Durante el día Gaspar Lombardi había contratado a tres chef profesional para que preparan un exquisito banquete enorme con el motivo de celebrar el regreso de su nieta Ángela Lombardi a la mansión y para presentar su nueva marca de chocolate.
Al caer la noche en la ciudad en la ciudad de Niza. La fiesta había iniciado en la mansión. La sala estaba decorada con una enorme mesa en forma rectangular y los tres chef iban colocando bandejas repletas de comida y algunas copas y botellas de vino y champagne.—¿A qué hora llega Ángela?— Le preguntó Adam a su padre.—Debe llegar en un par de minutos.— Contestó Gaspar.—¿Sabes una cosa, padre?— Adam lo tomo del hombro, —Tengo el presentimiento de que está será una noche exitosa.—Yo también lo presiento.— Gaspar sonrío.Al cabo de unos minutos los invitados y varios integrantes de la familia fueron llegando poco a poco al banquete. La mayoría no sabía que Ángela Lombardi estaba de regreso y Gaspar los quería sorprender y darles la noticia de que planeaba que Ángela fuera la futura heredera de Choco Lombardi.Y sabía que esto generaría un fuerte conflicto en la familia. Por eso le pidio a Erika Hall hablar con ella en su oficina.—¿Cuál crees tú qué sea la reacción de los presentes o mejor dicho, de los integrantes de mi familia cuando les diga que planeo nombrarla a ella como la futura heredera de Choco Lombardi?— Preguntó Gaspar, sentándose en su silla de mecanismo basculante.—Su familia se volvería loca, señor.— Erika se sentó en la otra silla de mecanismo basculante, —Ellos están como las hienas. Tienen el hambre de poseer esas propiedades.Al escuchar la palabra «hiena» Gaspar supo a lo que se refería Erika. Las hienas son animales salvajes capaces de lo que sea con tal de robarle los alimentos a otros depredadores y eso incluye matar.—¿Crees que mi propia familia sea capaz de hacerle daño a Ángela cuando se enteren que ella será la futura heredera de Choco Lombardi?— Gaspar la miró.—Cuando hay dinero de por medio. La familia es capaz de olvidarse que son de la misma sangre.— Contestó Erika.—¿Eso quiere decir que crees que mi familia es capaz de matar por una herencia?— Gaspar sonaba preocupado.—Solo te puedo advertir que si tienes planeado nombrar a Ángela como la futura heredera, será mejor que la cuides.— Erika lo miro a la cara, —Porque una vez que des la noticia, Ángela puede estar corriendo peligro.Gaspar estuvo a punto de decir algo. Pero sabía que las palabras de Erika eran ciertas. Su familia últimamente estaba actuando de manera extraña y estaban obsesionados con quedarse con todo.Ni siquiera se mostraban preocupados por el tema de la enfermedad de Adam y su futura muerte.—Tienes toda la razón.— Gaspar se levantó, —Ahora salgamos que tenemos un banquete que celebrar.Los tres chef se encargaron de terminar de servir los platillos y de colocarlos sobre la enorme mesa. Además sirvieron vino en brillantes copas y no pudo faltar las gotas de champagne derramarse sobre el suelo.Los invitados y los integrantes de la familia Lombardi tomaron asiento en los lugares cercanos a la mesa y se estaban alistando para comer. Pero en ese momento apareció Ángela Lombardi.Solamente Adam y Gaspar fueron los que se levantaron a recibirla y darle la bienvenida. Ella estaba sonriente y su cabellera rubia estaba en perfectas condiciones.—Los extrañe mucho familia.— Dijo ella con gran carisma y formando una nueva sonrisa, —¿Estamos celebrando algún cumpleaños?—Estamos celebrando tu llegada y que por cierto, coincide con la presentación de nuestra nueva marca de chocolate.— Contestó Adam, —Doble celebración.Ángela era joven y hermosa y había regresado al país luego de estar en el exterior por casi un año. Ahora que estaba aquí lo único que quería era ver y hablar con toda su familia.—¿Cómo está mi familia? Me gustaría hablar con ellos.— Dijo ella, mirando hacia el interior.—Han sucedido ciertas cosas, sobrina.— Dijo Adam, —Entra.