Narra Brooke Turner El semáforo está en verde y el tonto que tengo delante de mí no avanza. Tocó varias veces el claxon, queriendo que se mueva para llegar pronto a casa, porque si todo sale según lo planeado, hoy podré dar una sorpresa que he preparado hace unos días ya. Tocó el claxon con fuerza, como si esta acción pudiera hacer que la persona que está delante de mí avance, en vez de eso, logro que abra la ventanilla y me saque el dedo del medio para burlarse. El supermercado estaba atiborrado de personas y me tardé más de lo que tenía pensado, solo espero poder llegar a tiempo para hacer lo que deseo.La fila al fin avanza y yo trato de controlarme para mantener el límite de velocidad.«Vamos Brooke, estás cerca» pienso para mí.Estoy solo a una calle de distancia cuando mi teléfono comienza a sonar, veo la pantalla y me doy cuenta de que es mi madre, sé que no debería contestar pero ya extraño a mi pequeño y de seguro es él quien quiere hablar conmigo. Lo tomo justo cuando est
Brooke TurnerLa pregunta queda en el aire, y es que yo nunca pensé que él llegara a este extremo, que hiciese algo tan vil y bajo como esto.—Ganas no me faltan —se para cerca de mí, prácticamente respirandome en la cara para intimidarme, pero él no sabe lo que es capaz de hacer una mujer herida. —¡Pégame! —hablo en voz alta —Si es lo que tanto quieres, veamos si eres tan machito para pegarme, ¡Pégame carajo! —me desgarro la garganta gritando mientras veo que su respiración se vuelve pesada y su pecho sube y baja. La ira, la rabia y la decepción se apodera de mí, no pienso ni razono y tampoco quiero hacerlo, quiero dejarme llevar por el impulso que siento ahora, quiero actuar. Las manos me tiemblan y no mido las consecuencias cuando tomo la lámpara de la mesa y se la estrello en la cabeza, haciendo que se tambalee.—Si tu no lo haces entonces yo sí —le digo mientras me abalanzo sobre ella estampando un puño en su falsa nariz, haciéndola sangrar, voy a lanzar otro golpe cuando él me
Brooke TurnerMi pecho sube y baja, mis manos duelen con cada golpe que propino al volante, pero la rabia que hay en mi sigue intacta. Necesito llegar a casa de Loralaine, mi amiga y mi abogada, para que termine el procedimiento llevando los papeles a notaría y encargándose de lo demás. Intento encender el auto y no funciona y sé que no lo hará.«¡No puede ser! Lo que me faltaba».—¡Demonios! No puedo quedarme aquí y ni siquiera tengo mi celular para llamar una grúa.Recojo mis cosas y me bajo del auto. Comienzo a caminar a paso apresurado, intentando buscar un taxi o un autobús, lo primero que pase pero hoy, las calles están desiertas. Tomo mis llaves y mi cartera con fuerza, ya es muy tarde, veo una figura enfrente pero no distingo quién demonios es y mis sentidos se ponen en alerta.Sigo mi camino ya que a lo lejos veo una parada de autobuses, pero no dejo de mirar a los lados para ver si algún taxi se acerca, siendo este un intento fallido porque lo único que veo son algunos au
Brooke Turner Ayer fue un día terrible, si no fuese por Loralaine, quien me brindó calma y asesoría, no estuviese tan serena como me encuentro ahora. Llegar a una casa vacía en dónde habían sucedido tantas cosas, me quebró por un momento, pero sorprendentemente lo único que quise fue limpiar profundamente cada rincón tratando de borrar la presencia de ambos traidores, dormí poco, pero me sentí satisfecha con lo que hice. La grúa busco mi auto donde se quedó y lo dejó en el taller mecánico, ahora debo ir en taxi hasta el edificio donde se encuentra el consejo administrativo del negocio de la joyería.Estoy nerviosa, todos los que conforman la junta directiva son unos machistas del carajo, y sé qué la idea de ver a una mujer es quien va a dirigir el negocio, no les gustará para nada.Llego al edificio y entro con el mentón en alto, yendo directamente a la oficina presidencial. Las personas me ven de arriba abajo ya que la mayoría me reconoce y saben que soy de aparecer poco por aquí.
