Capítulo 5

Poco después supe de quién era la voz que había escuchado, Lana Adler, socia de la empresa y aunque en ese momento no fuera demasiado obvio para mí, Collin se moría por acostarse con ella, por supuesto que ella lo sabía y lo usaba a su antojo.

De hecho, fue ese momento exacto en donde me di cuenta de todo lo que Collin me había hecho, mientras yo intentaba dar un poco de mi esfuerzo, él solo me estaba usando, me dejaba sola en las fiestas y yo usaba el pretexto que estaba ocupado, incluso una vez se fue solo borracho y yo use una excusa para justificar su comportamiento, en casa me trataba mal y siempre estaba ocupado, lo peor era tener que soportarlo en la cama, al principio usaba justificaciones, siempre había una excusa que yo misma intentaba creerme, pero todo cambió después del funeral de mi abuela, lamentablemente no podía hacer nada en ese momento, estaba atrapada en un contrato y debía seguir por el bien de mi familia, principalmente de mi hermana, pero ahora todo eso acabó, he contado cada día de esos cinco años y no pienso darle uno más de mi vida, no seguiré desperdiciando mi vida con él, he hecho demasiado, la empresa es estable, tiene una buena reputación gracias a mí, ha hecho conexiones gracias a las mías con las otras esposas, he cumplido mi papel a cabalidad y cómo último regalo le dejaré la empresa, lo que quiera, yo no lo necesito, he hecho mis propias cosas, nada a mi nombre por muy triste que se escuché, mi amigo Leo Fraser es mi socio en una marca de perfumes muy reconocida en el país, fundamos la empresa juntos y es una persona honesta y amable, cuando el divorcio se concluya realizaremos el traslado de las acciones, conozco a Collin y va a intentar chantajearme con lo que sea con tal de no darme nada, me he preparado para este momento.

Terminé mi café y me cambié, tomé mis cosas para asistir al desayuno de los martes con las chicas y al salir de ahí debo ir a hablar con un abogado, esperando que alguien quiera enfrentarse a los Fritz, mientras tanto tengo que seguir con mis responsabilidades.

Al llegar al restaurante me doy cuenta que las chicas ya están ahí, cuando tomó mi lugar todas guardan silencio un momento, seguramente estaban hablando de mí.

–Si se quedan calladas sé que estaban hablando de mí, por deben tener a alguien que cambie de conversación –mencioné –. Si ya no voy a ser yo, alguien más debe hacerlo.

–No era sobre tí exactamente –comentó Shelly con una sonrisa –. En realidad, era sobre Collin, parece que está como loco buscándote por toda la ciudad.

–Hasta hay rumores que salió por la noche en ropa interior buscándote.

–En mi país hay una leyenda así –mencionó Lorena –. Pero es sobre una mujer buscando a sus hijos, mi madre me la decía.

–No digas cosas raras –comentó Diane.

–Habla quien ha dicho que vio a mi esposo en ropa interior –mencioné.

–Dije que es solo un rumor, obviamente no lo he visto yo, pero según Finn, parece que tu esposo está desesperado, ¿dónde has estado?

–No creo que deba decirlo, por su seguridad –comentó Shelly –. Todas aquí estamos de acuerdo que Collin es un patán.

Todas se quedaron en silencio un momento y luego movieron la cabeza para rendirse.

–Perdón, Irina –murmuró Lorena.

–Está bien, yo también lo sé –murmuré de la misma manera.

–Lo sorprendente es que hayas tenido el valor de pedirle el divorcio –comentó Diane –. Siempre creí que estabas ciega de amor por él, pero te lo tenías bien guardado.

–Collin y yo nos casamos por un contrato familiar, el quince de abril se ha cumplido la fecha límite, así que ya podemos separarnos.

–Pero Collin no quiere hacerlo –mencionó Diane.

–Solo es por prejuicio, al ver los documentos tendrá que firmarlos.

–Estás decidida.

–Lo estoy –aseguré.

–Ya que aclaramos que Irina tendrá un divorcio, tenemos que hablar sobre la fiesta de Girasoles del jueves.

