Brooke Turner No pude pegar ni un ojo en toda la noche a causa de la ansiedad que tengo, porque sinceramente estoy poniendo todas mis esperanzas en esta alianza, y no puede salir mal.Al fin con mi auto me dirijo a la Corporación Diamond, con la firme convicción de ser escuchada. Llego a la entrada del lujoso edificio y noto que a todas las personas que entran de visitantes las buscan en una lista. «¡Joder! ¿Acaso no puedes entrar si no eres invitado?».Finjo revisar mi celular mientras observo como rechazan la entrada a dos personas y no puedo permitir que eso me suceda a mi.Pienso rápido y me meto en el papel de secretaria apurada. Saco los documentos de mi maletín y lo escondo para que no lo noten mientras camino a paso apresurado hacia donde ellos están.Voy a pasar como si nada y me detienen. —Señorita, ¿Hacia dónde se dirige?—Voy a entregarle esto al equipo de diseño —digo como si nada e intento avanzar pero me detienen.—¿Tiene cita para hoy? —¿Había que hacer cita? —los
Brooke TurnerDesde que me aceptaron la propuesta el trabajo es sumamente excesivo, no dejo ni admito la ayuda de nadie porque son mis diseños y nadie los conoce más que yo y sinceramente no confío en absolutamente nadie aquí, no sé cuántos aliados tenga Ernesto que quieran arruinar mis planes. Le pedí a mis padres que se quedarán otros días con mi niño y les expliqué medianamente la situación, ellos comprendieron y gustosos aceptaron. Ahora, han pasado días en los que soy la primera en llegar y la última en irme de la empresa, por las noches no puedo dormir porque la ansiedad de saber lo que me espera el día siguiente, me sobrepasa.Normalmente paso por alto algunas comidas, nada hecho a propósito, pero las ocupaciones del día a día me lo impiden, ahora, vivo a base de café y snacks, ni siquiera recuerdo cuándo fué la última comida decente que tuve. Mi estómago gruñe a la par de que un dolor intenso se hace presente. Me alejo un poco de la computadora y me encojo sosteniéndome cua
Alessandro Ferrara.Tenerla cerca es una completa tortura, no entiendo como ella puede ser tan buena actriz pero la rabia que siento al tenerla cerca, me hace seguirle el juego.Han pasado tres días desde la última vez que la ví, desde que la tuve tan cerca y ya me estoy desesperando. La información que me dan acerca de ella es escasa, puesto que lo único que ha hecho estos días es trabajar y trabajar. Tengo las fotos que me trajeron del día de ayer, todos los días me entregan un reporte de cada uno de sus movimientos con fotografías y se nota cansada, más de la cuenta.Miro la foto detenidamente pensando en tantas cosas, rememorando el pasado.¡Basta! No sé qué demonios me pasa, pero sé que quiero tenerla cerca, ¿Con qué fin? Ni yo mismo lo sé, porque estar a centímetros de ella y cruzar un par de palabras causó cosas en mí que creí inexistentes.¿Por qué estoy confundido? ¿Por qué cuestiono el fin de estar cerca de ella? Si claramente lo único que quiero es venganza.Estoy claro
Alessandro Ferrara.Las horas del día han sido tortuosas pero el momento de ir a joderle la vida a mi nuevo juguete, voy a disfrutarlo. Es muy probable que lo encuentre a él y es lo que menos quiero, al menos no en este momento, no es el tiempo, por eso tomo mi teléfono y con tan solo una llamada sé bien quién está y quién no, tener no solo a uno sino a varias personas infiltradas en esa empresa, me ha brindado la oportunidad de saber cada jodido paso que dan cada uno de ellos. Porque cuando digo que esta vez vengo con todo, es porque estoy dispuesto a demostrarle a Brooke Turner lo que una vez le conté y le pareció algo absurdo, ella conocerá mi ira en su máximo esplendor.Voy rumbo a la empresa donde ella ahora es la presidenta y como inversionista de la nueva colección de joyas que lanzarán al mercado, tengo la excusa para aparecerme.Decido ir en mi auto, solo, aunque a los idiotas que tengo tras de mí no les guste la idea por el tema de la seguridad, pero en esta ciudad pocos m
