Mensaje del día: —Sigue luchando por tus sueños.
—¿Cómo que estoy embarazada?— Michelle estaba tratando de procesar la noticia, —Eso tiene que ser un error...—No, Michelle, no es ningún error.— La doctora Mace le entrego el sobre con el resultado, —Estás esperando un bebé.—No puede ser.— Michelle cerro sus ojos a modo de frustración, después de leer el resultado, —Esto tiene que ser una pesadilla. Yo no puedo estar embarazada.La doctora Mace miro con pesar a Michelle y por último sonrió de manera educada antes de salir de la habitación.—Michelle...—Mamá, yo te puedo explicar. Pero dame tiempo, ¿Sí?—¿El padre de ese bebé es el mismo hombre al que le entregaste tu virginidad hace poco?— La señora Victoria no estaba enojada. Pero si sentía curiosidad.—Sí, mamá.— Michelle suspiro, —¿Y sabes qué es lo peor? Ese hombre, Álvaro, vive en la mansión Lombardi y resulta que es primo de Adam.—¿El tal Álvaro es primo del hombre con el que te debes casar?— Victoria estaba asombrada, —¿Qué vas a hacer? Yo creo que ya Álvaro le tuvo que habe
Adam Lombardi paso su lengua con lentitud por sus labios. Tenía la mirada fija entre el espacio creado producto de la separación de sus piernas y sus manos en la cintura. Parecía de esos jugadores de fútbol cuando perdían la final de la Champions League.—¿El bebé que estás esperando es de mi primo Álvaro Rivera?— Adam levantó la mirada. Tenía los ojos negros brillantes.—Sí. Solamente me acoste con él una noche y después no supe más nada de él.Adam suspiro y miro el techo que estaba sobre ellos. La lámpara iluminaba la habitación en su totalidad. Él no estaba enojado ni nada por el estilo por escuchar la noticia: Estaba sorprendido.—Esto me sorprende demasiado, Michelle.—Y estás en todo tu derecho de romper nuestro acuerdo y de sacarme a patadas de está mansión, Adam.— Michelle estaba mordiendo sus labios y no podía parpadear, —Yo creo que es mejor que me vaya y espero y puedas encontrar a la mujer correcta, Adam.Ella abrió la puerta de la habitación y estaba a punto de salir. Pe
—Espera, Adam.— Michelle se detuvo en la parte superior de las escaleras, —¿Estás seguro que quieres llegar a esto?Adam que ya estaba a mitad de las escaleras, la miró pensativo.—Por supuesto.— Dijo, —Es la única manera de poder salvar Choco Lombardi de las garras de mi familia.Michelle cerró sus ojos y tomo una leve respiración. Unos segundos después comenzó a descender por las escaleras en compañía de Adam.La parte de abajo de la mansión estaba vacía en su totalidad. Pero se podían escuchar varías voces que provenían de la oficina de Gaspar Lombardi.—Al parecer toda la familia está reunida en la oficina de mi padre.— Dijo Adam, —Es el momento de dar la noticia de nuestra boda.—Tengo miedo de la reacción que tengan ellos.— Michelle trago saliva. Adam la tomo del hombro y sonrió, —Si dices que la mayoría de los integrantes de tu familia son como unas hienas, no me quiero imaginar lo que...—Ellos no van a hacerte daño, Michelle.— Dijo, —Así que no tengas ningún temor.Ambos se di
—¿Qué haces aquí?— Michelle frunció el ceño y hablo en voz bajita para no molestar a los clientes, —¿Cómo sabes que estoy trabajando en este lugar?—Es lógico que te seguí desde que saliste de la mansión de mi tío.— Dijo él, —Siéntate, tenemos una larga conversación.—Mi deber es atender a los clientes.— Dijo ella con seriedad.—En éste lugar hay suficientes meseros. Además está conversación no nos tomada más de cinco minutos.Michelle lo miro a la cara y suspiro.—Déjame llevar estos pedidos y regreso.— Dijo ella.—Te espero.— Dijo Álvaro y se sentó en la misma silla en la que estaba, —Pero no tardes.—No te prometo nada.— Ella con la libreta y los pedidos en manos se dirigió hacia la cocina. Estaba nerviosa por la presencia de Álvaro en el lugar. Ahora él sabía que ella trabaja en este lugar y de seguro lo tendría metido aquí en todo momento.—Parece que viste un fantasma.— Dijo Candy.—Adivina, ¿Quién está en una de las mesas?— Michelle le entrego la libreta con los pedidos, —Nada