Ángela entro y en compañía de su abuelo Gaspar y su tío Adam se dirigió hasta la cocina. Al entrar la mayoría de los presentes sonrieron con cordialidad y elevaron sus copas llenas al aire. Pero los integrantes de la familia Lombardi o la mayoría en general, parecían estar desinteresados o enojados por la llegada de Ángela.—¿Cómo están todos?— Preguntó ella, sentándose en la silla que le indico Adam. Nadie respondió ni siquiera los integrantes de la familia.—Ya te lo dije, Gaspar.— Erika le susurro al oído, —El primer paso para hacer sufrir a la pobre Ángela está en ignorarla.—Cada uno de ustedes son una cuerda de inmaduros.— Dijo Gaspar, —Y me refiero a mi familia. Ángela acaba de llegar y ustedes la tratan así.—¿Y qué pretendes tú que hagamos?— Preguntó la hermana de Gaspar, haciendo una vaga expresión de desinterés.—Tengan más amabilidad y más si se trata de integrantes de la familia.— Agregó Adam.—Ya mejor que se haga lo que se tiene que hacer y ya.— Dijo Bruno.Celia que estaba cerca de la mesa lo miro y bebió un breve sorbo de su vino. Erika al parecer noto algo extraño en sus miradas y en ese momento supo que había sucedido algo entre ellos.—Ya olvidemos el tema. Ahora quiero que sigamos disfrutando del banquete y que todo pueda salir bien.El banquete dió su inicio y todos los presentes estaban encantados por el excelente servicio de los chef. Al terminar de comer, Gaspar había organizado unas breves palabras para dar tiempo de que llegarán los Leggett y dar inicio a la presentación de la nueva marca de chocolate.—Es de mi agrado informar que he tomado la decisión de que mi nieta Ángela Lombardi, asuma la dirección general o mejor dicho, la presidencia de Choco Lombardi.— Anuncio Gaspar.La mayoría de los integrantes de la familia Lombardi se colocaron sobre sus pies rápidamente y hubo unos breves segundos de tensión y miradas de odio hacia Ángela.—Me parece que esto es sumamente injusto.— Grito Bruno, —No me puedes hacer esto, abuelo.—Simplemente no estás capacitado, sobrino.— Contestó Adam, formando una expresión burlistica en su rostro.—Yo les juro que pronto todas estás propiedades serán mía.— Grito Bruno antes de retirarse del comedor.Ángela que estaba en silencio parecía estar nerviosa. No por el hecho de ver en lo que su familia se había convertido, sino en tener que asumir un nuevo desafío en su vida.—Yo te ayudaré.— Le dijo Adam, —Es de manera temporal. Pero te prometo que te ayudaré para que seas una excelente presidenta.—Te dije que la noticia iba a despertar la furia de las hienas.— Dijo Erika mirando a Gaspar, —Ahora tiene que estar preparado no vaya a ser que las hienas quieran atacar.Gaspar suspiro y se sirvió un gran trago de vino en su copa y se la bebió rápidamente.—Y si uno de ellos se atreve a hacerle daño a Ángela. Tendrá que enfrentarse conmigo y lidiar con las consecuencias.— Dijo él.·Bruno había entrado a la cocina de la mansión. Por suerte estaba sola y el comedor estaba a una distancia prudente. Al entrar tomo varias ollas de metal y las tiro contra el suelo para descargar su rabia.—Ya no estés enojado, Brunito.Celia estaba parada en la entrada de la cocina. Su cabellera rojiza y su mirada lujuriosa eran la combinación perfecta para que él calmada sus impulsos y sonriera al verla.—Solamente con verla a usted se me quita el enojó.En ese momento Celia cerro la puerta de la cocina y se comenzó a desvestir. No le importaba correr el riesgo de que Gaspar la descubriera teniendo relaciones con su propio nieto.·—Es normal sentir miedo...Gaspar le estaba comentando a Ángela la historia del miedo que sintió cuando asumió el cargo de presidente. Por su parte, Adam estaba a una distancia hablando con su primo Álvaro.—¡Feliz noche!— Una morena con vestimenta elegante entro a la mansión. Era hermosa y tenía unas buenas curvas, —Mi nombre es Scarlett Leggett y he venido está noche a conocer a Álvaro, el hombre que se convertirá en mi futuro marido.—Es un honor tenerte en la casa, Scarlett.