11

Sentía un poco de dolor de cabeza, cerro los ojos una vez más y salió de la cama, estaba un poco desorientada pero se sentía mejor llevaba dos días en casa de su jefe, realmente se había portado muy bien con ella.

Salió y fue al comedor y no lo encontró, así que fue a su estudio ya sabía dónde era pues el le había dicho que si necesitaba algo lo buscara ahí

No toco la puerta simplemente entró, y lo que vio la desconcertó un poco, el estaba durmiendo en un sofá, no tenía camisa puesta así que pudo ver su cuerpo cubierto de tatuajes, el cabello levemente revuelto o lo poco que pudo apreciar pues tenía un brazo tapando su ojos, tenía una pierna flexionada y la otra colgaba hacía el suelo, pero lo que llamo su atención era que estaba en boxer, sí realmente era todo un Adonis.

No, no podía pensar en el de esa forma era muy irrespetuoso de su parte.

Se acercó con pasos lentos hasta estar cerca de él y se inclino para llamarlo acariciando levemente su brazo tatuado.

Y solo su suave tacto hizo que se le erizara la piel, su toque era tan delicado.

Se sentó pasando la mano por su cara para espantar el sueño.

—¿Que paso, estás bien, necesitas algo?

—Si estoy bien realmente, solo quería saber cómo estabas y si necesitas ayuda en algo.

La miro con extrañeza ¿En serio le estaba preguntando eso? Si hace menos de dos días estaba realmente mal y lo sabía porque él la había escuchado quejarse.

—No te preocupes solo estoy un poco cansado, anoche estuve hablando hasta muy tarde con unos inversionistas y me quedé dormido ni cuenta me di que me había quitado la ropa, disculpa si te incómoda.

— De hecho no, estás en tu casa y tú cuerpo puedes hacer lo que quieras.

—Tambien es tu casa ya te lo dije.

—No lo es no insistas, y ven deberías de almorzar algo.

—¿Qué hora es?— ¿Almorzar, tanto había dormido?

—Son casi las dos de la tarde.

Frunció el ceño — Ya tu almorzaste ¿No?

—No recién me despierto también.

—Bien — se levantó del sofá y estiró los brazos bostezando — me daré un baño y almorzamos.

La castaña solo asistió levemente, y lo recorrió con la mirada, se sentía una pervertida pero, ¡caray! Realmente estaba como quería inconscientemente lamió sus labios, acción que no le fue imposible a Zack  apreciar.

Y valla que eso le había gustado y a una parte de su cuerpo también.

—Vamos porque si no me comeré el postre antes de tiempo.

—O.okey— le dijo calmando los nervios — crees que podríamos, no se...  ¿Comer afuera? No quisiera estar encerrada me siento inútil sin hacer algo.

—Esta bien linda lo que tú quieras, yo también quiero un poco de aire fresco.— dijo en medio de un bostezo, si, realmente estaba cansado.

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Luego de haber pedido y comido estaban en la terraza del restaurante contemplando la vista, era muy relajante, el clima era perfecto a esa hora de la tarde.

Extrañaba a Ethan, sentía que no estaba bien estar sin el, después de todo el había Sido muy bueno con ella y no podía negar que Zack también lo era.

— ¿En qué piensas linda?

— En Ethan, no sé nada de él en días.

— Tranquila el está bien, no tienes de que preocuparte.

— No es que este preocupada es solo que...

— Lo extrañas, eso es lógico.— le dijo viendola a los ojos, esa mirada penetrante que la ponía nerviosa, pero de una manera diferente.

— No se a que te refieres.

— Vamos, no me engañas, eres muy fácil de leer, se que te gusta mi hermano,as que un amigo, te gusta como hombre y para el no le eres indiferente sino no estuviera haciendo todo por tí. Y claro yo tampoco 5e soy indiferente.

—¿Que? Estás loco a penas si te conozco.

—¿Y eso que?  ¿Nunca has escuchado de amor a primera vista?

—Eso no existe.

—Aja, repitelo hasta que te lo creas.

— En fin,  dejemos de hablar de cosas que no vienen al caso. — y de verdad no quería hablar de sus sentimientos es ese momento sentía que tenían una revolución dentro de ella.— a ver, soy tu secretaria después de todo y lo que menos he echo es hacer mi trabajo, y sie do sincera necesito trabajar no me gusta ser la mantenida de nadie.

—Pues no necesitas hacerlo, supongo que Ethan te lo dijo ¿No?, Con nosotros no te faltará nada, nunca

—Si, y de igual forma le dije que quiero trabajar por eso ahora soy si secretaria.

La observó un momento como queriendo ver más allá de su alma.

—Bien, como quieras. Necesito que me ayudes con los informes que que no en casa todo tiene que estar digitalizado para poder hacer las gráficas, los inversionistas quieren que se le exponga dentro de una semana y la verdad no he tenido tiempo de decirle a la señorita mendez que los elabore .

—Bueno pues empecemos de una vez, soy muy buena en lo que hago.

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Llevaba toda la tarde leyendo y digitalizando unos informes que según Zack eran de su viaje al extranjero.

