Alessandro Ferrara.Tenerla cerca es una completa tortura, no entiendo como ella puede ser tan buena actriz pero la rabia que siento al tenerla cerca, me hace seguirle el juego.Han pasado tres días desde la última vez que la ví, desde que la tuve tan cerca y ya me estoy desesperando. La información que me dan acerca de ella es escasa, puesto que lo único que ha hecho estos días es trabajar y trabajar. Tengo las fotos que me trajeron del día de ayer, todos los días me entregan un reporte de cada uno de sus movimientos con fotografías y se nota cansada, más de la cuenta.Miro la foto detenidamente pensando en tantas cosas, rememorando el pasado.¡Basta! No sé qué demonios me pasa, pero sé que quiero tenerla cerca, ¿Con qué fin? Ni yo mismo lo sé, porque estar a centímetros de ella y cruzar un par de palabras causó cosas en mí que creí inexistentes.¿Por qué estoy confundido? ¿Por qué cuestiono el fin de estar cerca de ella? Si claramente lo único que quiero es venganza.Estoy claro
Alessandro Ferrara.Las horas del día han sido tortuosas pero el momento de ir a joderle la vida a mi nuevo juguete, voy a disfrutarlo. Es muy probable que lo encuentre a él y es lo que menos quiero, al menos no en este momento, no es el tiempo, por eso tomo mi teléfono y con tan solo una llamada sé bien quién está y quién no, tener no solo a uno sino a varias personas infiltradas en esa empresa, me ha brindado la oportunidad de saber cada jodido paso que dan cada uno de ellos. Porque cuando digo que esta vez vengo con todo, es porque estoy dispuesto a demostrarle a Brooke Turner lo que una vez le conté y le pareció algo absurdo, ella conocerá mi ira en su máximo esplendor.Voy rumbo a la empresa donde ella ahora es la presidenta y como inversionista de la nueva colección de joyas que lanzarán al mercado, tengo la excusa para aparecerme.Decido ir en mi auto, solo, aunque a los idiotas que tengo tras de mí no les guste la idea por el tema de la seguridad, pero en esta ciudad pocos m
Brooke Turner.El mal nacido se va, dejándome aquí, con las ganas de mandarlo al carajo atragantadas en garganta.Las veces que lo he visto, me pareció que era una persona nada agradable, pero cuando tuve la oportunidad de cruzar palabras con él, me pareció lo contrario. Ahora, me demuestra que tuve razón desde el principio, Alessandro Ferrara es de cuidado, no es alguien con quién se pueda tratar fácilmente y puedo darme cuenta que se está aprovechando de su posición.Sabe que la compañía necesita del dinero que invertirá en la nueva colección, por eso se cree Todopoderoso.Pero conmigo se ha encontrado con un muro, si está acostumbrado a que las personas le rindan pleitesía, conmigo está equivocado porque me cansé de ser pisoteada y de sentirme menos por causa de los demás, ya no más, eso no volverá a pasar.Me pongo a pensar en cómo demonios le diré otra vez a mi pequeño que su mamá no llegará a tiempo y me rompe el corazón decepcionarlo, me hace tanta falta, el pobre ni siquiera
Brooke Turner.Me quedo paralizada, en blanco. Sé que debería actuar, qué debería hacer algo pero me quedo aquí, tiesa, procesando todo lo que está pasando mientras el hombre que acaba de llegar derriba y muele a golpes a Ernesto. Debería correr, debería irme, pero aquí estoy, sin tener ningún tipo de reacción.Veo una pequeña bolsa de comida tirada en el suelo y mi cerebro intenta procesar que carajos hace eso allí.El hombre se separa de Ernesto y puedo ver su rostro manchado de sangre, el pánico de que lo haya matado bajo mis propios ojos, se une al miedo que tenía hace un momento y mi cuerpo comienza a temblar.El hombre, de mirada oscura y fría, posa sus ojos en mí y en su ojos no encuentro nada. Solo un vacío intenso y una oscuridad infinita.Tiemblo mientras retrocedo, no lo conozco, no tengo la menor idea de quién es pero ha llegado en el momento indicado para evitar mi desgracia y ocasionar otra. —Señora Turner —habla con calma —venga conmigo. Niego mientras retrocedo.—No
