LeonardoLa mañana siguiente, he preparado mi taza de café. Pude ver de reojo, Eli , a la cual se encontraba dormida en la cama. Después de levantarme, para poder desayunar, se quedó en el mismo sitio.Esa chica me ha gustado desde siempre, ni siquiera había podido creer el momento que me había dicho que sí. Fue un momento mágico.Para mi: es una buena persona. Eliana, es trabajadora social y le gustaba mucho ayudar a los niños. No solo eso: era una mujer extremadamente bella.No Pude evitar sacarle la vista de encima, por varios minutos. Hasta que finalmente decidí que era tiempo de despabilarme: no podía estar mirándole el culo todo el día.Es muy buena en la cama. Aunque sentía que algo faltaba entre los dos; no entendía muy bien que era. Cuando llegué a la isla de la cocina empezaba beber sorbos del café, mientras me comía una medialuna. Era delgado porque hace mucho ejercicio... pero comía mucho.Sabía que si no comería tanta comida chatarra: tendría un estado físico mejor. Me en
GiselleEs un poco extraño, no podía negarlo. Pude sentir su mirada sobre mí en todo momento. Pero en el preciso momento exacto, en el cual había pasado sus ojos sobre el. Me había mirado con unos ojos tan triste, eso me había estremecido.Aún no entendía ¿por qué motivo quería mirarme? una y otra vez cuando yo intentaba con todas mis fuerzas olvidarlo.Tal vez seguramente le ha llamado la atención de que yo no me hubiera acercado , cada día su lado, la verdad que no lo entendía. Tampoco sabía muy bien que hacer al respecto.Mi corazón se sintió en ese instante: bastante confuso y algo devastado.Había llorado por tanto tiempo: me lastimaba aunque sea una sola mirada. En este momento las confusiones, se volvían más inquietantes que antes. Era difícil reconocer que yo aún me sentía enamorada de él; sin embargo sabía las consecuencias que tenía ese amor.Estaba más que consiente: para el no era más que su hermanita.Una tierna y triste hermanita, que nunca tendría la oportunidad de esta
Habíamos pedido pizza: ya que no tenemos ganas de cocinar ninguna de las tres .s y le habíamos pedido de lugar en el que trabajamos.Así que... ¡Pizza gratis!—Me pregunto si nahuel vendrá —comentó algo aburrida Ana.—Seguro que sí —comentó Melisa algo nerviosa y no la entendí muy bien porque.<<¿Por qué de pronto está colorada?>>—¿Ustedes que piensan? —pregunté.—¿Respecto a qué? —quiso saber Melisa algo confundida.—Ustedes... ¿piensan que nahuel tendrá novia o no? —quise saber divertida y Ana me miro del mismo modo: , entendiendo lo que yo me estaba proponiendo.—Ya luego Nahuel es guapo, en algún momento va encontrar alguien , todas...—No lo sé y no me interesa —comentó hablando rápido Melisa.Con Ana: chocamos con disimulo los puños, intentamos poner celosa a Melisa. Al parecer lo estamos consiguiendo; no entendíamos muy bien que era lo que ocurría entre ellos. Empezamos a comer las pizzas, que habían llegado de forma rápida junto con una cerveza.Nos queremos empezar que poner
—Sí acepto.La novia, tenía la sonrisa más resplandeciente, en todo el salón. Su pareja, la miraba con aire soñador esos ojos brillaron el momento que ella, no pudo evitar sonreír enormemente.—Yo también acepto —comentó y finalmente el cura que estaba enfrente de los dos, los nombró marido y mujer.Ambos se besaron, después de dichas palabras y en ese preciso momento fue cuando mi corazón se quebró.Suspiré y bajé la mirada, sintiéndome en parte culpable.Estaba enamorada del esposo, que recién se había casado durante tantos años.Ahora verlo feliz junto con mi hermana me hacía doler el corazón. Voy a bajar la mirada sin mirarlos, cuando pasaron felices tomados de la mano junto con mi hermana.Ambas no éramos parecidas para nada: ella tenía el pelo castaño y los ojos marrones oscuros; mientras que yo tenía el cabello dorado con los ojos colores color avellana.Todos decían que yo era más bonita que mi hermana. Pero de igual forma le había elegido a ella. Unos días después, me encont