—¿Crees que tu mamá sea capaz de sacarme a patadas de la casa?— Adam sonrió al imaginarse la escena.—Es capaz de lo que sea y más si nota que eres una amenaza o un inmaduro.— Michelle le devolvió la sonrisa.—Tengo que actuar de una manera madura y evitar hacer comentarios sarcásticos cosas así por el estilo.— Dijo Adam.Al cabo de unos minutos la señora Victoria regresa con una bandeja enorme y en la superficie tres tazas sencilla llenas de café y un par de galletas alrededor. Ella coloca la bandeja en una mesita a su costado y se sienta en el mueble que había ocupado hace un par de segundos.—Podemos seguir manteniendo nuestra conversación.— Victoria le dió un sorbo a su café, —¿Cuáles son las intenciones que tienes con Michelle?Adam miro por unos segundos a Michelle y luego miro a su madre. En todo momento mantenía su sonrisa amigable en su rostro.—Nosotros nos casaremos por medio de un acuerdo.— Contestó él, —Pero me encargaré de que Michelle sea feliz durante todo nuestro matri
—Ya solamente faltan un par de días para la boda.— Dijo Adam con una amplia sonrisa. Estaba sosteniendo unas cajas que contenían en su interior una variedad de platos y cubiertos metálicos que había ordenado para la boda.—¿Estás seguro que te gustaría casarte conmigo, Adam?— Preguntó Michelle, —¿Qué crees tú que pase cuando todo salga a la luz? Tarde o temprano todos se van a enterar que mi bebé es de Álvaro.—Eso no va a pasar. Yo te lo garantizo.— Le dije él, dejando la caja en su lugar.Michelle no dijo nada más. Ella se sentó a orillas de la cama, observando el panorama de la habitación. Estaba pensativa y en su mente estaba ese fugaz momento en el que su mano y la de Adam, se tocaron hace días mientras intentaron subirle volumen a la música.—Adam, ¿Podemos hablar un momento?— La enfermera se asomo por el marco de la puerta. Michelle la había reconocido ese día que regreso, —Necesito hacerte algunos exámenes médicos.—Esperame en mi oficina, Tania.— Dijo Adam con amabilidad, —Baj
—Yo recuerdo que cuando salí no estaba está barra de chocolate aquí.— Ella todavía la estaba observando con confusión. Era extraño para ella y lo último que pensó era que quizás a Michelle se le cayó y no se percato.Observó a Adam por última vez, estaba dormido sobre su cama. Salió de la habitación para reunirse con Gaspar en su oficina. Él la estaba esperando en compañía de Erika Hall. Al entrar se sentó en la silla de mecanismo basculante que estaba libre.—Me preocupa la situación.— Dijo Gaspar, apoyando sus manos sobre el escritorio, —¿Crees que Adam algún día logre sanarse de ese maldito tumor cardíaco?—No sabemos con certeza si es posible o no. Pero estare trabajando en eso y ver si sucede un milagro.— Contestó Tania. Erika la miro por unos segundos, —Adam tiene que guardar reposo y evitar el estrés o a realizar cualquier esfuerzo físico.—Adam es un hombre que no le gusta quedarse de brazos cruzados y sin hacer nada. Le encanta realizar oficios.— Dijo Erika, —Será sumamente co
—¿No crees que estamos haciendo las cosas demasiado rápido?— Le preguntó Michelle.—Creeme que estoy pensando lo mismo que tú.— Dijo Adam, —Pero es que las cosas se han salido de control y lo mejor es que hagamos la boda lo más pronto posible.Michelle se quedó en silencio. Estaba pensativa por la idea de Adam de querer adelantar la boda. Por alguna razón él quería adelantar todo y no esperar más tiempo.—¿Y para cuándo quieres que pongamos la boda?— Le preguntó ella.—Si es posible en máximo tres días. No podemos esperar más tiempo, Michelle.— Dijo Adam.—Entonces en máximo tres días nos vamos a casar.— Ella se quedó pensativa, —¿Ya los integrantes de tu familia lo saben?—Todavía no lo saben. Pero ya en breve lo sabrán.— Dijo él.^_________^Unas horas más tarde Adam Lombardi ya estaba estable de salud. Ya podía levantarse de su cama y las medicinas que le había aplicado la enfermera Tania, le estaban ayudando mucho para combatir los dolores de su enfermedad. Había reunid