Heradise, uno de los cuatro universos existentes en el cosmos. Un universo redimido tras proteger a una raza que en sus tiempos antiguos fue la única predominante. Una raza inteligente, ingeniosa y fuerte, pero codiciosa, avara, injusta y egoísta.
Tras la poderosa guerra entre Heradise y Luvixia, los Ángeles y las demás razas no esperaban que Kaleb y sus comandantes decidirían llevar un asedio paralelo al primordial, mientras él y sus comandantes más hábiles atacaban a Gilius con deseos de cumplir su meta. Los otros comandantes atacaban los demás reinos y ciudades desligadas a estas para gobernarlas a la fuerza. A base de asedios, muertes y conquistas.
Los nueve comandantes permanecían sentados alrededor de su líder, Kaleb. Esperaban que su amado padre y gobernante decidiera los siguientes pasos a seguir para obtener lo que él tanto deseaba, sin importar a quien afectara; el claro ejemplo de un amor ciego. Kaleb miraba el mapa universal de Heradise mientras formulaba la estrategia en su cabeza, eran muchas variables, muchos lugares habitados fuera de los reinos, no podía dejar de admitir que la recreación de Génesis era increíble.
—Feyre, Zyphon y Roux, juntos comandaran el ataque a Faris. Orquesten todo bajo las sombras, no ataquen a menos que lo consideren necesario. También pueden asediar otras ciudades del universo, todos están en el derecho de hacerlo si lo pueden hacer.
—Entendido —asintieron juntos.
—Los asedios empezarán dentro de algunos años, preparen sus tropas y todo lo que necesiten. Sitara y Kreiger, comandarán el ataque con el apoyo estratégico de Xhayn lo que queda de Gilius. Azriel y Devika, me apoyarán para atacar el reino que tantos problemas nos ha dado. Al fin descubrí su ubicación —sonrió con malicia.
—Lord, ¿y yo? —Preguntó Draken.
—Draken —esbozó una sonrisa más larga, detonando una malicia increíble—, mi voraz comandante. Conozco tu apetito incontrolable y tu afán por ser el lobo solitario de tus compañeros, por lo que te encargo atacar el reino de Terra tú solo, con la compañía de tu propio ejército.
El bestrayo reptiliano esbozó una tétrica sonrisa, mostrando su letal cadena de colmillos con malicia y euforia.
—Será todo un placer, Lord —hizo una pequeña reverencia.El bestrayo desapareció entre las sombras, mientras los demás comandantes espectaban a Kaleb. Había enviado a una bestia a devorar al reino que no tiene la remota idea de que algo existe fuera de su mundo. Devika analizaba todo lo que sucedía y le parecía injusto, la curandera guerrera se sentía incómoda con la decisión. A pesar de querer a su creador, era consciente de que hacía mal las cosas, por lo que no dudó en desaparecer del salón.
Un año después de la decisión, Draken empezó sus planes de conquista en Terra, llevando a sus poderosos bestrayos y guerreros a una batalla que, sin empezar, tenía su victoria sobre ella, era un ataque injusto y sucio, mas eso no le importaba. Arrasando con la vida normal y ajena al estrés de la guerra de una chica sueca, Violet. Obligándola a realizar hazañas contra pronósticos.
/*Nota del Autor*/
¡Gracias por sentir interés en esta novela! La saga Heradise ha sido mi proyecto personal más ambicioso, y este es el tercer libro de la saga. Espero que te guste demasiado y estaría agradecido de leer tus opiniones en los comentarios.
El cielo pintaba hermoso ese día. En los Estados Unidos, el clima de primavera me atraía demasiado, solía visitar frecuentemente los parques y bosques para apreciar el fenómeno que ocurre una vez al año. Además, en cinco días era mi cumpleaños y estaba impaciente porque por fin podría volver a mi tierra natal, Suecia. En esos tiempos, tenía 18 años y estudiaba medicina en la universidad de Harvard, gracias a un examen en el cual clasifiqué hace dos años.Recién salía del segundo bloque de clases y mis amigos me esperaban afuera entre risas y bromas, la vida normal de un joven universitario.—¡Violet! ¿Por qué siempre acostumbras salir de última? No podemos esperarte todo el día.Comentó Rachel, con su falsa voz chillona.—No lo sé, cariño.Rodeé los ojos divertida por su f
Recuerdo perfectamente cómo era todo antes de que esto pasara, a pesar de los malos ratos, era lindo convivir con ellos.Caminaba tranquilamente al salón de clases que me correspondía a primera hora del día y me parecía un poco extraño que todos voltearan a verme y susurraran entre sí, no comprendía qué sucedía y tener tantas miradas sobre mí me incomodaba bastante. Miré mi celular y apareció una notificación emergente, era un mensaje de Rachel.“Vi, lo siento tanto”, decía el mensaje acompañado por un emoji de arrepentimiento. La situación me incomodaba mucho más por lo que sucedía respecto a ese extraño mensaje de Rachel. Mis pies tocaron el piso del salón y pude observar algo que me dejó bastante asustada, la silla que me correspondía no estaba de la manera que debería estarlo. Es