—Adam fue el primero en saludar con mucha cordialidad, —Álvaro deberías venir y platicar con tu futura esposa. Tienen que conocerse y organizar la fecha de su boda.Álvaro estaba en su lugar. Por su parte Scarlett al ver que él no iba hacia ella, decidió tomar la iniciativa y acercarse a él para extender su mano morena.—Álvaro Rivera Lombardi.— Él le tomo la mano.Scarlett sonrió.—Scarlett Leggett. Es todo un honor.—Ahora que por medio de un acuerdo nos vamos a casar. Al parecer tenemos una larga conversación pendiente.—Me agrada la idea.— Dijo ella, soltando la mano de él, —Pero me agradaría más la idea de platicar en un lugar más íntimo y más especial para nosotros.Adam que estaba cerca del lugar no pudo evitar liberar una sonrisa de oreja a oreja y una mirada sorprendida.—¿Podemos hablar en mi oficina te parece?— Propuso él.—Me agrada la idea.Ambos se dirigieron a la oficina de Álvaro para platicar. Ahora que estaban destinados a cas
—Es que he venido con las manos vacías. Pero por supuesto que me gustaría tener una plática en el jardín.—Yo me encargo de llevar algo para comer.— Dijo Ángela con una sonrisa, —¿Te gustaría esperarme en el jardín?Michelle asintio y en compañía de Adam se dirigió hasta el jardín. Cuando había entrado no se había percatado de lo hermoso que era. Tenía césped natural y al parecer el jardinero se estaba encargando de mantenerlo en perfectas condiciones y ni hablar de las flores que parecían ser sumamente atractivas y elegantes.—Hace tiempo que no veía un jardín así en esas condiciones.— Dijo ella.—La jardinería no es que me llame mucho la atención. Yo soy digamos más de apreciar.— Hablo Adam.—Eres de los que te gusta arrancar. Pero no sembrar, eso me resulta sumamente interesante y gracioso.— Dijo ella.—¿Estás segura que te gustaría casarte conmigo?— La pregunta de Adam de manera inesperada había creado un silencio en el ambiente, —Es que como sabrás me estoy muriendo y...—No hace
—Oye, ¿Qué haces, Adam?— La abogada Erika Hall fijo su mirada en él.Adam Lombardi estaba parado de espaldas. Tenía ambas manos formando puños y pegadas a su cintura. Estaba mirando hacia arriba.—¿Qué creen que estoy haciendo?— Preguntó él, sin mirarlas. Ninguna de las tres dió una respuesta, —¿Es que no se han dado cuenta de lo precioso que está el cielo? Miren... El cielo está lleno de estrellas.Ángela, Erika y Michelle elevaron sus vistas hacia el cielo y quedaron sorprendidas. Por primera vez en meses la ciudad de Niza era testigo de una maravillosa noche estrellada.—Estas estrellas son hermosas.— Erika miro a Michelle, —¿Qué crees?—Son más hermosas que las mismas estrellas de Hollywood.— Contestó Michelle y por unos segundos noto que los ojos de Erika eran hermosos, —Por cierto, Erika, tienes los ojos lindos.—Gracias.— Erika sonrió, —Son de color avellana.—¿Qué opinan de mis ojos verdes?— Preguntó Ángela.—Son bonitos y elegantes. Pero mis ojos azules son insuperables en la
—¿Cómo que estoy embarazada?— Michelle estaba tratando de procesar la noticia, —Eso tiene que ser un error...—No, Michelle, no es ningún error.— La doctora Mace le entrego el sobre con el resultado, —Estás esperando un bebé.—No puede ser.— Michelle cerro sus ojos a modo de frustración, después de leer el resultado, —Esto tiene que ser una pesadilla. Yo no puedo estar embarazada.La doctora Mace miro con pesar a Michelle y por último sonrió de manera educada antes de salir de la habitación.—Michelle...—Mamá, yo te puedo explicar. Pero dame tiempo, ¿Sí?—¿El padre de ese bebé es el mismo hombre al que le entregaste tu virginidad hace poco?— La señora Victoria no estaba enojada. Pero si sentía curiosidad.—Sí, mamá.— Michelle suspiro, —¿Y sabes qué es lo peor? Ese hombre, Álvaro, vive en la mansión Lombardi y resulta que es primo de Adam.—¿El tal Álvaro es primo del hombre con el que te debes casar?— Victoria estaba asombrada, —¿Qué vas a hacer? Yo creo que ya Álvaro le tuvo que habe
