Narra FrancoNos esperaba un increíble evento en el que van los mejores empresarios de la ciudad y otros invitados de otros sectores, todos mis socios del nuevo proyecto estarán allí. Lo que quiere decir que tengo los mejores entre los mejores.—¿Quién hace una fiesta solo para reunir a empresarios? Es absurdo, reunir a un grupo de adinerados en un mismo lugar para darles comida y bebida cara.—Ese es el espacio donde sean cerrado los mejores tratos, se nota que no sabes mucho sobre estas cosas.—Por eso mismo estoy aprendiendo, señor Collins, porque no tengo ni idea de lo que hay dentro de la cabeza de las personas que solo piensan en dinero y en hacerse ricos.—Si lo dices por mí, déjame decirte que no te equivocas. El dinero es el que mueve todo, cual de esos empresarios se ha hecho conocer sin tener que estar involucrado el dinero. Hay personas que hacen lo que sea para poder cerrar los mejores tratos y claro, detrás de ellos las sumas de dinero más grandes.—Ya comprendo, ahora t
FrancoEste viaje ha cambiado algo en mí, muchas cosas que se supone no debían pasar, se están dando ahora. Cosas que cambian la perspectiva de lo que estaba planeado.—No puedo, ya eso lo hablamos. Todas las personas que estamos aquí, acordamos muchas cosas. No puedo simplemente decir que haré un cambio de lo que planeé hace mucho.—Franco, no quiero quedarme en ese lugar. No quiero escuchar como hacen trizas en solo segundos el trabajo de años de mi padre.—Vamos a la mesa —dije viendo que Beto estaba desde la terraza esperando que soltara a mi esposa para llegar a cazarla.—Podemos discutirlo, pero vamos a la mesa.La tomé de la mano con fuerza y la llevé conmigo.—Lamento haber tardado, es que me encontré con un conocido.Mis socios estaban viendo otro de los asuntos pendientes.—Ya mi contacto me dio la información de cómo podemos fertilizar, será un proceso, pero si desde ya lo hacemos las fechas nos darán.—Vaya, eso sí que es una buena noticia.—Beto aparece de la nada con una
CamilaLo que Franco hace por mi confunde mis sentimientos, empiezo a creer que eso del amor al odio solo hay un paso es una realidad de la que muy poca gente da veracidad.El hecho de retractarse en frente de todas esas personas solo para complacerme, hizo que en mi corazón algo surgiera, algo que no pensaba podría surgir por una persona con la que he tenido tantos conflictos.—Sí, estoy bien, hace poco llegamos al hotel.—Cami, ¿de verdad todo está bien con él? Es que desde el principio sabemos cómo se dieron las cosas y yo no soy tu madre, a mí no me puedes engañar con esos cuentos de fantasía.—Papá, ¿Por qué te cuesta creer? Te digo que es verdad, Franco ha cambiado mucho para conmigo. Es un buen hombre, se preocupa por mí y por cómo se están dando las cosas, creo que no querré irme.—¿Qué dices?—Papá, ya es mi esposo, estamos teniendo buena convivencia. Quiero quedarme con él, he aprendido mucho, he estado en varias reuniones con sus socios y tiene en cuenta lo que pienso para
FrancoAlgunas cosas ya no son forzadas, parece que me gusta estar donde estoy, hace varios años atrás experimenté igual por una persona; pero en mi mente estaba la idea de que así se mantendría por mucho más tiempo. El día que Mellisa logró robarme el corazón, sabía que sería difícil de encontrar a alguien más que pudiera sacar de mí lo que ella ha logrado. Dejé que el tiempo avanzara y que incluso todo se diera a su manera, pero desde aquella noche que discutí con Camila y nos besamos en un momento de tensión, supe que algo dentro de mí ya no era igual. Ella me hizo perder por un segundo, sentí miedo porque sentí en su beso algo que experimenté por mucho tiempo con Melli. Camila estaba acostada a mi lado, tenía su brazo sobre mi pecho. Miré su rostro y en ella hay cosas que no podré encontrar en alguien más, su manera de llegar a mi vida, su sentido del humor, su forma de ser e incluso sus berrinches, todo eso hace parte de lo que la marcó como alguien diferente. ¿Cómo hiciste muc
