El resto del hospital siguió trabajando en sus respectivos casos, Amanda Sandoval quién era la novia de Óscar. Una especialista en traumatología que se estaba haciendo cargo de atender a la mayor cantidad posible de los pacientes.
—¡Doctora Sandoval por aquí hay un paciente con una fractura en el fémur, venga por favor!—Uno de los doctores aprendices solicitaba la ayuda de esta experta en el caso. —Ok vamos.—Le respondió pero antes de irse se dirigió a una enfermera.—Por favor lleva a este paciente a la sala B, necesitaremos del equipo para detener la hemorragia. —Sí doctora, inmediatamente. El herido era un hombre de aproximadamente 33 años que tenía una lesión en la parte baja del abdomen. El sangrado era fluido y no se detenía, una herida como esa necesitaba atención inmediata para detener el sangrado. El equipo del hospital estaba calificado para atender algo así, no era necesaria la intervención de una especialista. Amanda siguió el camino junto al médico aprendiz por el pasillo hasta llegar a una camilla donde tenían a un paciente acostado. Era un hombre de 55 años que no dejaba de quejarse por el intenso dolor que sentía. —Es él, doctora. Aquí tenemos un cuadro donde el paciente carece de fortaleza en los huesos, el impacto lo recibió directamente en las piernas al caerse porque venía parado, un par de personas más cayeron arriba de él provocando algunas fracturas, entre ellas la más grave en esta zona.—Señaló con su mano la parte de arriba de las piernas.—La de fémur, es más grave la del lado derecho que la izquierda. —Muy bien doctor y ¿Cuál va ser el procedimiento que usted seguirá? —No estoy muy seguro, si de mí dependiera atendería directamente la fractura fijando su pierna.—Le respondió muy nervioso.—Le daría medicamento para calmar el dolor y comenzaría a revisar el resto del cuerpo para descartar algún otro tipo de daño. —Eso está bien, asumiendo que su paciente no le haya dicho nada.—Se acercó y comenzó a interactuar con el señor que seguía quejándose del dolor. —Buenas tardes soy Amanda y yo le ayudaré a sanarse.—Se dirigió a él con un tono amable pero fuerte.—Necesito que se tranquilice lo más que pueda y me ayude diciéndome que es lo que siente y en dónde. El aprendiz se quedó mirando las acciones de la experta tomando en consideración que le había faltado la comunicación con el paciente, dentro de la escuela le habían enseñado que las personas afectadas son las que más te pueden ayudar al brindarte la información, así llegaría más rápido al problema. Presionó los puños con un poco de coraje por no haber hecho lo correcto y que sus deseos de impresionarla habían sido en vano. —Me duele mi espalda, me duelen mis piernas, no puedo moverlas.—Había mucho dolor en su rostro y en su voz.—Si lo intento siento que algo se rompe dentro. —No se preocupe, por ahora lo que voy hacer es darle un calmante ¿Está bien? —¡Por favor ayúdeme, mi familia me espera en la casa!—Suplicaba el señor muy preocupado por la situación. —No tenga pendiente señor, en cuanto lo hayamos estabilizado una persona tomará sus datos y así podemos avisar a su familia.—Le sonrió amablemente.—En lo único que debe preocuparse es en recuperarse. Amanda se dió la vuelta para dirigirse al aprendiz. —Doctor por favor administre analgésicos al paciente.—Le pidió con tono acelerado.—Una vez que lo haga haremos una intervención al paciente para fijar los huesos que se fracturaron. El médico aprendiz corrió a una habitación cercana y de ahí sacó una jeringa donde puso el analgésico. Sin perder más tiempo salió de nueva cuenta para mirar al paciente e inyectarle la medicina que calmaría su dolor. Este proceso llevaría unos pocos momentos en surtir efecto así que ambos esperaron ahí. —Cuando el efecto esté listo llevará al paciente para que le hagan una placa y poder observar con totalidad su esqueleto. —Si me permite, podemos adelantarnos a manipular su cuerpo para detectar alguna otra fractura.—Le respondió aún intentando generar buenas ideas y poder impresionarla. —¿Usted cree que sea buena idea manipular a este hombre en el estado que se encuentra?—Lo miró directamente a los ojos para cuestionarlo.—Si tocamos algún punto sin conocer la situación de los huesos podríamos provocar un daño mayor a estos.—Usó un tono de regaño.—Es una persona ya mayor que tiene desgaste muy severo, además de provocar dolor se corre el riesgo de originar que se rompa aún más una parte. Tenemos la tecnología en estos tiempos, no veo el por qué no usarla. —Tiene razón y disculpa mi torpeza, no todos tenemos la gran habilidad médica con la que tú naciste.—Ahora se la jugaba en dar halagos verbales. De una u otra forma tenía que dar a notar el interés que sentía por ella, aunque eso saltaba a la escena solo con ver cómo la miraba. —Doctor Carbajal, estamos trabajando en varios casos de emergencia, no es un buen momento para distraerse en otras cosas.