Fane reflexionó con profundidad sobre el asunto y, frunciendo el ceño, comentó:

—Este mensaje debe ser falso, alguien lo está difundiendo con intención. Fíjate en los que acaban de entrar, todos emocionados. Apenas llegaron al salón, empezaron a gritar como locos.

»Cada persona tiene su forma de ser. Algunos, con un carácter más extrovertido, al recibir una noticia, la difunden sin parar. Otros, más reservados, prefieren compartirla solo con personas cercanas.

»Pero estos, en cuanto entraron, comenzaron a alborotar y a gritar el mensaje. Seguro que ya se ha esparcido por todas las ciudades, y ahora todo el mundo lo sabe.

Léster soltó un suspiro profundo. La explicación de Fane tenía mucho sentido, y ahora quedaba claro: ese rumor había sido difundido a propósito. Cambiar las reglas no era algo que un solo guerrero pudiera hacer.

Después de todo, ese era el mundo de las Maravillas, donde incluso los guerreros más poderosos eran como simples novatos ante los antiguos grandes, no tenía