Adam Lombardi paso su lengua con lentitud por sus labios. Tenía la mirada fija entre el espacio creado producto de la separación de sus piernas y sus manos en la cintura. Parecía de esos jugadores de fútbol cuando perdían la final de la Champions League.—¿El bebé que estás esperando es de mi primo Álvaro Rivera?— Adam levantó la mirada. Tenía los ojos negros brillantes.—Sí. Solamente me acoste con él una noche y después no supe más nada de él.Adam suspiro y miro el techo que estaba sobre ellos. La lámpara iluminaba la habitación en su totalidad. Él no estaba enojado ni nada por el estilo por escuchar la noticia: Estaba sorprendido.—Esto me sorprende demasiado, Michelle.—Y estás en todo tu derecho de romper nuestro acuerdo y de sacarme a patadas de está mansión, Adam.— Michelle estaba mordiendo sus labios y no podía parpadear, —Yo creo que es mejor que me vaya y espero y puedas encontrar a la mujer correcta, Adam.Ella abrió la puerta de la habitación y estaba a punto de salir. Pe
—Espera, Adam.— Michelle se detuvo en la parte superior de las escaleras, —¿Estás seguro que quieres llegar a esto?Adam que ya estaba a mitad de las escaleras, la miró pensativo.—Por supuesto.— Dijo, —Es la única manera de poder salvar Choco Lombardi de las garras de mi familia.Michelle cerró sus ojos y tomo una leve respiración. Unos segundos después comenzó a descender por las escaleras en compañía de Adam.La parte de abajo de la mansión estaba vacía en su totalidad. Pero se podían escuchar varías voces que provenían de la oficina de Gaspar Lombardi.—Al parecer toda la familia está reunida en la oficina de mi padre.— Dijo Adam, —Es el momento de dar la noticia de nuestra boda.—Tengo miedo de la reacción que tengan ellos.— Michelle trago saliva. Adam la tomo del hombro y sonrió, —Si dices que la mayoría de los integrantes de tu familia son como unas hienas, no me quiero imaginar lo que...—Ellos no van a hacerte daño, Michelle.— Dijo, —Así que no tengas ningún temor.Ambos se di
—¿Qué haces aquí?— Michelle frunció el ceño y hablo en voz bajita para no molestar a los clientes, —¿Cómo sabes que estoy trabajando en este lugar?—Es lógico que te seguí desde que saliste de la mansión de mi tío.— Dijo él, —Siéntate, tenemos una larga conversación.—Mi deber es atender a los clientes.— Dijo ella con seriedad.—En éste lugar hay suficientes meseros. Además está conversación no nos tomada más de cinco minutos.Michelle lo miro a la cara y suspiro.—Déjame llevar estos pedidos y regreso.— Dijo ella.—Te espero.— Dijo Álvaro y se sentó en la misma silla en la que estaba, —Pero no tardes.—No te prometo nada.— Ella con la libreta y los pedidos en manos se dirigió hacia la cocina. Estaba nerviosa por la presencia de Álvaro en el lugar. Ahora él sabía que ella trabaja en este lugar y de seguro lo tendría metido aquí en todo momento.—Parece que viste un fantasma.— Dijo Candy.—Adivina, ¿Quién está en una de las mesas?— Michelle le entrego la libreta con los pedidos, —Nada
—¿Crees que tu mamá sea capaz de sacarme a patadas de la casa?— Adam sonrió al imaginarse la escena.—Es capaz de lo que sea y más si nota que eres una amenaza o un inmaduro.— Michelle le devolvió la sonrisa.—Tengo que actuar de una manera madura y evitar hacer comentarios sarcásticos cosas así por el estilo.— Dijo Adam.Al cabo de unos minutos la señora Victoria regresa con una bandeja enorme y en la superficie tres tazas sencilla llenas de café y un par de galletas alrededor. Ella coloca la bandeja en una mesita a su costado y se sienta en el mueble que había ocupado hace un par de segundos.—Podemos seguir manteniendo nuestra conversación.— Victoria le dió un sorbo a su café, —¿Cuáles son las intenciones que tienes con Michelle?Adam miro por unos segundos a Michelle y luego miro a su madre. En todo momento mantenía su sonrisa amigable en su rostro.—Nosotros nos casaremos por medio de un acuerdo.— Contestó él, —Pero me encargaré de que Michelle sea feliz durante todo nuestro matri