–Estoy tan feliz –sonreí viendo a todos desde el escenario –. Hace cinco años Collin y yo estuvimos frente al altar aceptando ser marido y mujer, apenas salía del instituto en uno de mis momentos más difíciles por la reciente pérdida de mi padre. Sin embargo los Fritz estuvieron ahí para apoyarnos, el señor Fritz –miré a mi suegro y él se levantó con orgullo –. Nos dio el apoyo que necesitamos en ese momento y yo le correspondí en cada momento al estar al lado de Collin, por eso ahora después de todos estos años –miré a mi esposo –. Finalmente puedo decirte, Collin… Quiero el divorcio.
La sonrisa de Collin desapareció, la música se detuvo, hubo un segundo de silencio antes que estallará en murmullos entre los invitados, los Fritz fueron los primeros en levantarse, mi madre estaba pálida, pero mi hermana fue quien se levantó y aplaudió, ella sabía el infierno que yo había vivido al lado de ese gili.pollas, había contado cada día, hora, minuto y hasta segundo deseando llegar a este momento, finalmente después de cinco años yo… Irina Ellen Vogel sería libre…
Hace cinco años…
–Irina, al menos sonríe, santo cielo niña, ¡Es tu boda!
Cerré los ojos y las lágrimas cayeron por mis mejillas, sentía que mi vida estaba a punto de acabar o tal vez ya había acabado hace tres meses cuando mi padre falleció, la noticia fue como una avalancha arrasando con todo lo bueno que había tenido, mi padre se había encargado de nosotras, de mi madre, de mi hermana pequeña y de mí, él siempre decía que mientras estuviera con nosotros, nada nos iba a faltar, pero ahora que se ha ido, todo nos hace falta.
–No quiero hacerlo, mamá.
–¡Te dije que no llores! –exclamó ella con un tono severo –. Has arruinado tu maquillaje otra vez, ya no tenemos tiempo para esto, Irina.
–Pero mamá…
–No podemos hacer nada más, la empresa está en la quiebra, los Fritz nos han ofrecido apoyarnos a cambió de tu matrimonio con su hijo, mira que no es tan malo, el chico es de tu edad y es guapo, por eso acepté, hasta puede ser una gran oportunidad para ti, vas a tener un esposo de buena familia, rico y guapo.
–Pues a mi me parece que estás vendiendo a tu hija –la voz de mi abuela se escuchó del sofá, ella había estado ahí todo el tiempo viendo como mi madre intentaba arreglarme.
–Tú hiciste lo mismo conmigo –reprochó mi madre –. Y mira lo bien que me fue con Boris, es una pena que nunca le pude dar un hijo varón.
–Y yo lamento haberte casado con él –contestó ella –. Boris no se merecía eso.
–Gracias madre –rodó los ojos –. Ya te dije que dejes de llorar, ¡argh! Tendré que llamar a la maquillista de nuevo.
–Vete, déjame sola con mi nieta.
–Para que la ayudes con una locura.
–Nadie va a escapar de este lugar vigilado hasta con cámaras, déjame hablar con ella y ya.
Mi madre sabía que la abuela podía ser muy terca, pero también pensaba en lo mejor para la familia, así que no iba a permitir que escapará.
–Iré por la maquillista y buscaré a Jasika, debe estar en alguna parte jugueteando.
Al salir de la recámara, mi abuela se levantó para abrazarme.
–Abuela, por favor…
–Lo lamento, mi niña, sé que no quieres hacerlo, pero es tu deber, eres la mayor.
–Pero es que… es un matrimonio y es para siempre.
–Claro que no, ahora existen los divorcios –se detuvo –. Sí, ahora existen los divorcios.
–¿Qué quieres decir?
En ese momento la puerta se abrió y un hombre entró, di un salto del susto al verlo tan cerca, sus ojos se abrieron grandes al verme.
–Señor Fritz.
–¿Qué está pasando? ¿Por qué se ve tan terrible? Tiene que salir, los invitados ya estan afuera.
–Estoy intentando convencer a mi nieta que se case con su hijo.
–Si no hay matrimonio, no hay trato.
Michael Fritz era astuto, sabía que su hijo era tan idiota que no podría conseguir una buena esposa o no tardaría en embarazar a una sirvienta, tenía que asegurar su fortuna y el fallecimiento de mi padre había sido una ventaja para él, al no saber nada de la empresa había entrado en una crisis financiera, él se ofreció a ayudar, pero la condición era que yo, Irina contrajera matrimonio con Collin, había sido criada para tener un buen esposo, con buenos modales, familia prestigiosa y buena fortuna, eso me hacía la candidata perfecta.
