Durante los siguientes dos meses, Kellen relevó a Alexander en sus labores, para que este se enfocara en entrenar a Blaire. Y los resultados saltaban a la vista. Y aunque Alexander se alegraba de verla tan bien preparada, no lograba que aceptara conocer al resto de su familia. Con sus hermanos se llevaba fenomenal, con Christie, Gael, Lucien y Emi, de manera increíble.

Pero a sus padres y a sus tíos aún no los conocía. Ella insistía en que lo haría cuando fuese lo suficientemente fuerte para enfrentarse a ellos y aunque asumió que hablaba de cómo quería ser percibida, los pensamientos de Blaire iban, por otro lado.

Mientras los ejecutores se preparaban para el esperado almuerzo familiar, los gemelos charlaban en el castillo. Sus padres vivían lejos y asistirían para ese evento específico, pero sabían que para la matriarca, era un almuerzo casi obligatorio, y no lograban entender la actitud de su madre. En cuanto a Radu e Ileana, con ella entrando en su segundo trimestre, la llevarían,