Ya casi había terminado solo con la nueva tecnología que manejaban era mucho más fácil hacer todo, solo escaneaba y la inteligencia artificial hacia lo suyo, ella solo tenía que corregir ciertas cosas y listo, solo faltaban las gráficas.

—¿Necesitas algo?

—¡Santa m****a!— dió un brinco en su lugar, pues la había asustado estaba muy concentrada en lo que hacia y no lo había escuchado entrar — Zack por dios avisa cuando estés cerca me dará un infarto si vuelves a hacer eso.

—Lo siento, no era mi intención asustarte, pero te veías realmente linda consentrada en lo que hacías.

—Y no podré estarlo si sigues asustando me de esa manera, Dios me dará un infarto si vuelves a hacer eso.

—Esta bien, está bien lo tendré en cuenta. ¿Y bien como vas con eso? Le dijo señalando  el montón de carpetas que tenía en la mesa.

— Pues bien de echo, solo faltan un par de carpetas más listo ya solo queda las gráficas.

— Bien eso lo podrás hacer mañana junto con la otra secretaria necesito que las dos estén presentes al momento de la presentación.

—Me parece bien— estaba recogiendo las carpetas que ya había utilizado y las guardaba en un archivero cerca de la ventana.

— ¿Te parece si vamos a casa de Ethan? Creo que estarías más tranquila ahí.

Se giró y lo miro con una enorme sonrisa.

—¿ En serio? ¡Ay!,  eso sería maravilloso— y  lo abrazo muy emocionada, de verdad quería verlo, le había falta.— Gracias, gracias.

El le correspondió el abrazo y hundió su cabeza en el hueco de su cuello, oliendo su aroma, eso le gustaba mucho, lo calmaba.

—Saldremos cuando estés lista.

—Bien, en un momento estaré lista.

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—Te esperaré en recepción.

—Esta bien solo será un momento.— Estaban en el estacionamiento, el castaño había recibido una llamada importante según él, tapando el teléfono con una mano. —Esta bien linda espérame ahí, no tardó — se acercó a la castaña y le dió un beso en los labios cosa que la dejo más que sorprendida. No era que no le llamaba la atención del chico pero le era extraño esas muestras de afecto de su parte, nunca quedaron en nada como para que él se tomará esas atribuciones.

Siguió con su llamada y ella no hiso más que salir del auto he ir a esperar a Zack en la recepción del lujoso edificio.

— Buenas noches... Alicia es tu nombre ¿Verdad?.

—Si, veo que no te basta estar con Ethan, también tenías que meterte con Zack, te advierto que el no es para ti, al igual que Ethan, solo se están divirtiendo contigo ¿No lo vez?

—Pues lo que veo es a una mujer desesperada por atención de un hombre y como ninguno te da la atención que quieres pues... Me molestas a mi.

—Puede ser igual te advierto que no vas a estar con ni guno de ellos, y ¿Sabes porque? Porque ellos son míos.

—Pues déjame decirte que ellos no son objetos ni propiedad de nadie.

Se levantó de su aciento y se acercó a la castaña con la rabia brotando de su interior ¿Cómo se atrevía a hablarle así? ¿Que no entendía que ella iba a ser la única mujer para ellos? No iba a dejar que ninguna mujer se le metiera por los ojos  a ellos.

—¿Quien te crees que eres para atreverte a hablarme así?

—Mira lo que menos qui...— la castaña estaba de espalda a ella así que cuando se giró para hablarle nuevamente lo que recibió fue una cachetada que le giro el rostro al momento tocándose la mejilla afectada—¿Pero que Diablos te pa...—no la dejo hablar ya que la tomo por el cabello, echando hacia atrás su cabeza violentamente.

—Te lo divierto estupida— siseo las palabras con amargura— tienes menos de veinticuatro horas para alejarte de ellos o si no.

— ¿O si no que Alicia?— una voz potente y gruesa resonó por todo el lugar espantando a la joven haciendo que soltará a la castaña, que por poco se cae si él no la hubiese sujetado.— ¿y entonces? Estoy esperando tu  astuta respuesta, porque no veo el motivo por el cual tengas que recurrír a la violencia y menos para herir a mi mujer.

No podía creer lo que había escuchado, le había dicho a esa loca que ¡ella era su mujer!.

Esto era insólito no le cabía en la cabeza como esa estúpida en poco tiempo había llamado la atención de ellos dos, y ella se había esporzado mucho la verdad, pero no iba a dejar eso así.

—Ella me golpeó primero yo solo me defendí, Zack, debes creerme, me conoces.

—¡No! Me tira yo no le he echo nada.—intento defenderse la castaña.

—A parte de oportunista manipuladora, tú empezaste todo esto, Zack debes creerme.

—Yo se como eres, Alicia, por eso te pido que te retires de mi edificio. No quiero volver a verte cerca y si lo haces, creeme que no seré tan condecendiente, mis hombres no lo serán y si tengo que internarte no dudaré en hacerlo.

Si, eso no se iba a quedar así nunca nadie la había humillado de esa manera y la causante de todo era ella.

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