Valery:En silencio, me compongo el vestido y me quedo quieta.Justo dónde me ha dejado.Pasan los minutos, y mi corazón se quiebra, porque temo que me ha abandonado aquí, pero entonces oigo su silbido, y mi corazón vibra en mi pecho, lo busco, siguiendo el rumbo que él tomó.Está esperándome a lo lejos, de pie, junto al coche. Mientras camino hacia él, siento como de mi interior comienza a brotar su semen, y el líquido caliente y viscosos comienza a rodar por mis muslos y mis piernas, lentamente.Goteando.***Me ha traído a un sitio que parece una casa de apuestas ilegal.Es de lo más pintoresco, con paredes tapizadas en pinturas de paisajes antiguos, y por aquí y por allí, caminan mujeres vestidas de geishas, las cuales le sirven bebidas y comidas a los apostadores.Le ha puesto una correa a mi collar , y tira de él conduciéndome a atravesar una puerta.Estamos en un salón de té vacío.Hay varias mesas redondas, muy bajas casi pegadas al suelo, y un increíble buró dorado justo fren
Valery:Su guardaespaldas me trajo de regreso y la Señora malhumorada me preparó un baño, me sirvió la cena y me dejó encerrada en la habitación.Me contemplo al espejo. Acariciando el desastre sobre mi cabeza con los dedos.No voy a llorar por la perdida de mi cabello, es algo que podré recuperar rápidamente, sin embargo son las dos de la mañana, y Liu no regresa.Temo pensar en donde pueda estar…y más con quién.Mi alma se agita de dolor al considerar que pueda estar pasando la noche en brazos de otra, pero voy a llorar.Tenía en claro los riesgos que enfrentaría al hacer esto y quiero creer que todo saldrá bien, en lo que cierro los ojos e intento dormir.Sofía:Mi corazón se paralizó cuando vi el coche de mi hijo envuelto en llamas.Corrí, bajando de las gradas enceguecida de pánico, llegué a su lado en el momento en que los paramédicos lo levantaban del suelo y lo trasladaban hacia la ambulancia.—Hijo.- chillé loca de dolor.- ¡hijo!Su espalda estaba ensangrentada y su piel cham
Liu:Se vistió sin mediar palabras, y me siguió hasta el coche.Akira nos condujo hasta un puesto de comida y ella devoró unas alas de pollo en lo que yo pinchaba unos tallarines sin tener real hambre.De ahí nos fuimos a pie, por el callejón, hasta llegar al objetivo.La detuve en la puerta y le puse un puñal en una mano y un revólver en la otra.—Llegamos hasta aquí, Akuma. Tenía planeado prolongar nuestra tiempo juntos un poco más, pero he cambiado de idea. Entra ahí, y consígueme el dinero de la trastienda o muere en el intento.Ella apretó las armas en sus manos, elevó su mentón y me miró, decidida.—Sí, Amo.Me volteé, yéndome al coche y cerrando la puerta de un portazo.Es imposible que ella salga viva de ahí.Es una niña rica, una hija de papi con gustos retorcidos en cuanto al sexo y una mentalidad depravada, pero eso es todo.Es imposible que salga viva de ahí.Sé que estoy comportándome como un niño mimado al que le quitan su juguete favorito, y hace una perreta. Además, es
Valery:La trastienda es una habitación completamente vacía, excepto porque en una esquina hay una enorme pila de fajos y fajos de dinero. Y cerca de la pila hay un montón de cajas que por sus letras en ruso me dicen que son armamento.Armamento, fabricado por mi familia.Pero no tengo mucho tiempo para ponerme a averiguar más, porque mi amorcito me está acostando sobre la enorme pila de dinero con intenciones más que claras.—¿Va a venirse en mi culo como lo prometió, Amo?- susurro, contoneándome coqueta.Él no responde, solo se limita a separarme las piernas y darme esa verga japonesa que tanto me complace.Liu:¡¿Qué demonios está sucediendo aquí?!¿Desde cuándo Valery es una asesina con nivel de francotiradora y experiencia en el combate cuerpo a cuerpo?¿ Desde cuándo una supermodelo es también una máquina letal?Mi mente es un caos de preguntas e intrigas que por más vueltas que le doy no les encuentro respuesta.Estoy profundamente impresionado.Creí que entraría a este lugar