CamilaTambién me siento confundida, también siento que es nuevo lo que sucede, pero al menos sé que si regreso a Italia; las cosas no cambiarán. La discusión llegó a un punto que casi me saca de mi lugar, pero quise mantenerme en mi posición. No es de niña caprichosa, es que… debo admitir que hay un gusto por él, nada de lo que le dije antes era mentira. Reconozco que en los primeros días éramos como perros y gatos, que lo quería matar; pero ahora no, si me enojo por sus estupideces, pero ahora me gusta. Después de mil peleas me di cuenta que es un hombre atractivo y que me hace experimentar cosas agradables.Le entregué mi cuerpo sin estar planeado, dejé que tocara todo rincón de mi piel, pero creí que era porque él también está seguro de lo que quería. No pienso volver a Italia sabiendo que todo lo que se vivió aquí fue una broma, que en los viajes puede hacerme el amor y al regresar a casa será como si nada.—Perfecto, creo que el logo que dice Martha, también es el apropiado, luc
CamilaMi día se convertía en uno soñado por mucho tiempo, el poder ir de la mano con alguien se siente bien. Lo quería experimentar hace mucho, quería saber cómo se sentía el pasear por un lugar bonito así. Miraba mi mano que estaba siendo cubierta por la de Franco, quien de repente me daba besos o sostenía mi cintura con autoridad.—Almorcemos en el mejor restaurante, quiero un corte de res con un delicioso vino tinto.—Por supuesto que sí, hoy intento complacerte.—Lo haces porque te sientes mal ¿verdad?—No, lo hago porque me siento bien. Aquí contigo me siento bien.Entramos al restaurante y él pide que le den el mejor lugar, lastimosamente estaba reservado, pero como es don yo todo lo puedo, dijo que pagaría el doble por el lugar y obviamente aceptaron.—Por favor, acompáñeme.El hombre de edad avanzada, pero de una forma elegante de vestir, nos lleva a la mesa y nos sirve una copa de vino como cortesía de la casa.—Oh, gracias. Es muy amable.—Denos un momento, más tarde nos tr
FrancoMe dispuse a recibir de manera adecuada a mis suegros, Camila ha hecho las cosas bien, es lo menos que puedo hacer por ella. Al despertar de mi siesta me encontré con algunos mensajes y llamadas del trabajo, pero responderé hasta mañana. Hoy será mi día para descansar.Entre las llamadas y mensajes tenía unos de Mellisa, pero no es momento para responder, mañana al volver a la empresa le diré como están las cosas. Debí llamarla desde antes, pero no pensé que cambiarían las cosas.Después de prepararme para recibir a mi visita de hoy, preparé en mi cabeza el orden de las ideas que expondría al señor Phillip, ahora me siento mal por algunas cosas que he hecho y quiero compensarlo.—Parece que la conversa de mujeres nunca puede faltar en una reunión.Phillip me acompaña al jardín, caminábamos lentamente al tiempo de darle cortos sorbos a la copa.—Veo muy bien a mi hija, agradezco que la tengas con ese brillo que creí se apagaría una vez llegara a este lugar.—No, Phillip. Eso es
MellisaEstaba preocupada cuando pasó el primer día y no tuve razón de Franco, prometió llamarme, prometió no olvidarse de mí. Tuve mi teléfono todo el tiempo en mi bolsillo, luego en mi mano, luego estuve viendo la pantalla por un largo rato con la esperanza de que llegara algún mensaje.—¿Qué está pasando con él? Debe estar muy ocupado, si, esas reuniones son extensas; de seguro no ha podido tener un espacio para escribir que está bien o para saludarme.Abrí su chat y me di cuenta que estaba en línea, ¿Por qué no saca dos segundos para decir “hola”? me quedé en su chat esperando a que empiece a escribir, pero nunca lo hizo.Al segundo día esperé, pero seguía todo igual, sus mensajes o llamadas no llegaron. Tanto esperar me empezaba a preocupar, pensé en tantas cosas que nada de lo que llegaba era bueno, tengo miedo que lo que siempre temí se haga realidad. No quise torturar más mi cabeza, por eso decidí ser yo quien le enviara un mensaje.—Hola, ¿está todo bien? ¿Cómo marcha la reu