"Hermana me gusta tu esposo". Me sentiria una traidora, lo peor de todo es que ella intentaba ayudarme. Voy a sentir las ruedas deslizarse a través del movimiento, hacia calor por eso teníamos prendido el aire acondicionado punta las ventanas estaban cerradas, y con los vidrios poralizados nadie podría vernos de adentro. Después de algunos minutos finalmente llegamos a una gran casa, nosotros siempre habíamos sido muy pobres, y Emma había tenido la suerte de encontrarse con este chico, el cual yo siempre había añorado. Suspiré, mientras bajaba pude arrastrar mi maleta detrás de mi.Un poco confundida de las estaciones qué experimentaba. En este instante, me sentía como en el frío invierno.Pero, a pesar de todo me sentía un poco vacía. No podía llegar a entender, en qué momento todavía cambiado de esa manera. —Estas muy pensativa ¿estás bien?—E-estoy... solamente miraba por la puerta y me pongo a pensar en que las cosas a veces pueden, llegar un poco más el más difíciles ¿no te
Uno muy bueno.Se dio la vuelta, y sus ojos no observó a todos con curiosidad, el resplandor azul, viejo por cada rincón del salón. Hasta que se tropezó con mis ojos tristes de color avellana punta trago saliva seco como y bajo la mirada. Por algún motivo, encontrarme con sus ojos como había hecho que mi corazón latiera con frenesí.Me muerdo los labios, intentando no parecer tan nerviosa ante alguien que apenas conozco.Ahí fue la primera vez que lo había visto. Suspiré, sintiéndome perdida en ese momento, recordando por qué motivo el se había vuelto importante para mí desde ese instante. Me enteré que mi hermana también lo tenía de profesor, y al parecer habían tenido una relación o algo por el estilo, porque terminaron casándose. Ni siquiera ya me lo había esperado. Recuerdo cuando me llegó una semana antes la invitación, mi corazón se quebró en mil pedazos porque ella no me había mencionado nada. Me sentí molesta en ese momento, no tuve ni siquiera la opción y la oportunidad de
Tomé un vestido a la sal, el cual era corto me estaba lleno de brillos. Me bañé, y salí vestida para ir directamente a la fiesta que habíamos acordado con mis amigas.Mis pasos revoloteaban por todo el salón, y había llegado a la planta baja hasta que finalmente, casi me tropiezo de nuevo con alguien.—¿Ya te vas..? —Quiere saber una voz masculina y al levantar la vista me encuentro con el; con Leonardo.—Y-yo me estoy marchando. Me iré a una fiesta con mis amigas. No sé porqué explique eso.>—Entonces cuídate —dijo simplemente y apoyó su mano en mi hombro para después marchar. Senti el calor de su palma durante unos breves segundos, y mis mejillas se pusieron rojas.Ignorando el sentimiento, y salí hacia el exterior. En cuanto lo hice, las puertas me parecieron bastante pesadas. Por así decirlo.En ese momento, lo único que quería era básicamente huir.Darme cuenta de que todo básicamente podía llegar a ser siempre un error, cualquiera de las
El, siempre había sido el chico guapo que todas las chicas querían estar con el. Pero por algún motivo que nadie entendía, el siempre había estado solo. Por ese motivo, me había animado y estaba en parte con el corazón quebrado en dos. —¿Por qué como después de tantos años, bailas conmigo..?— me preguntó sorprendiéndome.Me gire y toda la valentía que tenía en ese momento, se desapareció.>>, respondió algo dentro de mi cabeza.— No lo sé, simplemente quise —respondo a su oído ya que no se podía escuchar nada.—Pues... qué bueno que lo hicieras —murmuró y yo lo miré con una sonrisa tímida. Para mí sorpresa, me besó. Senti sus labios en mi boca, y en ese momento abro los ojos sorprendida. No esperaba, que el hermano más deseado de mis amigas como me estuviera besando.Estaba correspondiendo al intento torpe de seducción que estaba teniendo. Sabía que mi bailes sensual, parecía más bien: Qué es una abeja me había picado y estuviera huyendo.Pero me