—De nada, te a,de todo lo que tenía que a,dar, y ahora vas a poder caminar mejor. Aunque te sugiero que haga reposo y te untes esta crema que te voy a entregar.Ella asiente, en cuanto le da todo ya se encuentran caminando hacia el exterior. No puede evitar mirar de reojo a Leonardo, después de haberse tirado tantos gases. Ahora le daba profunda vergüenza tener que hablar con el.—¿Estás bien? —Quiere saber el mismo.—Estoy perfecta, ahora no me duele tanto el pie.—Me alegra saber eso, la verdad es que me siento bien de que... estés bien.Ella siente, aunque de igual forma su corazón empezó a latir un poco más deprisa.—¿Me puedes llevar al bar? —quiere saber ella.—Pero... tienes que descansar.—Lo sé, pero aunque sea puedo atender la caja —se encogió de hombros.El no muy convencido de la respuesta de su nueva amiga: de igual forma se subieron el vehículo y la llevó.El lugar queda un poco más cerca que es su casa, en menos de 5 minutos había llegado. Leonardo, le abrió la puerta ,
Lo había amado en silencio por tanto tiempo, que decirle las cosas sería muy difícil.—Usted piensa que lo mejor sea: ¿ir y hablarle de mis sentimientos? —quiso saber ella.—No lo sé, eso es algo que lo tiene que saber tu misma. Sí es lo mejor para que lo puedas olvidar y cerrar esa etapa, pues hazlo; al contrario si lo haces para tener la leve esperanza de que él te diga que él también siente lo mismo, mejor guárdate tus sentimientos. No solamente sufrirás por no ser correspondida, sino por sentirte un poco humillada.El resto de la tarde, Gisel se quedó perdida en esas palabras de parte de Juan , una y otra vez volvía mismo momento pensando en decirle o no lo que sentía. Sus ideas mágicamente cambiaron el instante que Leonardo apareció con una bella chica de la mano.La misma de la foto.Sus ojos enseguida se llenaron de lágrimas, pero las disimulo quitando las con un pañuelo que tenía en su bolsillo izquierdo.La pareja, se encaminó hacia la barra y puso su mejor sonrisa.—¡Hola! t
LeonardoLa mañana siguiente, he preparado mi taza de café. Pude ver de reojo, Eli , a la cual se encontraba dormida en la cama. Después de levantarme, para poder desayunar, se quedó en el mismo sitio.Esa chica me ha gustado desde siempre, ni siquiera había podido creer el momento que me había dicho que sí. Fue un momento mágico.Para mi: es una buena persona. Eliana, es trabajadora social y le gustaba mucho ayudar a los niños. No solo eso: era una mujer extremadamente bella.No Pude evitar sacarle la vista de encima, por varios minutos. Hasta que finalmente decidí que era tiempo de despabilarme: no podía estar mirándole el culo todo el día.Es muy buena en la cama. Aunque sentía que algo faltaba entre los dos; no entendía muy bien que era. Cuando llegué a la isla de la cocina empezaba beber sorbos del café, mientras me comía una medialuna. Era delgado porque hace mucho ejercicio... pero comía mucho.Sabía que si no comería tanta comida chatarra: tendría un estado físico mejor. Me en
GiselleEs un poco extraño, no podía negarlo. Pude sentir su mirada sobre mí en todo momento. Pero en el preciso momento exacto, en el cual había pasado sus ojos sobre el. Me había mirado con unos ojos tan triste, eso me había estremecido.Aún no entendía ¿por qué motivo quería mirarme? una y otra vez cuando yo intentaba con todas mis fuerzas olvidarlo.Tal vez seguramente le ha llamado la atención de que yo no me hubiera acercado , cada día su lado, la verdad que no lo entendía. Tampoco sabía muy bien que hacer al respecto.Mi corazón se sintió en ese instante: bastante confuso y algo devastado.Había llorado por tanto tiempo: me lastimaba aunque sea una sola mirada. En este momento las confusiones, se volvían más inquietantes que antes. Era difícil reconocer que yo aún me sentía enamorada de él; sin embargo sabía las consecuencias que tenía ese amor.Estaba más que consiente: para el no era más que su hermanita.Una tierna y triste hermanita, que nunca tendría la oportunidad de esta
