—Antes le dimos demasiada cara, permitiéndole que nos insultara durante tanto tiempo, diciendo tantas cosas desagradables. Ahora finalmente no tenemos que soportarlo más. Si continúa insultando a la gente sin restricciones, ¡ahora tenemos razones para contradecirlo y hacer que cierre la boca!

Jaime solía ser como el líder de todos los alquimistas, no solo dando órdenes y estableciendo reglas, sino también frecuentemente usando lenguaje ofensivo para maldecir a otros alquimistas.

Los alquimistas presentes no eran personas sumisas. Antes, era porque no tenían posición ni razón, y no querían causar problemas. Sin embargo, ahora habían encontrado una razón.

Si Jaime continuara comportándose de manera arrogante, seguramente no se quedarían callados como antes.

Jaime sintió que hasta le resultaba difícil respirar, mirando fijamente esas cuatro palabras con una expresión de rencor. Si la mirada tuviera poder, esas cuatro palabras seguramente serían perforadas por la mirada de Jaime.

Juni ex