Brooke Turner.El mal nacido se va, dejándome aquí, con las ganas de mandarlo al carajo atragantadas en garganta.Las veces que lo he visto, me pareció que era una persona nada agradable, pero cuando tuve la oportunidad de cruzar palabras con él, me pareció lo contrario. Ahora, me demuestra que tuve razón desde el principio, Alessandro Ferrara es de cuidado, no es alguien con quién se pueda tratar fácilmente y puedo darme cuenta que se está aprovechando de su posición.Sabe que la compañía necesita del dinero que invertirá en la nueva colección, por eso se cree Todopoderoso.Pero conmigo se ha encontrado con un muro, si está acostumbrado a que las personas le rindan pleitesía, conmigo está equivocado porque me cansé de ser pisoteada y de sentirme menos por causa de los demás, ya no más, eso no volverá a pasar.Me pongo a pensar en cómo demonios le diré otra vez a mi pequeño que su mamá no llegará a tiempo y me rompe el corazón decepcionarlo, me hace tanta falta, el pobre ni siquiera
Brooke Turner.Me quedo paralizada, en blanco. Sé que debería actuar, qué debería hacer algo pero me quedo aquí, tiesa, procesando todo lo que está pasando mientras el hombre que acaba de llegar derriba y muele a golpes a Ernesto. Debería correr, debería irme, pero aquí estoy, sin tener ningún tipo de reacción.Veo una pequeña bolsa de comida tirada en el suelo y mi cerebro intenta procesar que carajos hace eso allí.El hombre se separa de Ernesto y puedo ver su rostro manchado de sangre, el pánico de que lo haya matado bajo mis propios ojos, se une al miedo que tenía hace un momento y mi cuerpo comienza a temblar.El hombre, de mirada oscura y fría, posa sus ojos en mí y en su ojos no encuentro nada. Solo un vacío intenso y una oscuridad infinita.Tiemblo mientras retrocedo, no lo conozco, no tengo la menor idea de quién es pero ha llegado en el momento indicado para evitar mi desgracia y ocasionar otra. —Señora Turner —habla con calma —venga conmigo. Niego mientras retrocedo.—No
Brooke Turner.Escucho ruidos a mi alrededor pero no abro los ojos. Siento que la cabeza me va a estallar e imagino que es producto del estrés y cansancio que he tenido estos días.Escucho como mueven unas cosas mientras me digo a mi misma que quiero dormir cinco minutos más y me doy media vuelta para acomodarme mejor y seguir en los brazos de Morfeo. «¿Ruidos?» mi cerebro se detiene a pensar. «¿De dónde carajos vienen esos ruidos si yo estoy viviendo sola?».Abro los ojos de golpe y debo cerrarlos otra vez cuando noto la luz que me molesta, esta vez lo hago poco a poco, mientras me incorporo en una habitación que no es la mía.«¿Dónde carajos estoy y cómo llegué aquí?» es la pregunta que ronda en mi cabeza mientras intento calmarme.—Buenos días señora —me saluda una mucama— que bueno que despertó, el señor la espera para desayunar.«¿El señor? ¡Joder! ¿En qué mierda te metiste Brooke?».Cierro los ojos intentando recordar cómo carajos llegué aquí y los recuerdos de lo que pasó la
Alessandro Ferrara.La noche anterior fue una completa mierda.No solo por el hecho de que estoy acostumbrado a mi comodidad y haya tenido que dormir, por decirlo de algún modo, en una habitación de huéspedes. Bueno, si es que se le puede llamar dormir a estar acostado mirando al techo, sabiendo que la mujer que fué el amor de tu vida está durmiendo a escasos metros de ti. Después que se fué el médico que insistí en que la revisara y le diera algún tipo de calmante, me quedé con ella por unos minutos.Verla dormir en la cama que dormirnos una vez, porque sí, con ella vine a esta casa solo una vez pero recuerdo que a pesar de todo el trabajo que tenía pendiente, fue una noche magnífica.Pero ya tuve esta pelea interna y no vale la pena seguir así. No más, lo conveniente es mantener todo enterrado, porque lo que una vez sentí por ella está muerto, por eso está bajo tierra. Intento leer un poco, pero mi mente no tiene tranquilidad y me pongo en pie, en búsqueda de la habitación simila