Mika:—¿Es familia tuya? La loca... ¿es familia tuya? ¿Es por eso que quieres protegerla?—Eso es algo que no te incumbe.—Lo cierto es que sí. Vas a matarme, ¿no es verdad? Vas a matarme porque sé que esa loca amenazó a la dueña de la dulcería.—Tienes razón. Sí voy a matarte.- susurro en mi voz más amenazadora.Sin embargo, mi admiración por su temple crece varios centímetros, porque a pesar de mis amenazas, se mantiene seria. No llora, no suplica…pareciera como si hubiese aceptado su destino hace tiempo.—Bien. Solo tengo dos peticiones que hacer. Si no es mucho pedir, Señor gánster…¿podría asesinarme de una forma rápida y poco dolorosa?La contemplo con incredulidad.¿Es en serio?—Usted no está en condiciones de demandar nada.- mascullo.—Lo sé, pero todo en mi vida ha salido mal. Todo se ha ido al carajo desde que perdí la visión a los catorce, al manos, me gustaría poder elegir la forma en que voy a morir.Bufo exasperado, amartillando el arma.—¿ Y cuál sería tu otra demanda?
Zaneth: No sé qué sucede... Me han sacado de el sitio en el que estaba y me han conducido a otro lugar. A mí alrededor hay chicas riendo y comentando entre ellas en lo que me quedo de pie. —Es bonita, pero demasiado delgada. —Oh, mira lo largo que tiene el cabello. ¡Le llega casi a las nalgas y es precioso! Una se me acerca, metiéndose en mi espacio personal y me olfatea. —¡Huele rico! Cómo a caramelo. —Pfff, pero no tiene material para ser una mujer de la mafiya. No es más que una pobre ciega. —Ay, Fedora, no logras ocultar tus celos. No soportas que nuestro heredero a Don no tenga suficiente contigo.- se burla una, en lo que siento manos sobre mí cabello. Lo acarician y tiran de el, como olfateándolo. ¿ Que demonios está sucediendo aquí? Ellas han…han dicho algo… ¿Dijeron la palabra mafya? —No soy como tú, Bela. Eres la más antigua de nosotras y no fuiste capaz de mantener a nuestros hombre completamente satisfecho. Por eso busco a las gemelas y luego a mí. —¡Ya basta!-
Zaneth:Me han sacado de la ducha, me han traído a la cama y las chicas se han ido, dejándome a solas con el enorme gánster que me matará después de que me folle.Todo se siente tan surreal…Tan…extraño.Pero placentero.Creí que el sería agresivo y cruel, pero no.Está acariciándome y besándome con lentitud, como si no tuviese prisa.Quisiera verlo.Ahhh, lamento tanto no poder verle el rostro a mi gánster.Mika:Ella es suave, y delicada.Por dónde quiera que paso mis manos su piel se marca.Su cabello huele a vainilla y me gusta.Me gusta morderle el labio y escuchar como solloza de ganas o jadea de sorpresa.La sospecha aflora en mi mente.No puede ser coincidencia, no puede ser…simple destino.El enojo burbujea dentro de mí, y cierro mi mano alrededor de su cuello.—¿Sabes quien soy?- bramo, colérico contra su boca.Ella se queda con los ojos nublados y la boca muy abierta.Aprieto su cuello entre mis dedos.—¿Sabes quien soy?- insisto.—S…sí. El heredero a la mafya.- farfulla a
Zaneth: El Señor gánster viene a verme cada noche.Ha prometido cumplir cada una de mis fantasías. Sonrío. Mis fantasías sexuales al menos.Tengo que reconocer que me gusta como folla. Siempre comienza delicadamente. Con caricias y besos suaves que me hacen sentir casi amada, pero después se convierte en una bestia lujuriosa y salvaje, que me muerde y me araña. Me magulla toda hasta dejarme los pechos y el cuello llenos de chupetones. —¿Que te gustaría hacer esta noche, caramelito?- me interroga. Comprimo los labios. Me gusta imaginar que me mira con cara de lobo hambriento. Esa expresión en su rostro iría bastante bien con esa voz gruesa y profunda que me pone los pelos de punta. —¿ Puedo hacerte una mamada?- le ofrezco y él libera un gruñido.- es que siempre he sentido curiosidad…¿y podrías echarme tu leche en las tetas? Le oigo reír y siento como acaricia mi cabello. —¿Eres realmente así de puta o solo lo aparentas?- masculla con ironía. Trago en seco. —Vas a matarme den