Brooke Turner.Escucho ruidos a mi alrededor pero no abro los ojos. Siento que la cabeza me va a estallar e imagino que es producto del estrés y cansancio que he tenido estos días.Escucho como mueven unas cosas mientras me digo a mi misma que quiero dormir cinco minutos más y me doy media vuelta para acomodarme mejor y seguir en los brazos de Morfeo. «¿Ruidos?» mi cerebro se detiene a pensar. «¿De dónde carajos vienen esos ruidos si yo estoy viviendo sola?».Abro los ojos de golpe y debo cerrarlos otra vez cuando noto la luz que me molesta, esta vez lo hago poco a poco, mientras me incorporo en una habitación que no es la mía.«¿Dónde carajos estoy y cómo llegué aquí?» es la pregunta que ronda en mi cabeza mientras intento calmarme.—Buenos días señora —me saluda una mucama— que bueno que despertó, el señor la espera para desayunar.«¿El señor? ¡Joder! ¿En qué mierda te metiste Brooke?».Cierro los ojos intentando recordar cómo carajos llegué aquí y los recuerdos de lo que pasó la
Alessandro Ferrara.La noche anterior fue una completa mierda.No solo por el hecho de que estoy acostumbrado a mi comodidad y haya tenido que dormir, por decirlo de algún modo, en una habitación de huéspedes. Bueno, si es que se le puede llamar dormir a estar acostado mirando al techo, sabiendo que la mujer que fué el amor de tu vida está durmiendo a escasos metros de ti. Después que se fué el médico que insistí en que la revisara y le diera algún tipo de calmante, me quedé con ella por unos minutos.Verla dormir en la cama que dormirnos una vez, porque sí, con ella vine a esta casa solo una vez pero recuerdo que a pesar de todo el trabajo que tenía pendiente, fue una noche magnífica.Pero ya tuve esta pelea interna y no vale la pena seguir así. No más, lo conveniente es mantener todo enterrado, porque lo que una vez sentí por ella está muerto, por eso está bajo tierra. Intento leer un poco, pero mi mente no tiene tranquilidad y me pongo en pie, en búsqueda de la habitación simila
Brooke Turner.Él se va, dejándome sola aquí en la mesa y no entiendo por qué.Alessandro Ferrara parece un hombre de clase y educado pero cuando está conmigo es el patán más grande que he conocido, claro, después de mi ex marido.Me atraganto con la tostada y me tomo de golpe el jugo de naranja que tengo en frente.Me levanto, recojo mis cosas en busca de la salida que no sé dónde carajos está, hasta que la mujer que estaba en la habitación donde desperté, me hace señas y sigo el pasillo que da a una amplia puerta principal.Fuera me espera el hombre que me trajo hasta aquí y le doy una mirada de arriba abajo, me detengo cuando paso a su lado. —¿En serio no podía decirme que trabajaba para este hombre y evitar tanto drama? —le pregunto un poco molesta. El tipo se encoge de hombros pero no dice nada más y me abre la puerta de la camioneta para que suba. Adentro se encuentra Alessandro, con unos lentes de sol oscuros, cómo si los necesitara aquí dentro, revisando su móvil. Me subo
Alessandro Ferrara.Y el Oscar a mejor actriz de Drama es para Brooke Turner.Eso es lo que quiero decirle, no puedo creer que después que fuí vulnerable por un momento, ella se mantenga tan inexpresiva e inerte ante la situación.Me jode haber caído en su juego, haber recordado ese doloroso momento. Fui un idiota al creer que me serviría de algo el intentar ser algo más vulnerable, pensé que al fin obtendría una respuesta de su parte, pero no.Creí que esas viejas heridas habían sanado completamente, pero hablarle de lo que un día sentí por ella y que ella no demostrara siquiera lástima, que tampoco es que quiero, pero me hubiese gustado ver, o arrepentimiento alguno aunque sea, pero no, se ha mostrado como una desgraciada sin sentimientos.Verla de tal forma me hace odiar cada maldito momento que vivimos, cada te amo, cada beso y cada caricia. Me doy cuenta que no es real.—Señor… —Leo interrumpe mis pensamientos— Yo no quería decir nada y si usted quiere me despide —frunzo el ceñ