Shelly como siempre intentando desviar la atención de sus amigas, las chicas rápido se pusieron a hablar sobre la organización, Shelly es quien nos dirige regularmente, yo me encargo de la cotización y negociación del servicio, me alegra saber que aún con el discurso que dí en mi fiesta de aniversario, ellas me aceptan.

Al terminar salimos del restaurante, Shelly y yo nos quedamos al final, le mencioné sobre algunas cotizaciones que ya había hecho y sobre lo que hacía falta.

–Se lo han tomado bastante bien, ¿no lo crees?

–¿Qué? –reaccioné cuando me lo dijo, estaba hablando de las chicas –. Sí, supongo que si, especialmente Diane, ya ves que siempre ha querido ascender, así que estará feliz si me voy.

–Tiene una personalidad asquerosa, no voy a permitir que tomé otro puesto, se queda de ayudante –reprochó Shelly.

–No se pondrá muy contenta cuando se entere que no influye en nada que me vaya o no –me reí porque seguramente estará enojada, nos sacará a todas de los grupos si fuera posible.

–Buenos días. –Una voz masculina nos saludó al darme la vuelta me di cuenta de quién era y me levanté de inmediato, no sé ni porqué, bueno, sí lo sabía, pero era algo que no iba a admitir.

–Hola Jason –sonreí nerviosa –. Ah… tú…. ¿qué haces..? Diane…

–Cuánto tiempo Jason –habló Shelly intentando salvarme de está situación –. Lo último que supe de ti, fue cuando Diane dijo que estabas nadando en el mar.

–Mi hermana suele ser un poco exagerada –comentó –. Estuve en California.

Los escuché hablar mientras volví a mi lugar, creo que Jason lo tomó como una invitación porque tomó lugar a nuestro lado, Jason Lynch era el hermano mayor de Diane, ella también era una Lynch antes de convertirse en Hall, a diferencia de su odiosa hermana, Jason siempre fue muy bueno con nosotras, aunque casi no compartimos porque era dos años mayor que nosotros, solo hablamos con él en un par de fiestas, después de graduarse de la universidad con todos los honores se casó con una chica y se fue a vivir a California, Diane ya no volvió a hablar de su hermano, es como si se hubiera esfumado, pero ahora estaba aquí frente a nosotros.

–¿Y tú como estás?

–¿Qué? –reaccioné –. Eh… bien, gracias, que alegría verte, vienes de visita.

–Supe que te vas a divorciar.

–Ah… sí, bueno, estoy en eso –comenté.

Lo último que necesitaba es que Jason Lynch supiera de mi divorcio, me abruma estar cerca de él, debería irme.

–Sabías que Jason tenía un buffet en Los Ángeles –mencionó Shelly –. Era de los mejores abogados y ahora está aquí, así que lo he llamado para que pueda ayudarte con Collin –indicó –. Tal vez pueda echarle un ojo a ese contrato tuyo.

–¿Un contrato? –dudó él.

–Ah… sí, yo tengo un contrato con Collin –murmuré –. En realidad, aún estoy pensando en eso, si necesito un abogado por supuesto que pensaré en ti –sonreí nerviosa –. Muchas gracias.

Él me miró un momento, sentí mucho calor por todo el cuerpo.

–Te dejó mi número –mencionó sacando su teléfono –. Y cuando estés decidida a continuar me hablas.

–Sí, gracias.

Tardé unos minutos en entender que debía anotar su número, así que saqué mi teléfono y se lo dí, anotó su número y luego se llamó así mismo.

–Listo, así estamos en contacto –comentó –. Tengo un asunto pendiente, pero fue un placer verlas.

Apenas si me pude despedir y cuando ya no lo ví dejé caer mi cabeza sobre la mesa.

–¿Por qué lo llamaste? –le reproché a Shelly.

–Me lo encontré el otro día, dijo que estaba intentando colocar un buffet aquí por sus propios medios y necesita casos, me pareció bien que te fuera a representar, es un Lynch, no le tiene miedo a Collin y lo sabes.

La cuestión es que yo no iba a poder hablarle sin parecer una tonta.

–No sé, será mejor que veamos la fiesta del girasoles y si no arreglo nada con Collin, pues buscaré a Jason –mentí.

–Promételo.

–Sí, está bien –volví a mentir, que fuera cualquiera menos Jason Lynch.

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