Después de un rato, Greta asintió, entendiendo completamente todo lo que tenía que hacer.Lo primero fue buscar a Gingrich con tanta normalidad que no sospechara nada, lo segundo fue buscar la manera de que él admitiera haber sido quien la envió a la empresa y lo que quería lograr con eso.—¿Vas a verlo? —preguntó Amina, viéndole la cara de loca traumatizada que tenía.—¡Por supuesto!—¿Para contarle todo? —preguntó de nuevo.—¡Por supuesto que no! ¿Tu cerebro funciona bien?—¡Me funciona perfectamente bien! ¡A quien parece no funcionarle es a mi novio! No me gusta es la idea de que Carlos confíe en ti, ladrona malcriada. Si yo fuera él, no confío ni un ápice en ti —resopló—. Debe haber visto algo en ti porque no se puede coser sin un dedal contigo...—¡Y así fue! —intervino.Ambas lo miraron como si realmente hubieran olvidado que él estaba allí, junto a ellas en todo el tiempo que habían estado discutiendo.—¿Y qué tienes preparado para ella? —inquirió Amina arqueando una ceja.—¿Qu
Greta subió al ascensor de esa empresa con su mejor cara de buena trabajadora. Tenía el micrófono en su sitio y una ropa muy pero muy cerrada para que no se notara.—Déjame una grieta, infeliz, que por ahí te voy a pescar como el fétido y maloliente surströmming que eres —susurró para sus adentros apretando los dientes.La secretaria del hombre no tardó en recibirla con una sonrisa amable, la misma que le había mostrado desde el primer día que llegó. Aparentemente en esa compañía ella era la única que era tan transparente como el agua, la única real en ese infierno.—Buenos días, señorita Greta, ¿Cómo amanece el día de hoy?Greta sonrió como nunca en su vida y antes de contestar le dio un fuerte abrazo.—Me desperté perfectamente bien, Carol, gracias por preguntarme cada vez que vengo.—No se preocupe señorita, siempre lo hago con mucho gusto y no tiene idea de lo feliz que me hace escuchar cada vez que se siente bien —respondió ella, abrazándola de vuelta—. El Sr. Gingrich me informó
Al día siguiente, la evidencia fue entregada a la policía junto con una orden de arresto.Ni Carlos ni Amina pudieron ver en vivo y en directo cómo Gingrich enloquecía ante las autoridades hasta el punto de sacar un arma para dispararles, pero no se lo perdieron cuando Ricky mandó a uno de los reporteros de la empresa a hacerlo en directo de los hechos.—Puede que no hayas recuperado del todo la memoria, pero sí tienes los mismos trucos —afirmó Amina el mismo día en que sucedió todo cuando visitaban la casa de su amigo para saber cómo estaba de salud—. Estoy más que segura de que pronto te recuperarás.—Creo que sí, amiga, pero esto era oro puro y definitivamente no podía dejarlo pasar.—¡Por supuesto que no! Estamos hablando de un idiota que se hace pasar por un ángel para engañar a gente inocente. Eso no se podía dejar pasar —dijo Amina muy animada al ver la sonrisa en el rostro de Carlos.Un problema menos para el futuro de la empresa y uno menos para ingenuos como Greta. Siendo ta
*Un año después*UN NUEVO MIEMBRO EN LA FAMILIA—Emilio, ¿dónde diablos está mi uniforme? Los Green me van a matar si llego tarde a esa reunión, ¡Dios mío, ayúdame por favor!—Me da ternura verte correr de un lado para otro con esa cara de amargadita —dijo Emilio mostrando su uniforme recién planchado mientras vestía un delantal floreado y la plancha en la mano izquierda—. Estaba arreglando tu uniforme, sé que no les gusta verte con la ropa toda arrugada y horrible.—¡Gracias, Emilio, eres un sol naciente de las montañas! — exclamó agradecida, dejando un suave beso en sus labios y luego corrió a la habitación para cambiarse.Emilio se asomó al marco de la puerta con esa sonrisa resplandeciente, hacía más de un año que la veía así de feliz y activa, trabajando en lo que le apasionaba.Sabía que la decisión que había tomado había sido la mejor para ambos. La vio lista y maquillada, presentable como siempre y la vio despedirse de él con esa emoción creciendo en sus ojos de saber qué tipo
¿Tu difunta esposa?Fueron mis penúltimas palabras antes de aceptar poner de cabeza mi mundo solo para ser parte de su retorcida vida.Una retorcida, excitante y misteriosa vida que hasta la mujer más virgen quisiera llevar.Luego, tomo mis muñecas y las ato con su corbata, me beso fielmente sin despegarse de mi ni un momento.Sus manos no paraban de tocarme por todos lados, juraba que podía escuchar el ritmo de mi corazón, pero yo el suyo ni en sueños.El suyo había huido con ella al más allá; hasta que llegue a su vida por casualidad.Admito que tuve miedo por breves momentos y que las mujeres a su alrededor son crueles, pero también confió en que soy mucho más cruel que ellas.
