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Siento que dormí mil años.

Siento unos brazos rodearme desde atrás y por los tatuajes se de quien se trata está dibujando círculos en mi vientre, me desprerezo cuál gato y mi trasero roza su miembro, m****a, realmente es enorme y pensar que estuvo dentro de mi.

—Despierta bella durmiente — me dice con su voz profunda que me causa estremecimiento.

Una punzada en mi vientre hace que me queje y vuelva a enroyarme, diablos no.

— Hey ¿Que tienes?

Otra punzada y no puedo evitar quejarme. Me duele el vientre y eso solo significa que mi periodo está por Venir.

— Quiero ir a casa— digo

— Aún no tienes el alta médica.

— Me importa poco, solo quiero ir a casa. — me levanto y me dirijo al baño pero a mitad de camino siento un bajon y me detengo porque el dolor es insoportable, siento como el líquido carmesí baña mis piernas y mancha el piso de la habitación.

— ¡Carajo! Linda— me toma en sus brazos,  me lleva al baño y me deja bajo la ducha me quita la bata de hospital... Que por cierto no sé en qué momento me la coloque o mejor dicho me la colocaron .— voy a llamar a la doctora — lo detengo antes de que se valla y  le digo que no se preocupe que es normal, que es mi periodo y suele venirme así.

No muy convencido me deja que tome un baño y me visto lo más rápido posible, busco en mi cartera que una toalla y me la coloco, te go hemofilia adquirida es una trastorno poco común y pues tengo la mala suerte de tenerlo gracias a mis padres a causa de unos medicamentos que ingerir y me causaron intoxicación y como consecuencia desarrore hemofilia.

Ahora tengo cuidado de no herirme porque cuálquier herida puede ser un desastre mi sangre no coagula cómo la de una persona sin el trastorno así que sueño desangrarme fácilmente, y cuando viene mi periodo es horrible suelo sangrar más de lo normal, lo bueno que mi periodo es irregular y no suele venirme todos los meses pero cuando si, siento que muero lentamente.

Salgo del baño y me encuentro a Zack con el alta médica en mano y me escanea con la mirada como buscando algo malo en mi.

—¿Te sientes bien?

—Que si, solo no puedo hacer mucho esfuerzo y listo.

— Quiero que me digas algo.— toma mi mentón y busca mi mirads—¿Fui muy brusco contigo, te lastime?

Me sonrojo y desvío la mirada, me siento apenada, no puedo creer que no lo conozco y tuve sexo con el y es mi jefe por DIOS, es inaudito.

—Hey, no te avergüences te dije que eres mía y lo que hicimos es normal.

—No lo es, maldición hicimos un jodido trío.

— bueno puede que para otros no sea normal pero para nosotros si lo será, no te voy a dejar ir y no creo que mi hermano lo haga, y no te Vi ni sentí muy renuente a nosotros así que ¿A qué le temes?

A que le temo. Pues bueno a todo, no quiero que jueguen conmigo ni ser el juguete sexual de nadie, admito que me encanta el sexo pero no quiero que por eso se aprovechen de mi.

Un momento. Dijo que - para nosotros si lo será - osea que ¿lo volveremos a hacer?

Y sin más me besa sus labios son suaves y tienen un sabor exquisito no puedo evitar seguirle el beso.

— vamos a casa— me dice

Voy a tomar mi cartera y me la quita de mis manos y me da una sonrisa ladina, me guía  hacia la salida con su mano en la parte baja de mi espalda, admito que me incomoda un poco las miradas de las enfermeras cuando pasamos por su lado.

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