El estado de ánimo de Jaime ya estaba muy mal debido a Fane, y estas palabras desalentadoras solo empeoraron las cosas. De repente, se levantó de la almohada y gritó a todos los alquimistas presentes: —¡Todos ustedes cállense! Los resultados aún no se han anunciado, y ya están diciendo cosas desalentadoras. Incluso si los resultados son buenos, ¡ustedes lo están arruinando con su negatividad! Confío en la habilidad de mi hermano menor Odín. ¡Aunque no haya obtenido el tesoro de hierro negro, la diferencia es mínima!

Después de este regaño, la multitud cerró la boca resignada y no se atrevió a provocar más a Jaime. Sabían que su estado de ánimo era complicado y desagradable en este momento. Juni, observando cómo Jaime perdía el control, frunció el ceño con desagrado.

Antes, Juni había aguantado lo que Jaime decía, pero ahora veía que perdía el control cada vez más, comportándose como un perro rabioso que muerde sin control.

El ambiente de discusión no parecía fuera de lugar, lo que se h