— ¡Eres un monstruo, desgraciado te odio! – mi hermano se rehúsa a soltarme ya que sabe de lo que puedo ser capaz.
— ¡Deja la ridiculez Leila! – pone los ojos en blanco —. Te lo advertí, no lo niegues – forcejeo con James —, hice una acusación de violación. En este momento lo deben estar apaleando.
— ¡Voy a ir hasta allá para decir que no me secuestró una m****a! – Sonríe y mi rabia bulle tan fuerte que siento mareos — Jonás es inocente, él no me violó, de hecho… - mi hermano aprieta mi brazo en advertencia y decido no decir nada más al respecto — ¡te voy a dejar en ridículo y al maricón de Genaro también! – sus ojos se abren.
— ¿Maricón? Esa es una acusación muy fuerte ¿no crees pequeña? – dice burlón.
— ¡Es un marica y yo no soy tu pequeña! – Se carcajea — ¡Vete a la m****a papá o mejor aún…! – me suelto de los brazos de James y le planto cara, cerca, muy cerca — ¡Fóllat
Capítulo 103. Jonás. Su voz llega a mis oídos suave y temblorosa, lo primero que diviso es un moratón en su preciosa cara ¡ese maldito la golpeó! Rujo y golpeo más fuerte la reja y sé que en cualquier momento va a ceder, mi madre llora desesperada al verme fuera de control y mi padre… niega gruñendo. —¡No, te haces daño! – se acerca y niego. Mis ojos pican. —¡Vete de aquí Muñeca por favor! – por alguna razón no quiero que me vea así. —¡Jamás, estoy aquí para sacarte, pero debes calmarte! – solloza y dejo caer la cabeza sobre los barrotes con un golpe seco —. No te lastimes así por favor, me duele que lo hagas – su voz dulce y aterciopelada calma mi ira de inmediato —, quiero entrar, hay que curarte esas heridas – asiento. Mi madre se dirige hacia ella, mi Leila, mi Muñeca… mía. —¡Cielo graci
Tocan la puerta, maldigo en voz alta…La respiración de Leila es un verdadero caos y me fascina, su respuesta es avasalladora ante mi toque y cualquier roce. De nuevo la puerta. Ignoro el sonido.—Jonás, están tocando la puerta – jadea cuando froto mi hombría contra su sexo desnudo.—¡Abre la puerta Pequeño Demonio, necesitas tomarte los medicamentos! – quiero mandarlo a la mierda, pero no puedo porque Leila se molestará conmigo.La dejo libre y corre al baño con una bata de felpa en las manos.—¡Ya voy! – Necesito que mi erección baje un poco, me recompongo y salgo de la cama —¿qué quieres papá? – pregunto con toda la odiosidad que puedo.—Saber cómo estás por supuest
—¡Gracias por comprender que necesito conocerte! – me recuesto al cabecero de la cama.—Entiendo lo cotillas que son las chicas, su necesidad de saber todo es abrumadora – sonrío para quitarle hierro al asunto y ella frunce los labios —, sin embargo ¿estás segura que podrás con toda la mierda de mi pasado? – se muerde el labio inferior —¡prepárate para escuchar cosas terribles de mí, Muñeca! – Veo el estremecimiento de su cuerpo, no obstante… asiente —. Eres muy valiente.—Comencé a drogarme a los dieciséis y no me detuve hasta que encontré una chica muerta en mi cama, desangrada y con las muñecas destrozadas – cubre su boca y sus ojos se cristalizan de inmediato —¡Si Muñeca, es una porquería!>Mi vida n
Al hablar con mi hermano explicándole lo que tengo pensado hacer para mejorar la conducta de “mi novio”, me llamó lunática y suicida, pero accedió a ayudarme para que fuese feliz con él. La boda de mis padres se celebrará en dos semanas, eso sería más o menos la tercera semana de noviembre. Mi madre no para de llamarme y ni siquiera le contesto. Hemos ido esta semana a clases normales Jonás y yo, su estado de ánimo esta horrible y necesito que se relaje porque temo que cometa una locura.—¿Y si nos vamos a tu apartamento? – Jonás me mira como si fuese un extraterrestre.—¿Estás segura? Digo, después de lo que pasó con tu padre… ¡no lo sé! – su expresión de duda me hace sonreír.—No le temo a mi padre, si es lo que quie
