Ya que lo conocí hace muchísimos años, pero recién nos besábamos.—Estoy saliendo con ella —comento Francisco, sorprendiendome.Se puso, enfrentando a Leonardo el mismo se rió divertido. —¿De verdad está saliendo con esta cosa..? —quiso saber.>—Tu estás borracho —comenté tomando a Leonardo de la mano y buscando con la vista mi hermana.Digo, su hermana. La misma, se encontraba en el mismo lugar pero otra pista. El sitio estaba separado por un puente, en donde podías ir subiendo a las demás pistas.Seguí tomando a Leonardo de la mano, y en ese momento sentí un leve cosquilleo en esa zona.Y al parecer el asintió también, porque me mira con sorpresa. No entendía porque me había separado de esa manera de ese chico, pero me sentí un poco avergonzada.De pronto la música cambió, todos empezaron a saltar. Sentía que me iban a avisar, todos comenzaron a aglomerarse alrededor de mi, y saltaban tan alto, qué algunos me dieron un par de codazos en mi costado.—¡Auch!Me incli
De pronto, me veo a mí misma en vuelta los brazos de alguien, no pude ver el rostro por la oscuridad.Mire hacia un costado, y pensé:¿Quién me habrá traído hasta aquí?No lo sabía y en ese momento no sabía si en algún instante podría llegar a saber quién fue. Suspiré, sin poder evitarlo, sintiéndome en parte torpe. Voy a llegar a entender, por qué motivo como me sentía de esta manera Pero cualquiera de las situaciones, me hacía sentir en parte confundida. Trago saliva seco sin saber muy bien que esperar.Lo único que quería era básicamente olvidarme de todas las situaciones. En ese pequeño instante como quería simplemente olvidarme de todo junto y al parecer era algo un poco más complicado que nunca.Al bajar las escaleras, pude sentir aún bastante dolor en la misma punta tomé la baranda con bastante cuidado hasta llegar hacia abajo.Al llegar a la cocina, mi hermana se encontraba con una sonrisa radiante, Y me sirvió el desayuno. —Buen día dormilona, son como las 10. —¿Tanto h
La historia comienza en el momento en que la novia pronuncia el esperado "Sí, acepto", deslumbrando a todos en el salón con su sonrisa radiante. Mientras tanto, su pareja la observa con ojos llenos de admiración y amor, sus propios ojos brillan con emoción al verla tan feliz. El momento culmina con el cura declarándolos marido y mujer, y sellan su unión con un beso apasionado.Sin embargo, en medio de la celebración, una tercera persona observa la escena con un corazón pesaroso. Esta persona, que narradora de la historia, está secretamente enamorada del recién casado desde hace años. Su nombre es Gisel, quien ha mantenido un amor secreto por este hombre misterioso, sin atreverse a revelar sus sentimientos.Gisel suspira con tristeza mientras observa la felicidad de la pareja recién casada. Se siente culpable por albergar estos sentimientos hacia el esposo de otra persona, pero no puede evitar sentirse abrumada por la situación. A pesar de sus esfuerzos por ocultar sus emociones, el he
—¿Cómo encontrarás a ese chico?Ana, miraba divertida a su compañera. Estaba, tomando un nuevo pedido.—¡Quiero más papas! —comentó un niño, Gisel llenó un poco más su reciente.—¿Prefieres atender niños caprichosos toda tu vida? —quiso saber, tenía una de sus manos: posando su cadera.—¡Oye! —protestó el niño desconocido.—Muchas gracias por venir a Lesig.Suspiró, en ese día habian ido muchos pequeños revoltosos junto con sus padres. Aquello, en parte le agotaba.Pero no le quedaba otra.Era eso, o vivir en la calle.—¿Estas de nuevo pensando, en el motivo por el cuál trabajas aquí?—Asi es, Ana.Muchas veces Gisel, se quedaba observando nada en particular, con su mano apoyada en su mejilla derecha.Otras veces, sus ojos quedaban perdidos, en él.En aquel muchacho, pulcro.De cabellos rojizos, y sus luceros azules.Era tan hermoso...Siempre se lo quedaba viendo,hasta En aquellos momentos , los cuales él no estaba junto se queda pensando en el, en cada instante , la imagen de ese mu