Hoy es un día poco agradable y desastroso, uno de mis alumnos está de luto y desea que vaya al funeral de su madre.Nunca me han gustado los funerales y aun así le dije que sí.Gerald Green es su padre, un hombre rico, el más rico en todo el país. Las mujeres pasan por sus manos como los billetes que gana, nunca le falto la atención de una mujer, ni aun después de casarse con la que era su esposa.Tal parece que era una mujer muy hermosa de rosadas mejillas y ojos claros, le dio como regalo a su único hijo varón y heredero de toda su fortuna. Es un niño muy humilde y muy bien formado en educación. Me contaba de vez en cuando los problemas que tenía con su padre por la ausencia de su madre y la cantidad de mujeres con las que ha estado tras su perdida.Parece que le duele cada día mas y en casa, sabe perfectamente que quien manda es su padre. Su nana, es la única que cuida de el cuando Gerald llega de muy mal humor y busca a quien lastimar.Es un hombre cruel al no ver que su hijo sufr
Después de 2 largas horas con una bebida alcoholizada y de pensar muy bien en ejecutar una reunión de padres con el fin de hablar sobre el problema de los alumnos con respecto a su rendimiento en la institución.Me dispuse a soltar la botella y en mi estado de embriaguez, tuve la gran idea de enviar un correo para cada padre, por supuesto diciendo lo mismo para todos.Una vez finalizado comencé el proceso de entrega, todos me fueron respondiendo y confirmando uno a uno su asistencia el día de mañana, hasta que llego Gerald Green, quién con su respuesta de: “Estoy ocupado, pero asistiré a la próxima reunión que forme”. Explotó mi enojo, ya era la cuarta vez que respondía esto y su hijo era el más afectado de la clase, así que tratando de ser cortés tome nuevamente el teclado y redacte un nuevo mensaje para su incompetente respuesta.“Querido señor Green, me complace informarle que su asistencia es OBLIGATORIA. Por lo tanto, agradezco su presencia en el salón de clases para la reunión q
Verónica acabo enloqueciendo, él con cientos de mujeres y yo viendo como los padres de mi amiga se hundían en el dolor tras la pérdida de su pequeña hija.Suicidio… de eso se trataba y así acabo.—No acepto su patético contrato —me negué.—Señorita Watson.—¡No! —le interrumpí. Un fuerte agarre por mi cuello domino el resto de mi cuerpo, el aroma de su perfume se hizo presente, mis piernas se debilitaron y fue entonces cuando entendí que me gustaba sentirme así.Mis pálidas mejillas se sonrojaron, podía sentirlo detrás de mí, fuerte, imponente, posesivo, terco y dominante en todos los sentidos.—No me gusta que me digan que no, señorita Watson —advirtió con voz ronca —así que le recomiendo que acepte escuchar mi oferta.—¿Está acostumbrado a tratar a las damas así? Señor Green —le pregunte intentando zafarme de su agarre —para empezar le recomiendo que no me trate así, soy un maestro, no lo olvide y después de que aprenda a respetarme lo escucharé.Alcancé a sentir como el agarre de s