–Es lo que le digo, pero me parece que podemos agregar una pequeña condición al contrato.
–¿Condición?
–Sí, eso podría ayudarlos a tomar esta gran decisión.
–¿Cuál es?
–Los tiempos han cambiado y ni usted, ni yo queremos que ellos vivan un infierno al estar juntos, ya sabe que todo puede pasar.
–Dígalo rápido señora.
–La condición es que si en tres años ellos no son felices juntos podrán divorciarse.
–No, eso no –contestó el hombre firme –. ¿Qué pasa si tienen hijos? No dejaré que mis nietos crezcan con padres separados.
–Entonces, si en tres años no son felices y no tienen hijos podrán divorciarse –corrigió mi abuela –. Señor Fritz, ninguno de los dos quiere la infelicidad para nuestra familia y a usted también le interesa este trato o nunca lo hubiera ofrecido, yo sé lo que vale mi nieta, es una buena muchacha, refinada, elegante con buena reputación y de familia prestigiosa, estoy segura que cualquier otro estaría encantado de casarse con ella.
El hombre apretó la mandíbula, tenso y furioso, de alguna forma mi abuela había descubierto su jugada.
–Bien –aceptó –. Pero que sean cinco años.
–Hecho.
–Llamaré al abogado ahora mismo –comentó –. La quiero caminando al altar en cinco minutos.
Se dio la vuelta y se fue, mi abuela volvió a abrazarme intentando consolarme, yo no me sentía para nada aliviada, aún debía casarme con Collin.
–Pero aún me voy a tener que casar.
–Si, mi vida –respondió –. Pero te he dejado una ventana donde puedes salir, intenta ser feliz, por favor, pero si no lo logras en cinco años puedes tomar esa salida.
No tenía otra opción, la maquillista volvió a corregir el maquillaje, tuve que limpiar mis lagrimas, recuperar la compostura, disfrazar una sonrisa en mi rostro y caminar hacía mi inevitable destino, diciendo el acepto y luego el beso de Collin en mis labios.
En la fiesta durante las palabras de felicitación a la feliz pareja, un hombre de traje se acercó a la mesa y extendió el papel con un bolígrafo.
–Las correcciones están listas.
Sabía que se refería al contrato y las condiciones que dijo mi abuela, tomé el bolígrafo y firme, pero Collin se acercó a ver.
–¿Qué correcciones? ¿Qué es eso?
–Solo firma y ya –le gruñó su padre, Collin no preguntó nada, ya había empezado a beber licor y no estaba para regaños, así que también firmó, no le apetecía estar al lado de su molesto padre, ellos no se llevaban bien, así que se levantó y se alejó de la mesa, fue él quién más disfruto la fiesta bebiendo y bailando, hasta se había olvidado de mí, si alguien no le hubiera recordado que debían irse a su luna de miel hubiera sido un favor enorme, pero no corrí con tanta suerte, regresó conmigo y salimos del lugar, aún así, tenía la esperanza que Collin se hubiera emborrachado tanto para no intentar nada esa noche, pero eso no se cumplió porque cuando llegamos él me quiso besar, yo intenté esquivarlo, tenía el olor a alcohol y ha ciga.rro, era realmente asqueroso, odiaba ese olor.
–Fue un día muy cansado y tú bebiste mucho, deberíamos descansar.
Collin no me escuchó y me tomó de la barbilla para obligarme a verlo, el corazón me palpitaba rápido y las manos me temblaban, mi cuerpo no respondía a lo que yo quería, no sabía qué hacer.
–Ahora estamos casados y tienes que cumplir tus deberes de esposa –me acercó con brusquedad hacía él y cerré los ojos con fuerza cuando sentí que me besó los labios, solo pude apretar mis manos mientras me quitaba la ropa, ojalá esto fuera como esa novela donde los chicos enamorados en secreto se casan y al final son felices en su matrimonio, pero este no era mi caso, yo no amaba a Collin y estaba muy segura que él no me amaba, jamás le había importado, ni siquiera me había visto en el instituto.
Sin embargo mi abuela me había dado una pequeña ventana por la cual podría saltar en cinco años… solo tenía que soportar cinco años...
