga Margareth se enteraba de todo. Le hizo gracia ver a Christie inclinándose para oler a su
Christie entró entonces, recibiendo por parte de Luca una mirada fría y comprendió que así debía ser. Nadie podía saber que se conocían. —Así que... ¿a qué has venido, Christie? No es necesario mencionar la inmensa casualidad de tu visita. —Señor Jenkins, originalmente había venido a cancelar los impuestos, sin embargo, preferiría que se encargue de otra cosa. Su esposa cruzó la línea hoy, en mi rostro y cuello, están las pruebas. Si no quiere que tome acciones legales, póngala en su lugar… —Iré a buscarla y le exigiré una disculpa. —No sé si sea posible, ella ya no está cerca. Dudo incluso que siga en el pueblo. — ¿Qué quieres decir? —Mientras me atacaba cuál loca, Bruce llegó, la subió a un auto negro y se fue —mintió.El alcalde se puso pálido y abandonó la oficina aprisa. Ya sin él, Luca le dirigió una elocuente mirada. Christie parecía un pajarillo a punto de huir. Así que aisló el lugar para evitar que curiosos pudiesen escucharlos. Pero él se daría cuenta si Jenkins volv
Regresar a la casa había sido bueno, meditaba Christie un poco más tarde aquella noche y tras una cena sustanciosa, decidió que era momento de que hablaran para terminar con todo cuanto antes.—Tengo claro que eres el mismo Luca de aquella época, aunque es difícil imaginarlo. Pienso en años humanos, como mortal y por eso mi primer instinto es pensar que mientes. ¿Cómo estás tan seguro de que soy yo a quien buscas?—Cuando las primeras marcas en tu cuerpo aparecieron, llegué a ti, ambos tenemos una conexión que viene de otra vida y cuando fuiste herida, lo sentí.—¿Sentiste mis heridas?—Hace muchos años nos conocimos, bebí de tu sangre para establecer un vínculo y cuando sufriste dolor, fui alertado.—Entonces, dices que mi dolor debido al vínculo funcionó como un GPS, lo que suena extraño e ilógico.—Puedes verlo de esa forma, sí. Además, el ver a Gabe cuidándote, solo reafirmó que una humana común y corriente, no eras. Desde entonces te he seguido, cuidado y entrenado. Debía asegura
Luca parecía uno de esos boxeadores principiantes que están frente al campeón del mundo, y reciben golpe tras golpe, y no saben cómo alejarse. Christie, estaba lejos de lo que imaginó, no era sumisa, ni creía en sus palabras sí o sí. Y él, aunque no tenía duda alguna sobre que estaban unidos desde la vida anterior de Christie, por segundos, dudaba de sus propias intenciones, pues los razonamientos de ella eran certeros.—Estás en lo correcto, pero entrarías, quizás no vivirías pero la visitarías, eso no está en duda.—A veces, no pareces ni siquiera capaz de creerte tus propias palabras.—¿Qué te sucedió?—¿A mí?—Sí.—No entiendo tu pregunta.—Durante los años en que te cuidé, eras dulce y calma, no me discutías ni ponías en duda nada de lo que decía, incluso me hacías sentir que podríamos quedarnos juntos por siempre.—Malinterpretaste todo, Luca.—No lo hice.—Lo hiciste, recuerda que llegaste a mi vida ha pedido de Gabe, te tomé cariño porque me cuidabas, pero nunca nos vi de otra
Mientras descansaba un poco fue contactada por su compañero, lo que la llenó de júbilo, le gustaba escucharlo.Chrissie.¿Gabe? Pensé que debíamos vincularnos para poder escucharte.Estamos muy cerca, te necesitamos en el castillo, mi hermano Alexander está afuera de tu casa.¿Cuándo ha llegado?Permanece ahí, él le dirá a Luca que debes irte con él, descuida.Gracias.Luca no se veía feliz, en lo absoluto, con la llegada de Xander.—No entiendo a qué vienes.—Debes recordar, cazador, que Chrissie está aquí a modo de préstamo, a fuerza de ponerle nombre a la situación. Soy su familia ahora y no necesitamos pretextos para verla.—No pueden intervenir…—Gabe no se ha unido a ella como compañero aún, así que no alterará para nada el que pueda ayudarlos. Pero que sea la elegida no significa que no podemos verla y compartir con ella. Incluso estamos valorando que tanto tú como ella, se trasladen al castillo. Ahí estará más protegida.—No, ella debe quedarse en la casa, es necesario.—Estoy