"Todo el tiempo, estuve rodeada de personas que me amaron, ahora; se siente extraño. ¿Qué pasó con todo ello? ¿En qué momento boté todo a la basura?"—¡PAPÁ, MAMÁ!Mis gritos eran el único sonido en la habitación. Los dos chicos que sostenían mis manos con calidez y fuerza me veían con dolor y preocupación, especialmente mi hermano mayor. Nuestros padres se encontraban en la zona de guerra y no sabíamos qué carajos hacer. Estábamos en una situación preocupante y fuera de cualquier experiencia que hubiésemos vivido con antelación, sólo quería llorar de la desesperación. Mis piernas temblaban y caí de rodillas mientras veía estáticamente lo que reproducían en las noticias. Eran unos bestias humanoides extraños, poseían caracter&
De él aprendí bastante, mucho; me atrevería a decir. Sin embargo… que idiota fui.~19 de diciembre de 2032~Las cosas habían cambiado bastante desde que esto inició, el entrenamiento sin duda nos sacó toda la energía que poseíamos diariamente, era increíble ver cómo al día uno o dos se iban del proyecto con rostros llenos de auto desprecio tras no ser capaces de llevar semejante peso en sus hombros. Claro, nada era fácil, las repeticiones superaban tres dígitos; el entrenamiento no tenía casi ninguna diferencia con el entrenamiento del ejército. A pesar de tanto caos, nosotros logramos superar todo ese problema. El entrenamiento duraba 8 meses y ya habíamos culminado el 70% del mismo.—Tierra llamando a Vi, ¡¿estás ahí?! —exclamó August, quien se había tomado la moles
[***]VioletLos dormitorios poseían un diseño moderno demasiado agradable, para ser de una instalación bélica, tras colocar todas mis pertenencias en un lugar, me acosté y aspiré profundamente. Necesitaba descansar un poco del viaje, fue muy agobiante, pero Rachel se veía animada.—Nos vemos luego, Vi —dijo con una pequeña sonrisa y cruzó el umbral de la entrada. Quedé dubitativa por su acción, pero lo ignoré tras escuchar unos cuantos golpes en la puerta. «Seguro olvidó sus llaves, dejaría de ser…»—Violet, ¿estás ahí? —preguntó August, interrumpiendo mis pensamientos.—Sí, ya voy —respondí mientras me levantaba para dejarle pasar.Su linda sonrisa fue lo primero que mis ojos captaron y mi rostro no dilató e
Nuestra primera misión, moría de nervios por lo que pudiese pasar. Odiaba sentirme así en todos esos momentos, pero al final fue lo que me ha salvado la vida todos estos años.~22 de diciembre de 2032~00:35Habían pasado 20 minutos desde que habíamos llegado a una posición oscura e indetectable de la costa de Suecia, pasando desapercibidos de la atención de los bestrayos o al menos eso queríamos creer. La mejor idea que pudo tener el Mayor fue llegar a la costa norte de Suecia a través de un submarino y salir a la superficie desprotegidos para evitar que ellos supiesen la ubicación del submarino. Estaba cerca de operar mi primera misión como soldado, en busca de proteger y principalmente; salvar a mis padres. Uno de los motivos por los que había ingresado a medicina era porque siempre sentí el deseo de servir a los demás y alejar el e
Habíamos recorrido 11 kilómetros en un camión blindado que trabajaba con la energía del cristal. Era uno de los avances logrados por los rusos y era extremadamente bueno. Hacía poco ruido y el vehículo no requería de neumáticos, levitaba con campos electromagnéticos. Antes de subirnos, tuvimos que recorrer 500 metros para llegar a la ubicación en el que el helicóptero de carga podía dejar el vehículo.—Violet Norlin —llamó el Mayor.—¿Sí, Mayor? —contesté con la interrogante de porqué me llamaba directamente por mi nombre.—Conozco a las personas que ingresan al ejercito por convicciones lejanas a las normales. Tú vienes aquí por motivos personales —explicó mientras jugaba con su cuchillo de combate en el asiento del copiloto, y yo admiraba una cicatriz que surcaba su mejilla izquie
"… aún pienso que fue un completo error arrastrarlos a esto."En el instante que vi por primera vez a un bestrayo, supe que estos poseerían instintos más desarrollados que nosotros, que tendrían sentidos y habilidades mejores que las nuestras, que sus instintos animales sobrepasarían nuestras expectativas; pero nunca me detuve a pensar en sus hormonas. Son unos malditos perversos.—¡Déjenla, malditas bestias de mierda! —gritaba Arthur, invadido totalmente por la rabia. Sus ojos destellaban ira y su mandíbula permanecía tensa todo el tiempo, mientras disparaba con su pistola y atacaba directamente con su cuchillo. Usaba específicamente esas armas porque lo obligaban a acercarse a ellos y correr cierto riesgo; a cambio de hacerles mayor daño, no quería que se fueran rápidamente con una bala a la cabeza, no; él deseaba verlos sufrir «