Actualidad… –Sin embargo, el momento más importante de la noche fue cuando Irina Fritz le pidió el divorcio a su esposo Collin Fritz frente a una multitud de personas, un evento tan inesperado como sorprendente, a Irina se le conoce como una mujer importante de la sociedad, líder el grupo MFYE, además de ser miembro importante del grupo ENEI, una mujer ejemplar y de alto valor, pero parece que su esposo no ha sido demasiado complaciente…–Ya detente por favor.Leighton empezó a reír y ya no pudo seguir con el artículo que estaba en el periódico.–Perdón, es que nadie se lo esperaba.–La cara de Collin –carcajeo Shelly que estaba al frente –. Se iba a mo.rir.Ahora mismo solo podía contar con el apoyo de mis mejores amigas porque el resto de la sociedad me odiaba por hacerle algo tan cruel y desvergonzado a mi esposo.–Por supuesto, Collin puede ser un pendejo de mier.da las veces que se le da la gana, pero si soy yo quien le pide el divorcio, soy la mala –refunfuñe.Leighton y Shelly
Collin…–¡Maldita sea! ¡Contesta el teléfono! –le grité cuando me llevó al buzón de voz.–Parece que te han dejado –mencionó Luke.–Por lo que sé, tampoco vino anoche, ¿no?–¡Cállate Finn! –expresé –. No tienes una mujer también.–Diane siempre llega a casa, tiene que cuidar de los niños y encargarse de la casa, ella sabe bien cuál es su papel –indicó Finn con aires de grandeza sobre su aparente matrimonio exitoso, por suerte Diane nunca le daría esa clase de problemas.Mi padre debió pensar mejor las cosas y casarme con ella en lugar de la loca de Irina, ¿quién ca.rajos se cree por ponerme en ridículo delante de todos? Mi padre logró controlar la noticia aunque no convenció a todos los medios, es como si alguien ya les hubiera pagado para hacerlo, no puede ser, nunca he sido causa de un escándalo, desde que estamos juntos Irina nunca me ha hecho algo así, se volvió loca.Escuchamos a alguien entrar y todos vimos a la puerta, tenía la esperanza que fuera Irina, pero no fue así.Mi pad
Irina… Por la mañana al levantarme, miré mi teléfono, tenía casi sesenta llamadas perdidas de Collin, debería bloquear su número, pero necesito comunicarme con él para el divorcio y toda la documentación legal.Miré a la pantalla un buen rato, son demasiadas llamadas para alguien que nunca me ha prestado atención, parece que las cosas ahora son al revés, aún recuerdo aquella vez que lo llame de esa forma y con esa desesperación y solo era para pedir un poco de su apoyo y compañía, eso fue hace tres años… …–Hicimos todo lo que pudimos, pero ha fallecido, lamento mucho su perdida.El médico nos dió la noticia en el hospital, mi abuela había sufrido una caida en el jardín y la llevaron al hospital, pero ahora ya no estaba.–Llamaré al abogado –indicó mi madre –. ¿Tienen servicio funerario?–No, señora, podemos entregarle el cuerpo, pero los servicios funerarios son aparte, ¿tienen algún seguro?–No lo sé –respondió con amargura –. Esa anciana debió anticipar esto, mi esposo era quien
Poco después supe de quién era la voz que había escuchado, Lana Adler, socia de la empresa y aunque en ese momento no fuera demasiado obvio para mí, Collin se moría por acostarse con ella, por supuesto que ella lo sabía y lo usaba a su antojo.De hecho, fue ese momento exacto en donde me di cuenta de todo lo que Collin me había hecho, mientras yo intentaba dar un poco de mi esfuerzo, él solo me estaba usando, me dejaba sola en las fiestas y yo usaba el pretexto que estaba ocupado, incluso una vez se fue solo borracho y yo use una excusa para justificar su comportamiento, en casa me trataba mal y siempre estaba ocupado, lo peor era tener que soportarlo en la cama, al principio usaba justificaciones, siempre había una excusa que yo misma intentaba creerme, pero todo cambió después del funeral de mi abuela, lamentablemente no podía hacer nada en ese momento, estaba atrapada en un contrato y debía seguir por el bien de mi familia, principalmente de mi hermana, pero ahora todo eso acabó, h
