Los ojos de Gea estaban puestos en él, en Klaus. Este la miraba con fascinación, como si fuese lo más increíble que hubiese en el mundo, o más bien en su mundo.
—¿Qué quieres? ¿Cómo es que llegue aquí? —Ella se sentía curiosa, la personalidad de ella hacia que esa fuese una de sus características más peligrosas y especiales, al igual que no haber entrado en pánico. Gea había vivido y visto lo suficiente.
Era humana, pero tenía un corazón sobrenatural.
—¿Por qué haces esas preguntas? —Aun seguía fuera del castillo. Era un lugar rodeado de árboles y solo había un castillo allí. Parecía ser lo único habitado ahí.
—Las hago porque quiero saber sus respuestas, ¿no cree? —Ambos estaban a dos metros de distancia, p
IG: Sweet_Brunette.writer
—¿Me vas a enseñar?—¿Quieres aprender?—¿Dejarás de responderme con otra pregunta?—¿Lo harás tú?—¡Klaus!—¿Sí, Gea?La mirada de ella fue fulminante, él se carcajeó haciendo que esta apartara la vista. Ambos llevaban casi un día juntos y no como si fuesen los mejores amigos del mundo, pero sí habían entrado en confianza –solo un poco.–—Deberías decirme todo para que logre entender. —Dijo esta.
—Una vez mas —La mirada de Klaus Darknes estaba en ella. Aquel día era el uno, la decisión de dejar ir a Vanessa aun seguía en proceso, la amaba y era difícil que la dejase ir. No se imaginaba una vida sin ella. Aunque literalmente ella no estaba con él en ese momento.Gea le había propuesto ser un integrante de aquella manada, pero siquiera se imaginaba lobos y serpientes juntos. También le había mencionado conocer nuevas personas y eso seria imposible. Estaba atrapado en aquella dimensión, podía salir de vez en cuando, pero no podía durar mucho tiempo y su apariencia también era extraña.—¿Puedes cerrar la boca? —Gritó la humana enojada. La mirada penetrante de ella fue hasta él, este apretó la
Recuento.Eros se había vuelto loco. Tenía unas ganas intensas de matar a Xel y a Gray. Por su culpa eso había pasado, tal vez solo tal vez si ella no hubiese escuchado eso no se hubiese ido."—No podías evitarlo, Eros. Ella no tiene poderes para irse, alguien se la llevó —"Le habían repetido esas palabras, una y otra vez, pero se negaba a crearles aunque muy en el fondo sí sabía que eran ciertas. Y eso empezó a tomar muchísimo más peso al pasar los días y ella no estar ahí.Los primeros tres días se creó una
La mirada de ella estaba puesta en Klaus, este la miraba fijo. —¿Cuál es tu plan? —Él se sentía curioso, habían llegado juntos a su actualidad, al mundo en que vivía Gea y ella lo había abandonado casi un día completo, evidentemente estaba en los planes de ambos liberar a Analí, Eros, Xel y los demás. Por supuesto que sí. Aquello era lo primordial para lograr detener a Isa. —Debemos liberarlos a todos, necesitamos la mayor ayuda posible. —Respondió ella, llevaban varias horas vigilando y no habían obtenido nada. —¿Crees que podremos conseguir algo? —Cuestiono Klaus—No puedo creer que este en alianzas contigo, debería estar planeando como revivir el alma de mi Vanessa. —Gea lo miro de forma gélida. —Creí que eso había quedado claro
Al salir por la parte en la que entró, suspiró. Las personas tras ella la miraban atentamente, se veía diferente, ella pareció haber madurado por segunda vez. Su postura era diferente y su nueva habilidad era un tanto, sorpresiva. Sí, ella había practicado en la manada, pero el resultado no era el mismo que veían ahora.—Vaya, mira lo que tenemos aquí —La voz de Isa llegó a sus oídos, Gea la miró mal inmensamente.—Klaus, no... —Susurró Gea, él estaba al lado de Isa.—Lo siento —Pero no parecía haber sentido el perdón que decía.—¿Todo este tiempo ha sido tu plan?&mdas
Tiempo después. —¿Me amarás si te digo que te gané? —Una mirada coqueta fue hasta donde estaba Eros. Él sonrió. —Te amaría más sin ropa —Dijo coqueto, Gea sonrió y se sacó la blusa. —Pues ámame —Ella se lanzó hasta él, se habían empezado a besar y la ropa había empezado a desaparecer rápidamente. —¿Por qué no sale este sostén?—Se quejó Eros, su paciencia era muy poca, cosa la cual logró hacer que sonriera y soltara un grito de sorpresa. Él había arrancado el sostén. —Vamos, hazlo rápido —Gimió ella, arañó su espalda acercándose más él. —Espera un pocogata —Ella se carcajeo con el apodo.
Yo era humana, una corriente, sin ningún poder, sin nada en especial pero sí con una gran marca y un peso en la espalda.Era la mate del alfa pero él no lo sabía, vivía en su manada como la acogida de una familia lobuna que me encontró cuando yo era una bebé, tan pequeña, tan frágil, ellos eran mis padres.Estaba por cumplir los diecinueve, pronto saldría de la manada aunque ese no era mi deseo, me había acostumbrado a las personas aquí. Nadie me rechazaba, todos me aceptaban pero alguien si odiaba mi persona y esa persona era el rey vampiro, ¿La razón? No la sabía pero si sabía que cuando Eros se diera cuenta de que yo era suya me protegería con su vida, y entre vivir a su lado o vivir sin que él lo supiera no s
La lluvia, una de las mejores cosas que existe. Nada se compara a ella, si quiera el sol por el cual podemos vivir o al menos eso creía ella.—¡Odio la lluvia! —La voz de su hermano resonó por toda la casa, un pequeño salto de su parte alertó a sus padres, para ellos era normal pero ella aún no se acostumbraba a la voz de alfa de parte de él.—Joder que me asustas —Él entró completamente al comedor dirigiéndose a su hermana para depositar un beso sobre su frente saludando a la madre igual y con su padre un choque de puños.—Esa lengua, Gea —Su madre la reprendió haciendo que bajara un poco su cabeza.—El alfa volvió de su viaje, llegó con su hermana —Sus ojos se iluminaron, Clarisse la hermana del alfa er