Tomé un vestido a la sal, el cual era corto me estaba lleno de brillos. Me bañé, y salí vestida para ir directamente a la fiesta que habíamos acordado con mis amigas.Mis pasos revoloteaban por todo el salón, y había llegado a la planta baja hasta que finalmente, casi me tropiezo de nuevo con alguien.—¿Ya te vas..? —Quiere saber una voz masculina y al levantar la vista me encuentro con el; con Leonardo.—Y-yo me estoy marchando. Me iré a una fiesta con mis amigas. No sé porqué explique eso.>—Entonces cuídate —dijo simplemente y apoyó su mano en mi hombro para después marchar. Senti el calor de su palma durante unos breves segundos, y mis mejillas se pusieron rojas.Ignorando el sentimiento, y salí hacia el exterior. En cuanto lo hice, las puertas me parecieron bastante pesadas. Por así decirlo.En ese momento, lo único que quería era básicamente huir.Darme cuenta de que todo básicamente podía llegar a ser siempre un error, cualquiera de las
El, siempre había sido el chico guapo que todas las chicas querían estar con el. Pero por algún motivo que nadie entendía, el siempre había estado solo. Por ese motivo, me había animado y estaba en parte con el corazón quebrado en dos. —¿Por qué como después de tantos años, bailas conmigo..?— me preguntó sorprendiéndome.Me gire y toda la valentía que tenía en ese momento, se desapareció.>>, respondió algo dentro de mi cabeza.— No lo sé, simplemente quise —respondo a su oído ya que no se podía escuchar nada.—Pues... qué bueno que lo hicieras —murmuró y yo lo miré con una sonrisa tímida. Para mí sorpresa, me besó. Senti sus labios en mi boca, y en ese momento abro los ojos sorprendida. No esperaba, que el hermano más deseado de mis amigas como me estuviera besando.Estaba correspondiendo al intento torpe de seducción que estaba teniendo. Sabía que mi bailes sensual, parecía más bien: Qué es una abeja me había picado y estuviera huyendo.Pero me
Ya que lo conocí hace muchísimos años, pero recién nos besábamos.—Estoy saliendo con ella —comento Francisco, sorprendiendome.Se puso, enfrentando a Leonardo el mismo se rió divertido. —¿De verdad está saliendo con esta cosa..? —quiso saber.>—Tu estás borracho —comenté tomando a Leonardo de la mano y buscando con la vista mi hermana.Digo, su hermana. La misma, se encontraba en el mismo lugar pero otra pista. El sitio estaba separado por un puente, en donde podías ir subiendo a las demás pistas.Seguí tomando a Leonardo de la mano, y en ese momento sentí un leve cosquilleo en esa zona.Y al parecer el asintió también, porque me mira con sorpresa. No entendía porque me había separado de esa manera de ese chico, pero me sentí un poco avergonzada.De pronto la música cambió, todos empezaron a saltar. Sentía que me iban a avisar, todos comenzaron a aglomerarse alrededor de mi, y saltaban tan alto, qué algunos me dieron un par de codazos en mi costado.—¡Auch!Me incli
De pronto, me veo a mí misma en vuelta los brazos de alguien, no pude ver el rostro por la oscuridad.Mire hacia un costado, y pensé:¿Quién me habrá traído hasta aquí?No lo sabía y en ese momento no sabía si en algún instante podría llegar a saber quién fue. Suspiré, sin poder evitarlo, sintiéndome en parte torpe. Voy a llegar a entender, por qué motivo como me sentía de esta manera Pero cualquiera de las situaciones, me hacía sentir en parte confundida. Trago saliva seco sin saber muy bien que esperar.Lo único que quería era básicamente olvidarme de todas las situaciones. En ese pequeño instante como quería simplemente olvidarme de todo junto y al parecer era algo un poco más complicado que nunca.Al bajar las escaleras, pude sentir aún bastante dolor en la misma punta tomé la baranda con bastante cuidado hasta llegar hacia abajo.Al llegar a la cocina, mi hermana se encontraba con una sonrisa radiante, Y me sirvió el desayuno. —Buen día dormilona, son como las 10. —¿Tanto h