—Ella se mantuvo al margen no solo por sentir desprecio hacia su actitud de conquistarla si no porque era una profesional en verdad. —Lo siento mucho pero yo no creo que no haya un momento en que no se pueda halagar a una mujer tan excepcional como usted.—Continuaba mientras se acercaba rompiendo la distancia personal de ella.—En ocasiones me gustaría ser yo el enfermo para que me pusieras la atención que le pones a ellos, te centras, te importan, lo que daría por tener tu mirada cerca y tus manos revisándome. —¡Basta!, si vuelves a decir una tontería más como esa te prometo que te reportaré como acoso y estarás fuera del hospital en ese momento. Había terminado su paciencia y no le quedaba de otra más que ser así de dura. —Pues si me van a correr que sea con provecho.—El médico Carbajal la tomó desprevenida de la cintura lo que bastó para darle un beso en la boca aunque ella se resistía.—Ahora si con eso me doy por bien servido. Amanda se molestó muchísimo por haber sido forzada en ese beso. Cuando la soltó, inmediatamente le dió una cachetada que provocó un ruido muy fuerte y dejó su piel muy roja. Esta acción no era común en ella lo que demostró lo muy molesta que estaba por eso.—¿Qué te pasa?, eres un cobarde y un idiota. ¿Cómo es posible que estés pensando en hacer esas cosas cuando hay tantos heridos? —Es tu culpa, sin importar el qué o la situación en lo único que puedo concentrarme es en tus besos y en que quiero estar contigo, eres una distracción total para mí. —Pues pide tu cambio de sección, de hospital o trabajo, pero a mí no me estés fastidiando con tus cosas absurdas.—Comenzó a caminar para salir de ahí inmediatamente.—En cuanto termine mi trabajo iré inmediatamente a hablar con el director y haré que te corran ¿Oíste? El doctor Carbajal se arrepintió un poco de sus acciones pero no dijo nada más, simplemente la observó irse mientras en su mente analizaba las cosas.El hospital seguía siendo un lugar con mucho movimiento que requería la atención de todo el personal que había disponible. Contaba con muchos especialistas, médicos generales, enfermeros y camilleros de sobra pero en situaciones como esas parecía que todo aquello era insuficiente, deseando por momentos que la ayuda llegara y solucionara todo.La tarde comenzaba a llegar, el cansancio, el llanto, la desesperación y muchas otras cosas hacían acto de presencia mientras avanzaba el reloj.La cirugía estaba en marcha, Oscar estaba muy concentrado en hacerla mientras gran parte del equipo solo le observaban, se veían muy nerviosos pues la cirugía que estaba intentando no era nada fácil, de hecho era la primera vez que la hacía él y que muchos podrían presenciar. Dicha operación consistía en abrir su cabeza para entrar al cerebro directamente y reconectar los nervios que se habían dañado por el impacto y el golpe en el accidente de tránsito.Estas maniobras eran tan complejas que el tiempo p
El hospital se había posicionado entre los mejores del país no solo por eficacia y excelencia de los médicos si no por el profesionalismo que el servicio brindaba. Estaban capacitados para tener una respuesta rápida ante cualquier urgencia dando un servicio certero.El lugar contaba con 5 pisos que estaban distribuidos por secciones. La recepción era toda la planta baja con sus lujos resultantes. El personal muy amable y organizado. Parecía que estabas en otro nivel respecto al prestigio.El resto del hospital contaba con las mejores instalaciones y equipo de rehabilitación. Ahí podían tomar las mejores terapias para sanarse por completo. Los aparatos eran los más innovadores en cuanto a tecnología se refiere, siendo uno de los más recurridos incluso para hacerse un estudio.Llevaba funcionando durante 25 años, tiempo en el que había evolucionado no solo en el interior, si no en el exterior. Siendo uno de los edificios más lujosos de la zona y del país. Desde lejos se podía ver sus br
—Excelente actuación en la cirugía doctor.—Oscar recibía felicitaciones mientras lavaba sus manos y rostro.—Es un honor tenerlo como médico, ahora la joven solo necesita rehabilitarse.—Ojalá fuera así de sencillo Lilian, pero esto solo fue para salvarla.—Suspiró sin dejar de lavarse.—El verdadero reto viene a partir de ahora para ella.—Doctor pero ¿Usted nunca siente la necesidad de descansar?—Le preguntó con mucha sopresa.—Ese tipo de expresiones desprecian su enorme trabajo que ha hecho. Como ha dicho, la joven está viva.—Creo que tienes razón, es una buena forma de verlo, la pude salvar y eso hay que agradecer.—Al decir esto sus ojos se pusieron muy brillantes, seguía inspirado por la hermosa mujer que había conocido aunque no lo hizo en las mejores condiciones.—Bueno, ahora me voy a descansar un poco, pero antes me gustaría saber cómo va la atención al resto de pacientes.—En esta área está controlado, la mayoría de los ingresados están en traumatología.Esta última palabra le