Liu:Se abre ante mí una encrucijada.Mariko demanda que me case con la china, y lo haré.Pero no quiero deshacerme de mi rusa.Arrugo el entrecejo.¿O mi italiana?Realmente no lo sé.La Akuma es una criatura extraña.Pero por el color de su cabello y sus ojos, nadie sospecharía que es rusa.—Dime algo, Akuma. ¿ Hablas fluido el italiano?—Sí, Amo.Hmm.—Y el ruso y el inglés, obviamente. ¿ Alguno más?Ella asiente con lentitud.—El mandarín y el …- baja la cabeza y su rostro enrojecer de vergüenza.- el japonés, Señor.Ahhh, ya veo.Tiro de su collar y la atraigo para que siente sobre mis piernas.—Estás llena de sorpresas, Akuma.- susurro contra su mentón.- te he contado uno de mis secretos, espero que uno de estos días, me cuentes tú uno de los tuyos.—Sí, Amo.Valery:Nos han traído a un sitio que parece una mansión antigua.El jardín tiene árboles de cerezos en flor, y fuentes y pagodas.Liu se mueve delante de mí y yo lo sigo, por los pasillos, silencio.Llegamos ante una puerta
Sofía: —¿Por que se tardan tanto, Alexis?- increpo temblorosa.- ya han pasado cuatro horas, ya es tiempo de que tuviéramos noticias. Alexis aprieta mi mano y se levanta de su silla. —Iré a averiguar. Sostengo el termo de café entre mis manos, intentando que el calor del líquido se duele por entre mis dedos, para ver si así combato está frialdad espantosa que se ha apoderado de mí. Ni las torturas en el foso, ni la paliza que me dieron Oleksander y su padre, ni siquiera mi última entrevista amarga con Vitorio dolió tanto. Morte está destrozada, tanto como yo. Asoma su cabeza con los ojos llenos de lágrimas, y me entrega la sonrisa más macabra y demencial que le he visto en años. “ Averiguaremos quien hizo esto y nos encargaremos de que tenga la muerte más lenta y dolorosa posible.” Sisea, y yo me limito a asentir, porque estamos enteramente de acuerdo. Eván: —He venido a confesarlo todo, tío.- susurra Sonée con voz temblorosa.- sospecho que Mischa es el culpable. —¡¿Te has v
Sonée:Sus gritos se escuchan por toda la mansión, a diario.Una vez al día vienen a curarlo y una vez al día deseo morirme.No lo soporto.No soporto saber que por mi culpa sufre de esta manera tan inhumana.Lo trajeron del San Pietro hace dos días, intenté ir a verlo para pedirle perdón, pero su madre me tomó del codo y me zarandeó en el pasillo.—Escúchame, niñita, mantente alejada de mi hijo o te mato. Ya bastante tiene con el dolor que está soportando como para tener que lidiar con tu drama también.Sofía me soltó y yo tragué en seco, porque todos sabemos que cuando la italiana te amenaza es porque ya estás en su lista.Y estar en su lista es una sentencia de muerte.***Hoy me fui temprano para no escuchar sus gritos y no desear salir corriendo, pasándole por encima a su madre y a meterme en su habitación a consolarlo.Me siento tan culpable.En la dulcería mis empleadas comentan que me ven con aspecto de enferma, y no lo dudo. No hay peor padecimiento que un corazón roto.Valian
Mika:—¿Esa chica, la tal Zaneth vio algo?- le pregunto.Uno de los escoltas le trae a Sonée una bolsa con hielo y ella se lo pone sobre el ojo inflamado.—Es ciega, ¿que no viste el bastón?—Pero pudo haber atestiguado alguna cosa.Sonée gruñe.—No. Solo escuchó el ruido de los cristales quebrándose, se estaba bañado y esperó para venir a ayudar. Es la vecina de al lado.Asiento.No importa lo que diga Sonée, esa chica es un cabo suelto y a mí no me gusta dejar cabos sueltos.Sin embargo no tengo tiempo para encargarme de ella ahora, prometo tengo que ponerle frenos a la desquiciada de mi hermana. Fui a casa de mis padres, pero no está allí, no está en el apartamento de Val y tampoco en la mansión.No tengo ni idea de dónde pueda estar y eso me preocupa.No tanto por su seguridad, sino por los destrozos que pueda causar a su paso.Me visto, me peino y me voy al Trece.Esta noche la gente tiene que verme.Se ha comenzado a correr el rumor de que estamos bajo un ataque, de que la fam