La historia comienza en el momento en que la novia pronuncia el esperado "Sí, acepto", deslumbrando a todos en el salón con su sonrisa radiante. Mientras tanto, su pareja la observa con ojos llenos de admiración y amor, sus propios ojos brillan con emoción al verla tan feliz. El momento culmina con el cura declarándolos marido y mujer, y sellan su unión con un beso apasionado.Sin embargo, en medio de la celebración, una tercera persona observa la escena con un corazón pesaroso. Esta persona, que narradora de la historia, está secretamente enamorada del recién casado desde hace años. Su nombre es Gisel, quien ha mantenido un amor secreto por este hombre misterioso, sin atreverse a revelar sus sentimientos.Gisel suspira con tristeza mientras observa la felicidad de la pareja recién casada. Se siente culpable por albergar estos sentimientos hacia el esposo de otra persona, pero no puede evitar sentirse abrumada por la situación. A pesar de sus esfuerzos por ocultar sus emociones, el he
—¿Cómo encontrarás a ese chico?Ana, miraba divertida a su compañera. Estaba, tomando un nuevo pedido.—¡Quiero más papas! —comentó un niño, Gisel llenó un poco más su reciente.—¿Prefieres atender niños caprichosos toda tu vida? —quiso saber, tenía una de sus manos: posando su cadera.—¡Oye! —protestó el niño desconocido.—Muchas gracias por venir a Lesig.Suspiró, en ese día habian ido muchos pequeños revoltosos junto con sus padres. Aquello, en parte le agotaba.Pero no le quedaba otra.Era eso, o vivir en la calle.—¿Estas de nuevo pensando, en el motivo por el cuál trabajas aquí?—Asi es, Ana.Muchas veces Gisel, se quedaba observando nada en particular, con su mano apoyada en su mejilla derecha.Otras veces, sus ojos quedaban perdidos, en él.En aquel muchacho, pulcro.De cabellos rojizos, y sus luceros azules.Era tan hermoso...Siempre se lo quedaba viendo,hasta En aquellos momentos , los cuales él no estaba junto se queda pensando en el, en cada instante , la imagen de ese mu
El hombre, la miro un poco de extrañado. Era una muchacha delgada, con un cabello extrañamente rebelde. Se notaba, el esmero por a,darlo hacia arriba , pero habían algunos mechones sueltos acariciando a su frente . él no pudo evitar , por algún motivo que el desconocía, mirar sus labios.Sus labios, eran muy rosas, y estaban entreabiertos. En ese momento los estaba mordiendo, soltando los poco a poco hasta que quedaron un poco hinchado por la acción anterior.Leonardo, por algún motivo que desconocía, cerro los ojos momentáneamente, intentando olvidarla.Demasiados problemas tenía, para prestarle atención a alguien, qué no sé peinaba.Miro con frustración, su teléfono. En ese día, tenía que ir a buscar a su pequeña hija de 4 años llamada Emma. Él se había divorciado hace 2 años, porque su esposa le había engañado. Lo peor , no había sido El engaño en sí, sino que vienes todos juntos desde que eran unos pequeños niños.—Aqui tiene su pedido ¿Necesita algo más? —Gi, se mordía los labios
Sabía, en ese día tenía que entrar bastantes alimentos al interior. En unas horas llegaría el camión de reparto, y en ese día no solo tenía que guardar mercadería sin parar, sino que también tenía que seguir atendiendo a la gente.Aquello le molestaba en gran manera, le hubiera gustado tener algún compañero masculino que la pudiese ayudar, sin embargo todas son mujeres.Tenía un poco de sueño, no había podido dormir de la emoción de haber sido atendida ayer por el ginecólogo.Además que soñaba, una y otra vez: con lo que podría llegar a ocurrir en la próxima cita médica.Ya este día, no había sido la excepción. Miraba por el rabillo del ojo , a través de la puerta en cada minuto que pasaba . con la esperanza, de poder ver a su amor platónico ingresar por aquella puerta enorme de cristal.Pero con el paso de las horas, aquella esperanzas comenzada difuminarse.A pesar de tener mucha ansiedad, por verlo, el sujeto no había hecho su aparición. Eso en parte le inquietaba y la entristece e