En esos momentos Óscar pudo reaccionar y despejarse un poco tallándose los ojos y moviendo la cabeza para sacudirse. Entendió que su novia estaba enfrente de él y que curiosamente pudo haber cometido un gran error al confundirla con la paciente de la que había quedado sumamente atrapado.Eso también fue algo nuevo para él. Nunca se le había pasado por la mente la idea de engañar a su novia. Siempre había estado muy enamorado de ella y sus ojos solo podían mirarla. No era culpa del tiempo ni tampoco de ninguno de los atributos de Amanda, simplemente estaba siendo hipnotizado por una nueva mujer que apareció en su vida.Entre Amanda y él no solo había respeto y amor, la pasión estaba presente en cada posible momento para evitar así cualquier tipo de monotonía. Ambos habían hecho su parte en la relación, así como también los dos tenían el compromiso y querían seguir llevándolo así. Fidelidad y respeto, pasos firmes para llegar al matrimonio. Era la ilusión de ambos llegar al altar, hacer
—¿Cómo está ella?, ¿Hubo algún cambio durante mi ausencia?—Óscar ya estaba en la sala donde su paciente aguardaba para ser salvada por él.—No doctor, en estas horas la paciente ha estado en el mismo estado.—Le contestó desanimada la enfermera.—Su ritmo cardíaco aumentó un par de veces pero de inmediato se estabilizó, creo que es un caso muy difícil.La respuesta se la daba la enfermera que estaba de turno y vigilando los signos vitales de los pacientes en esa sección, ella la había visto durante tres veces en su ronda y tuvo poco por hacer.En el hospital era muy importante el trabajo que las enfermeras hacían, incluso comparable con el de un médico. Ellas se encargaban de los cuidados, dar los medicamentos, mostrar apoyo anímico y muchas otras cosas más. Si bien el médico era el encargado de diagnosticar, operar y sanar, ellas formaban gran parte en la recuperación de los pacientes.Lupita era así en general, rara vez se tenía alguna queja o problema. Por el contrario, era aceptada
—Buenos días queridos médicos.—Usó un tono alegre.—Como ya es costumbre, los he reunido aquí para la junta semanal, esta vez nos enfocaremos en los problemas de los pacientes que recién llegaron.El director del hospital, el Doctor Eugenio Martínez estaba sentado en el fondo de la larga mesa en el área de juntas. Era como una oficina de lujo, tenía un proyector, computadoras, sillas cómodas y una mesa del mejor material. La decoración no dejaba nada que desear. Las paredes eran color hueso con varios cuadros de arte en ellas. En la esquina izquierda una cafetera automática a la que se recurria para deleitarse con esta deliciosa bebida.El director había ejercido en ese puesto por más de tres años desde que se trasladó al país. Era un hombre de 45 años con un semblante muy agradable y muy inteligente. Era cirujano pero contaba con varias especialidades y un doctorado. Durante su carrera había ejercido en hospitales importantes de Latinoamérica hasta llegar al país de su madre; México.
—Podemos solicitar un caso especial, bajar los costos, negociar, etc. Yo estoy dispuesto a atenderla y sin cobrar el sueldo por ello.—Estaba emocionado al contemplar la idea.—Creo que también el hospital puede hacer el esfuerzo, a veces no es todo dinero si no también ayudar a los demás y creo que si tomamos el caso haciendo una excepción no se hará más pobre el lugar ni se caerá.Óscar se convertía nuevamente en el centro de atención con su reciente petición. Su novia estaba presente pero lejos de ver el comentario como ejemplo de buen corazón lo hizo como un ejemplo de un corazón enamorado. Esto fue porque sus palabras las dijo con tanta pasión y sentimiento que de inmediato causó esa impresión.Su novia no fue la única en notarlo, de hecho todos en la sala lo hicieron hasta el director.—Su petición es algo inusual doctor Méndez, parece que le ha tomado mucho cariño a su paciente.—Intentaba ser lo más profesional posible pero no podía evitar divertirse con las situaciones como esta
Ahora todas las miradas estaban en ella, principalmente la de Óscar quien no esperaba que su propia novia se interpusiera en su camino. Se preguntaba si se había pasado de la raya con sus comentarios o el por qué ella no le apoyaba está vez.El segundo interesado era nuevamente el director quién le gustaba escuchar todas las versiones y en esta ocasión más pues se interponía en una decisión ya tomada.—¿Por qué dice ese comentario?—No había encontrado la oportunidad para hacerlo.—Respondió ella muy segura de si misma y con la experiencia para hablar en público que le caracterizaba.—Mi análisis empezó desde que escuché la historia. Me cuesta creer que esas heridas se las hizo con el choque. El seguro debería cubrir sólo los daños del accidente, cuestiones previas no deberían ser consideradas. Es como si alguno de los pacientes recibió un golpe pero ahora necesita que se le trate la hipertensión con la que lleva años de tratamiento.—Doctora, si usted trabajara para el seguro sería muy