Es un beso delicioso, sus labios se apoderan de los míos como si le pertenecieran y los quisiera conservar a toda costa. Lo hace profundo, urgente, necesitado. Su lengua juega con la mía, la somete, la libera y vuelve a la carga, mi cuerpo tiembla ante esa caricia, solo en mi boca. Mi sexo duele, se contrae ante el dominio que ejerce su boca en la mía, gimo desesperada por su toque, sus caricias. El deseo me arropa y arqueo la espalda para acercarme a él cuando rompe el beso, lloriqueo suplicante para que no se separe de mí, entonces sube a la cama cerniéndose sobre mi cuerpo, la toalla que lleva amarrada a la cintura cede, se deshace de ella quedando gloriosamente desnudo ante mi mirada codiciosa. La cabeza me da vueltas ante el hecho de tenerlo encima de mí aunque no se encuentre apoyado, su hombría erecta completamente no se separa de su abdomen que parece una tabla con grumos tintados preciosos, lo deseo, quiero que destruy
Me siento en las nubes, de igual forma me siento cagado de miedo porque no quiero lastimarla ya que poco a poco hemos tratado de acoplarnos a lo que nos rodea y espera dentro de esta, si es que se puede llamar “relación”, hay mucho que contar aun, pero yo estoy dispuesto. Estos últimos años mi vida ha sido sexo desenfrenado, alcohol y campeonatos, ya pasamos el de Soccer, quedamos en segundo lugar, falta el Campeonato de lucha y ese, si hay que ganarlo ya que los organizadores somos nosotros.A pesar de lo que me gusta el deporte sé que lo primordial deben ser mis estudios porque esta preciosidad que tengo durmiendo a mi lado piensa que el cerebro es el órgano más importante del cuerpo humano, si me lo hubiesen preguntado hace poco más de tres meses habría dicho que mi polla era lo más importante, pero ahora las cosas han tomado otro rumbo; tengo en quien pensar y ahora… debo gradu
Intento girar y no puedo. Me siento aplastada, incómoda y desorientada. Escucho un gruñido y vuelvo a la realidad, Jonás se encuentra encima de mi espalda impidiéndome el movimiento. No soy claustrofóbica, pero tener un peso muerto encima no es de mis sensaciones favoritas, eso es seguro. Me quejo y trato de separarme de él, aprieta su agarre ¡por Dios necesito ir al baño! Voy a tener que despertarlo porque mi vejiga va a explotar. —¿Jonás? ¡Jonás! – me remuevo, despierta o por lo menos eso creo. —¿Muñeca? – el mirar sus precisos ojos nublados hace que me arrepienta de haberlo movido —¿estás bien? – se incorpora rápidamente —¿te duele algo? ¡Dios, me dormí profundamente! – sonrío ante su expresión de angustia somnolienta. Tomo su rostro entre mis manos y beso sus labios, los saboreo con la lengua, ronronea, se frota contra mi cuerpo y me sujeta firmemente. —¡Tran
Mi vida siempre ha sido una soberana mierda, pero desde que la conocí es decir, desde que la vi por primera vez, nunca dejé de hacerlo. Mi lado oscuro corre a esconderse con toda la luz que ella irradia ¡es un puto sol!Jamás pensé que tener una relación con alguien sería tan satisfactorio y menos que valorar a alguien más que a mí mismo me agradaría tanto. Leila para mí es más que todo lo que habría querido en mi vida. Es mi ilusión, mi esperanza de no quedarme solo, como lo dije antes… mi luz.Siempre he valorado mucho más el sexo que a la persona con la cual lo he hecho, sin embargo ahora no puedo dejar de pensar en que ella está en mi vida, metida en mi piel, en mi cuerpo. Verla dormir últimamente se ha convertido en uno de mis entretenimientos y aunque parezca un acosador, no deseo dejar de hacerlo. Velar su sue&n