La mirada de ella estaba puesta en Klaus, este la miraba fijo.
—¿Cuál es tu plan? —Él se sentía curioso, habían llegado juntos a su actualidad, al mundo en que vivía Gea y ella lo había abandonado casi un día completo, evidentemente estaba en los planes de ambos liberar a Analí, Eros, Xel y los demás. Por supuesto que sí. Aquello era lo primordial para lograr detener a Isa.
—Debemos liberarlos a todos, necesitamos la mayor ayuda posible. —Respondió ella, llevaban varias horas vigilando y no habían obtenido nada.
—¿Crees que podremos conseguir algo? —Cuestiono Klaus—No puedo creer que este en alianzas contigo, debería estar planeando como revivir el alma de mi Vanessa. —Gea lo miro de forma gélida.
—Creí que eso había quedado claro
Al salir por la parte en la que entró, suspiró. Las personas tras ella la miraban atentamente, se veía diferente, ella pareció haber madurado por segunda vez. Su postura era diferente y su nueva habilidad era un tanto, sorpresiva. Sí, ella había practicado en la manada, pero el resultado no era el mismo que veían ahora.—Vaya, mira lo que tenemos aquí —La voz de Isa llegó a sus oídos, Gea la miró mal inmensamente.—Klaus, no... —Susurró Gea, él estaba al lado de Isa.—Lo siento —Pero no parecía haber sentido el perdón que decía.—¿Todo este tiempo ha sido tu plan?&mdas
Tiempo después. —¿Me amarás si te digo que te gané? —Una mirada coqueta fue hasta donde estaba Eros. Él sonrió. —Te amaría más sin ropa —Dijo coqueto, Gea sonrió y se sacó la blusa. —Pues ámame —Ella se lanzó hasta él, se habían empezado a besar y la ropa había empezado a desaparecer rápidamente. —¿Por qué no sale este sostén?—Se quejó Eros, su paciencia era muy poca, cosa la cual logró hacer que sonriera y soltara un grito de sorpresa. Él había arrancado el sostén. —Vamos, hazlo rápido —Gimió ella, arañó su espalda acercándose más él. —Espera un pocogata —Ella se carcajeo con el apodo.
Yo era humana, una corriente, sin ningún poder, sin nada en especial pero sí con una gran marca y un peso en la espalda.Era la mate del alfa pero él no lo sabía, vivía en su manada como la acogida de una familia lobuna que me encontró cuando yo era una bebé, tan pequeña, tan frágil, ellos eran mis padres.Estaba por cumplir los diecinueve, pronto saldría de la manada aunque ese no era mi deseo, me había acostumbrado a las personas aquí. Nadie me rechazaba, todos me aceptaban pero alguien si odiaba mi persona y esa persona era el rey vampiro, ¿La razón? No la sabía pero si sabía que cuando Eros se diera cuenta de que yo era suya me protegería con su vida, y entre vivir a su lado o vivir sin que él lo supiera no s
La lluvia, una de las mejores cosas que existe. Nada se compara a ella, si quiera el sol por el cual podemos vivir o al menos eso creía ella.—¡Odio la lluvia! —La voz de su hermano resonó por toda la casa, un pequeño salto de su parte alertó a sus padres, para ellos era normal pero ella aún no se acostumbraba a la voz de alfa de parte de él.—Joder que me asustas —Él entró completamente al comedor dirigiéndose a su hermana para depositar un beso sobre su frente saludando a la madre igual y con su padre un choque de puños.—Esa lengua, Gea —Su madre la reprendió haciendo que bajara un poco su cabeza.—El alfa volvió de su viaje, llegó con su hermana —Sus ojos se iluminaron, Clarisse la hermana del alfa er
FlashbackGea estaba ida, se habían recuperado de una batalla y ella estaba ayudando a los guerreros a tapar los cuerpos de los que cayeron, sentía un dolor en su pecho también, había muerto en batalla uno de los ancianos más sabios que había en la manada y todos junto a ella estaba de luto.—Gea... —La voz de Clarisse la sacó de su mundo haciendo que volviese a su triste realidad.—¿Que sucede? —Su pregunta salió suave junto a su voz, ambas eran mejores amigas y eran el apoyo la una para la otra en esos momentos.—Mi hermano está
Su padre sabía, su padre sabía que ella había entrado a la habitación del alfa pero este no le había dicho nada, lo quiso pero no lo hizo. El padre de Gea pensaba que tal vez el anillo sobre su dedo ayudaría a que el alfa no se diese cuenta que ella era su mate, había algo más allá, su padre lo presentía pero temía enterarse el qué.Cuando encontraron a Gea era tan pequeña, algo tan pequeño que logró robar el amor de dos lobos, aquella niña llegó como una bendición hacia ellos, la vida te premia cuando la llevas bien.Tuvieron a Jake con mucha dificultad, ambos intentaron tener a otro bebé y les fué imposible hasta que apareció ella, como una aguja en un pajar.—¿Que sucede? —Preguntó su esposa a su lado.—Nada, Alice —Respondi&oacu
La mirada de Eros estaba depositada en Gea, aquella chica humana que llegó a la manada teniendo él alrededor de cuatro años, recordaba pocas cosas entre ellos, cosa que lo confundía porque según sus padres solo quería estar con la pequeña bebé.—Alfa, muévase por favor —Escuchó su vocecita, aquella chica lo volvía loco de mil maneras, la había visto como una mujer al su cuerpo empezar a formarse, al ver que ella tenía miedo de acercarse a él.Ella era su único deseo.—¿Por qué no puedo sentir olor en ti, Gea? —La punta de su nariz pasaba por su cuello tratando de sentir algo en ella pero no podía sentir nada. Su puño chocó contra la pared —¿Que carajos hiciste con tu olor, Gea?Los ojos de ella se abrieron, impresionada, ¿Que se suponía que debía responde
Sus ojos estaban fijos en la figura a través del espejo, ¿Qué estaba pensando al decir eso? El impulso no es bueno. Sus pensamientos se disiparon al escuchar un toque en la puerta.—Adelante —Respondió ante el llamado. Era su hermano Jake. Esta sonrió al verlo estar ahí de pie, este entró complemente a la habitación dirigiéndose directo a la cama ella lanzándose.—¿Me vas a contar lo que pasó? —Este fue directo al punto fijando su vista en ella.—No quiero hablar de ello, ¿No irás a la fiesta? —Le cambió el tema de inmediato, ignoró su pregunta a la cual le tenía muy buena respuesta.
Último capítulo