Salí lo más rápido del restaurante y fui al estacionamiento, ahora mismo tengo que ir a hablar con un abogado para poder proceder con el divorcio, no es tan complicado, el contrato está aquí y solo tiene que cumplirlo y cualquier abogado lo hará por una buena cantidad de dinero.–Irina.Me detuve cuando escuché mi nombre, antes que me diera la vuelta ya sabía de quién se trataba, por desgracia conocía cada parte de Collin, el sonido de su voz, su aroma, la forma de su rostro, el número de lunares que tiene en la espalda y la forma que abre la boca al dormir, aunque no espere que viniera a buscarme, seguro el señor Fritz debe estar furioso y lo está presionando, nunca contradice a su padre, eso también lo sabía.–¿Qué haces aquí, Collin?–¿Qué hago yo? ¿Qué haces tú? –dudó –. Te he estado llamando y buscando.Se veía molesto, esa mirada que siempre me da cuando yo le pido algo y no lo quiere hacer, pero si fuera alguien más lo haría con gusto.–Vamos a divorciarnos, lo mejor es que por
Llamé a mi amiga Leighton después de que me pasará mi pequeña crisis, por suerte está vez fue bastante leve, me pidió almorzar en su casa, así que tomé mis cosas y salí, podría aprovechar el momento para pedirle alguna recomendación sobre un guardaespaldas, creo que por ahora es lo único que puedo hacer, tengo que controlarme, tengo que dejar las catastrofes para después, debo enfocarme en lo que está pasando ahora, lo que puedo controlar.–¡Tía Nina!–Mi corazón, ven aquí.La pequeña Aria corrió a abrazarme, es una niña muy bella, detrás venía su hermano Aiden. Leighton tenía gemelos, los dos eran totalmente diferentes y por suerte eran mi motivo para olvidar todo lo que me pasaba, un abrazo de los ni.ños era lo único que necesitaba en el día.–Tía Nina, mira lo que puedo hacer.Aiden lanzó una patada al aire.–¡Wow! Una gran patada mortal.–Si, me lo enseñaron en mis clases –sonrió orgulloso.–Ten cuidado con esas patadas –le advirtió Leighton desde atrás –. Un día dicen que no le g
Collin… Casi logró hacer que Irina vuelva a la casa, pero ese mal.dito de Jason se metió en medio y ahora no la tengo conmigo, sabía que esto es solo una actuación, en cuanto la quise llevar, ella me dejó hacerlo, solo quiere llamar mi atención, es un berrinche, debió ser esa Shelly, es una mujer tan guapa y sexy pero está loca, todos saben que trae a Travis tan dócil que hasta lo pone a cuidar a esa niña que tienen.–¿Y lograste recuperar a Irina o qué? –pregunta Finn –. Ya regreso a la casa.–Casi lo logró –respondo –. Así estuve de llevarmela a la casa, pero el jo.dido de Jason me arruinó los planes.Recordé como me vio en el estacionamiento, así como lo hacía en el instituto, siempre se creyó mejor que todos nosotros, toda esa familia se creía mejor que todos, con ese aire de superioridad pensando que hacía siempre lo correcto aunque viviera metido en peleas, un asco de persona.–¿Jason Lynch? –dudó Finn.–¿Quién más va a hacer?–Pero, ¿qué estaba haciendo ahí? ¿Y con Irina?–Pue
–Hola Irina.–Ah… ¿Jason? ¿Qué? ¿Cómo? –titubeé –. Ah… disculpa, ahora estoy un poco ocupada.–Mi hija, está aquí contigo.–¿Qué? ¿Quién?–Papi –habló Tefy detrás y luego me miró enojada –. Dijiste que iba a venir mi mamá.Sacó la lengua y luego se fue de regreso al sofá, Jason no pidió permiso para entrar, solo la siguió, una chica venía detrás de él, supongo que ella no era la madre, me di la vuelta y los seguí, Jason parecía estar murmurando algo con Tefy que ahora estaba llorando.–Creo que sería mejor esperar a su madre –comenté –. Se puede quedar el tiempo que quiera, a mi no me molesta.Jason me miró, no sabía muy bien qué significaba, pero luego volvió a ella.–Cariño, ya hemos hablado de esto –le habló suave –. No puedes salir sola.–Solo quiero que mi mamá regrese.–No se puede, lo siento –murmuró –. Vamos a casa.Finalmente Tefy aceptó y se levantó para irse con Jason, en la puerta se detuvo.–Disculpa que te haya molestado.–Para nada, es una niña muy dulce –mencioné –. No