El hombre, la miro un poco de extrañado. Era una muchacha delgada, con un cabello extrañamente rebelde. Se notaba, el esmero por a,darlo hacia arriba , pero habían algunos mechones sueltos acariciando a su frente . él no pudo evitar , por algún motivo que el desconocía, mirar sus labios.Sus labios, eran muy rosas, y estaban entreabiertos. En ese momento los estaba mordiendo, soltando los poco a poco hasta que quedaron un poco hinchado por la acción anterior.Leonardo, por algún motivo que desconocía, cerro los ojos momentáneamente, intentando olvidarla.Demasiados problemas tenía, para prestarle atención a alguien, qué no sé peinaba.Miro con frustración, su teléfono. En ese día, tenía que ir a buscar a su pequeña hija de 4 años llamada Emma. Él se había divorciado hace 2 años, porque su esposa le había engañado. Lo peor , no había sido El engaño en sí, sino que vienes todos juntos desde que eran unos pequeños niños.—Aqui tiene su pedido ¿Necesita algo más? —Gi, se mordía los labios
Sabía, en ese día tenía que entrar bastantes alimentos al interior. En unas horas llegaría el camión de reparto, y en ese día no solo tenía que guardar mercadería sin parar, sino que también tenía que seguir atendiendo a la gente.Aquello le molestaba en gran manera, le hubiera gustado tener algún compañero masculino que la pudiese ayudar, sin embargo todas son mujeres.Tenía un poco de sueño, no había podido dormir de la emoción de haber sido atendida ayer por el ginecólogo.Además que soñaba, una y otra vez: con lo que podría llegar a ocurrir en la próxima cita médica.Ya este día, no había sido la excepción. Miraba por el rabillo del ojo , a través de la puerta en cada minuto que pasaba . con la esperanza, de poder ver a su amor platónico ingresar por aquella puerta enorme de cristal.Pero con el paso de las horas, aquella esperanzas comenzada difuminarse.A pesar de tener mucha ansiedad, por verlo, el sujeto no había hecho su aparición. Eso en parte le inquietaba y la entristece e
—¡Vete de aquí! —dijo enojado.—¿O que?, llamaras a tu papi.—Imbecil — el ojos grises, lo tomo del cuello y lo largo afuera.Todos nos quedamos de piedra, con ese acto. El idiota número dos, lo vio asustado. Es que daba miedo, las venas de su cuello se habían inflamado.Después que aquel sujeto, se fuera corriendo. Vino hacia mi y me habló:—¿Estás bien?—quiso saber.Nose porque motivo, me puse a llorar en su hombro , Magdalena.Pero olía tan bien incluso, me quedé un poco perdida en su colonia.Todos entraron adentro y me quedé sola junto con él.Se marchó dejándome más dudas que respuestas, aunque la buena noticia era que ya sabía , se llamaba.— ¿Estas bien Gi? — Mel quiso saber, apenas entré. Tambien mi jefe, estaba a su lado ambos con una mirada preocupada.—Si… solo fue un susto y mi bocota —dije con una sonrisa.— Ese tipo era un imbécil… se lo merecía — Nahuel contestó y añadió: — Si no te defendía el, hubiera ido yo, mi bella dama en apuro.Con Mel, nos miramos divertidas.D
—Eso lo hace una empresa de limpieza.—Claro, en cambio yo tengo que trabajar limpiando mesas que nunca serán mías.Abrí los ojos con sorpresa: dándome cuenta lo que dije.— Supongo que cada uno tiene un trabajo distinto se encoge de hombros.Empieza a tomar un aparatito que no entiendo muy bien para que es y lo miro aún más aterrada.En este día hacía calor. Así que había optado por ponerme un vestido largo, y al parecer era oportuno para esta ocasión.El chico que más me gustaba en el mundo; por el cual había suspirado durante años me iba a ver mi parte íntima, la cual había depilado rigurosamente gracias al consejo de Ana. Había estado todo el día anterior sufriendo una y otra vez, creo que ahora debe parecer un tomate con dos labios.El, sin una pizca de vergüenza empieza a preparar todo.—¿Puedes retirarte el vestido... por favor? —me pide permiso.Asiento y me lo levantó, bajo mi ropa íntima, y el empieza a proceder con todo.La verdad es que nunca me habían hecho esto.Bueno sí