Valiant:Han transcurrido tres semanas.Tres semanas de agonía y desilusión.De soportar que me arranquen la piel y el infierno se encienda sobre mi espalda para que me venden luego.Estoy mejor. Ya falta poco para estar completamente reestablecido, pero ella no ha venido a verme.Ni una sola vez.Anika por el contrario ha estado aquí.Jodiendo todo el tiempo , restregándome en la cara que fue ella quien destrozó la dulcería, y que si vuelvo a embarrarme de la mierda de la recogida, ella la matará.No soporto a mi prometida, y juro que si ella fuera un hombre ya le habría partido la cara a golpes.Madre y los mayores están nerviosos.No sé que está haciendo este enemigo nuevo, pero la situación es grave.No me cabe dudas.Desconocido:Esta chica es extremadamente volátil.Y precisamente por eso es que me ha servido de buena títere.—Veo que no confías en mí.- farfullo burlonamente.—Perdóname por desconfiar. Nunca debe uno reunirse con un asesino a puertas cerradas.Me ha citado a es
Eván: —Solo se me ocurre que estemos en la mira del demonio rojo. Yoko se tensa ante mi comentario y me mira con el rostro fruncido. —Pensémoslo bien. En las últimas semanas se ha reportado ataques del esbirro de los Yakuza por toda Europa. Ataques dirigidos contra enemigos declarados de Yamamoto. No me sorprendería que Liu halla enviado su asesino contra nosotros. —Yo no lo creo.- protesta Yoko.- Shi no tenshi siempre ataca de frente. Mata a su enemigo mirándole a la cara y absorbe el alma de su víctima a través de su máscara. Es por eso que es un guerrero inmortal. Mi hermano bufa. —¿Realmente crees esas estupideces de que el demonio rojo no muere?- farfulla Alexis, en tono burlón. —Oh, sí.- sonríe Yoko ampliamente. – tanto como ustedes creen en la Maldición de su familia. Estaba a punto de hacer un comentario genial, sin dudas serían las palabras más sabias que salieran de mi boca en los últimos años, cuando el terrible estruendo sacudió las paredes de la mansión, haciendo q
Valiant:Llegan momentos en los que la vida te tira tanta mierda encima que no te queda más remedio que ponerte en pie o morir ahogado.Y he decidido que me voy a poner en pie.Esto ya está pasando de castaño a oscuro.No dije nada cuando me molieron a golpes, y he soportado un infierno en vida que no se merece ni un perro durante el último jodido mes. La golpiza que le dieron a Sonée era quizás esperable…¡pero esto ya es el puto colmo!No me importa que sea mujer y menos que sea mi prometida. Si Anika tuvo lo más mínimo que ver en el atentado contra Víktor hace dos días, me dan náuseas de pensar lo que voy a hacerle.Ella podía jugar conmigo y con Sonée todo lo que se le diera la gana. Hace años juramos guardar el monstruoso secreto de lo que hizo y en ese momento, firmamos nuestra propia sentencia.Pero mi hermanito no tiene absolutamente nada que ver con aquello, y juro que tan cierto como que me llamo Valiant Ivanov, si esto es su culpa me las pagará.***He venido a ver a Mika al
Eván:Suena mi celular y lo contesto:—¿Diga?—Señor, le habla el nefrólogo del San Pietro. Su esposa acaba de despertar de la cirugía y desea hablar con usted.El alivio recorre todo mi ser.Sé que debería estar al lado de Bárbara justo ahora, pero está crisis requiere mi atención, después de todo continúo siendo el Don.—Cariño, ¿estás ahí?- interroga ella con la voz quebrada por el llanto.—Sí, amor, aquí estoy. Perdona que no esté contigo justo ahora pero…—Amor escucha atentamente. Había una bomba dentro del osos de peluche. ¿Me escuchas?—Sí.—Entré a la habitación de Víktor porque pasaba por el pasillo y lo oí protestar que aquella cosa era horrenda. Que él hubiera preferido una pistola de juguete a aquel juguete de niñita. Cuando entré, me acerqué a él, y escuché el tictac de la cuenta regresiva. Me tomó un minuto darme cuenta de que provenía del muñeco, y cuando intenté lanzarlo por la ventana…—Explotó. Lo sé, amorcito. Tranquilízate, ¿Sí? En unas horas iré a verte ahora ten