Brooke TurnerDespués de todo el caos de ayer, hoy por fin voy a la empresa a tomar el lugar que me pertenece. Llego al edificio y veo que todo es un desastre, no sé qué carajos pasa pero nadie está en su lugar y si esto, es una especie de sublevación, voy a tener que demostrarles que hablo en serio, que vengo a dirigir esta empresa y si tengo que empezar a cortar cabezas para demostrar mi punto, voy a hacerlo. Voy hasta mi oficina y veo a varias personas allí, incluso, hay uno que está revisando mi computador y cuando llego Ned clava la mirada en mí, odio que esté aquí, odio que no esté mínimo tras las rejas pero me toca aguantarlo, me mira fijamente y me señala. —Aquí estás, ahora sí vas a darnos varias explicaciones —ruge molesto mientras que yo frunzo el ceño confundida.—¿De qué estás hablando? No entiendo.—Sí claro, hazte la inocente ahora, ¿Para esto querías la empresa? ¿Está es tu venganza? ¿Tirar por la borda lo que por tres años me ha costado construir? ¿¡Eso quieres!? —h
Brooke Turner No pude pegar ni un ojo en toda la noche a causa de la ansiedad que tengo, porque sinceramente estoy poniendo todas mis esperanzas en esta alianza, y no puede salir mal.Al fin con mi auto me dirijo a la Corporación Diamond, con la firme convicción de ser escuchada. Llego a la entrada del lujoso edificio y noto que a todas las personas que entran de visitantes las buscan en una lista. «¡Joder! ¿Acaso no puedes entrar si no eres invitado?».Finjo revisar mi celular mientras observo como rechazan la entrada a dos personas y no puedo permitir que eso me suceda a mi.Pienso rápido y me meto en el papel de secretaria apurada. Saco los documentos de mi maletín y lo escondo para que no lo noten mientras camino a paso apresurado hacia donde ellos están.Voy a pasar como si nada y me detienen. —Señorita, ¿Hacia dónde se dirige?—Voy a entregarle esto al equipo de diseño —digo como si nada e intento avanzar pero me detienen.—¿Tiene cita para hoy? —¿Había que hacer cita? —los
Brooke TurnerDesde que me aceptaron la propuesta el trabajo es sumamente excesivo, no dejo ni admito la ayuda de nadie porque son mis diseños y nadie los conoce más que yo y sinceramente no confío en absolutamente nadie aquí, no sé cuántos aliados tenga Ernesto que quieran arruinar mis planes. Le pedí a mis padres que se quedarán otros días con mi niño y les expliqué medianamente la situación, ellos comprendieron y gustosos aceptaron. Ahora, han pasado días en los que soy la primera en llegar y la última en irme de la empresa, por las noches no puedo dormir porque la ansiedad de saber lo que me espera el día siguiente, me sobrepasa.Normalmente paso por alto algunas comidas, nada hecho a propósito, pero las ocupaciones del día a día me lo impiden, ahora, vivo a base de café y snacks, ni siquiera recuerdo cuándo fué la última comida decente que tuve. Mi estómago gruñe a la par de que un dolor intenso se hace presente. Me alejo un poco de la computadora y me encojo sosteniéndome cua
Alessandro Ferrara.Tenerla cerca es una completa tortura, no entiendo como ella puede ser tan buena actriz pero la rabia que siento al tenerla cerca, me hace seguirle el juego.Han pasado tres días desde la última vez que la ví, desde que la tuve tan cerca y ya me estoy desesperando. La información que me dan acerca de ella es escasa, puesto que lo único que ha hecho estos días es trabajar y trabajar. Tengo las fotos que me trajeron del día de ayer, todos los días me entregan un reporte de cada uno de sus movimientos con fotografías y se nota cansada, más de la cuenta.Miro la foto detenidamente pensando en tantas cosas, rememorando el pasado.¡Basta! No sé qué demonios me pasa, pero sé que quiero tenerla cerca, ¿Con qué fin? Ni yo mismo lo sé, porque estar a centímetros de ella y cruzar un par de palabras causó cosas en mí que creí inexistentes.¿Por qué estoy confundido? ¿Por qué cuestiono el fin de estar cerca de ella? Si claramente lo único que quiero es venganza.Estoy claro