Habíamos pedido pizza: ya que no tenemos ganas de cocinar ninguna de las tres .s y le habíamos pedido de lugar en el que trabajamos.Así que... ¡Pizza gratis!—Me pregunto si nahuel vendrá —comentó algo aburrida Ana.—Seguro que sí —comentó Melisa algo nerviosa y no la entendí muy bien porque.<<¿Por qué de pronto está colorada?>>—¿Ustedes que piensan? —pregunté.—¿Respecto a qué? —quiso saber Melisa algo confundida.—Ustedes... ¿piensan que nahuel tendrá novia o no? —quise saber divertida y Ana me miro del mismo modo: , entendiendo lo que yo me estaba proponiendo.—Ya luego Nahuel es guapo, en algún momento va encontrar alguien , todas...—No lo sé y no me interesa —comentó hablando rápido Melisa.Con Ana: chocamos con disimulo los puños, intentamos poner celosa a Melisa. Al parecer lo estamos consiguiendo; no entendíamos muy bien que era lo que ocurría entre ellos. Empezamos a comer las pizzas, que habían llegado de forma rápida junto con una cerveza.Nos queremos empezar que poner
—Sí acepto.La novia, tenía la sonrisa más resplandeciente, en todo el salón. Su pareja, la miraba con aire soñador esos ojos brillaron el momento que ella, no pudo evitar sonreír enormemente.—Yo también acepto —comentó y finalmente el cura que estaba enfrente de los dos, los nombró marido y mujer.Ambos se besaron, después de dichas palabras y en ese preciso momento fue cuando mi corazón se quebró.Suspiré y bajé la mirada, sintiéndome en parte culpable.Estaba enamorada del esposo, que recién se había casado durante tantos años.Ahora verlo feliz junto con mi hermana me hacía doler el corazón. Voy a bajar la mirada sin mirarlos, cuando pasaron felices tomados de la mano junto con mi hermana.Ambas no éramos parecidas para nada: ella tenía el pelo castaño y los ojos marrones oscuros; mientras que yo tenía el cabello dorado con los ojos colores color avellana.Todos decían que yo era más bonita que mi hermana. Pero de igual forma le había elegido a ella. Unos días después, me encont
"Hermana me gusta tu esposo". Me sentiria una traidora, lo peor de todo es que ella intentaba ayudarme. Voy a sentir las ruedas deslizarse a través del movimiento, hacia calor por eso teníamos prendido el aire acondicionado punta las ventanas estaban cerradas, y con los vidrios poralizados nadie podría vernos de adentro. Después de algunos minutos finalmente llegamos a una gran casa, nosotros siempre habíamos sido muy pobres, y Emma había tenido la suerte de encontrarse con este chico, el cual yo siempre había añorado. Suspiré, mientras bajaba pude arrastrar mi maleta detrás de mi.Un poco confundida de las estaciones qué experimentaba. En este instante, me sentía como en el frío invierno.Pero, a pesar de todo me sentía un poco vacía. No podía llegar a entender, en qué momento todavía cambiado de esa manera. —Estas muy pensativa ¿estás bien?—E-estoy... solamente miraba por la puerta y me pongo a pensar en que las cosas a veces pueden, llegar un poco más el más difíciles ¿no te
Uno muy bueno.Se dio la vuelta, y sus ojos no observó a todos con curiosidad, el resplandor azul, viejo por cada rincón del salón. Hasta que se tropezó con mis ojos tristes de color avellana punta trago saliva seco como y bajo la mirada. Por algún motivo, encontrarme con sus ojos como había hecho que mi corazón latiera con frenesí.Me muerdo los labios, intentando no parecer tan nerviosa ante alguien que apenas conozco.Ahí fue la primera vez que lo había visto. Suspiré, sintiéndome perdida en ese momento, recordando por qué motivo el se había vuelto importante para mí desde ese instante. Me enteré que mi hermana también lo tenía de profesor, y al parecer habían tenido una relación o algo por el estilo, porque terminaron casándose. Ni siquiera ya me lo había esperado. Recuerdo cuando me llegó una semana antes la invitación, mi corazón se quebró en mil pedazos porque ella no me había mencionado nada. Me sentí molesta en ese momento, no tuve ni siquiera la opción y la oportunidad de