NICHOLAS
No puedo seguir así. Saber que Davina está en el piso de abajo y no conmigo me consume, ni siquiera me deja dormir por el simple hecho de pensar en ella.
Decido levantarme, esto no da para más. Camino hasta la puerta de Davina y ni siquiera toco, simplemente entro.
—¿Bonito? —Me pregunta sentada en la cama, leyendo un libro—. ¿Se puede saber qué haces rondando por mi habitación a estas horas?
—Verás, bonita... Resulta que no puedo dormir... —Le susurro mientras subo a la cama y voy hacia ella como si fuese un cazador que va por su presa. Le saco el libro y lo revoleo por cualquier lado—. Y parece que vos tampo
DAVINAMe despierto sintiendo cosquillas en la nariz, sacudo la cara y cuando abro un poco los ojos veo unos rizos blancos acariciándome. Matt duerme sobre mi pecho y se aferra a mí como si yo fuese un salvavidas en medio de un naufragio. Lo abrazo con más fuerza. Esto es demasiado doloroso para ellos, y lo peor es que él intenta hacerse el fuerte. Miro al costado, Ellie duerme con la cabeza apuntando para el otro lado y con un pie arriba de Nick.—Dav —dice una voz en la puerta—. Noah dice que tenemos que hablar. Vengan. —Asiento hacia Scott que nos mira con una sonrisa tierna y cierra la puerta.—Bonito, arriba.—No, gracias —dice con voz
NICHOLAS—¿Crees que van a estar bien? —Me pregunta Dav, mientras miramos como Lucy le hace peinados a Ellie y Matt las mira. Estamos sentados en el jardín de la casa, ella entre mis piernas apoya su espalda en mi pecho y yo la abrazo embriagándome de su olor a jazmines.—Lo único que me preocupa es que no se expresan. No hablan, bonita. Tienen que hablar de sus papás, decirnos cómo se sienten, que quieren, algo. Me exaspera... Pero los veo y se ven felices, ¿no? Estamos haciéndolo bien.—Yo también quiero que me hablen de cómo se sienten, pero el médico ya dijo que hay que darles tiempo. Tienen que entrar en confianza. También me preocupa que s
DAVINA —Arriba, arriba, arriba. —Escucho que alguien grita y simplemente me tapo la cara con una almohada—. ¡Despiértense! —Monos del demonio, los voy a echar de la mansión, odiosos —grita Nick. —¿Tan descontrolado fue el jodido sexo que les cuesta una m****a levantarse? —Me río escandalizada. Sexo, si ellos supieran. —¿Sexo? —Les pregunto mientras me saco la almohada de la cara. En seguida saco la manta con la que Nick y yo estamos tapados y se asoman dos matas de cabello blanco. Los monos estallan en carcajadas lo cual hace que los niños se despierten. Ellie le estira las manitos a Noah, quien la a
NICHOLAS—¿El entrenamiento de los guerreros va bien?—Sí, todo está bastante tranquilo. Esta camada es muy buena. Su hiperactividad sirve para entrenar más duro, serán unos guerreros de puta madre —comenta Harry.—¿Se sabe algo de Alessandra? Tanto silencio me da escalofríos.—Sigue desaparecida con su mierda desde el día que llegó Argo. Yo sabía que todo ese sexo de mierda te iba a terminar mordiendo el culo.—¿Podes no recordármelo, Killian? Está tramando algo, seguro. No me va a dejar pasar tan fácil que no la haya elegido
DAVINA—Bonita... —Escucho que Nick susurra pero ni siquiera puedo abrir los ojos, lágrimas siguen cayendo por mis mejillas y me arden tanto que aunque los abriera sé que no vería.—Duele... —susurro y él me abraza más fuerte poniendo mi cabeza en su pecho.No sé cuántos días pasaron. Solo sé que el dolor es tan fuerte que me tiene paralizada. Me duele todo, pero en especial me duele el corazón.Mi mamá...Mi papá...Mi hermana...
NICHOLASEl llanto de Davina se me cuela en los huesos. Me duele tanto el pecho y siento un nudo tan grande en la garganta que casi no puedo respirar. No es mío, eso es lo peor. No es mi dolor, es el de ella. Entro a la cocina y están todos los monos tomando un café, también veo a Bella bastante cabizbaja.—¿Estás bien, Bella?—pregunta Harry.—No, me duele hasta el alma.—Es insoportable—digo—. Si nosotros nos sentimos así, imagínate ellos. —Los monos nos miran en silencio y Noah me da una sonrisa triste.—¿Hablaste algo con Argo?
DAVINA—Mañana cumplís años. Me gustan los cumpleaños. —Me susurra Nick en la oreja mientras me acurruco contra él, a punto de dormir.Asiento mientras río por las cosquillas que esto me produce y lo abrazo con más fuerza. Lo abrazo con tanta fuerza que me sorprende que no se parta al medio. Estos días fueron los más jodidos que pase en muchos años. Sentía una fuerza negra tirar de mi cuerpo hacia la cama. No me podía levantar, no podía moverme, ni comer... Solo lloraba y Nick no se alejó ni un segundo de mí. Lo amo tanto que podría explotar.—Te amo, bonito.—Y yo te amo a v
NICHOLAS —¡Davina! —grito desesperado mientras corro hacia ella, está tirada en el piso, saco la espada que atraviesa su corazón que cada vez late más lento. Gruesas lágrimas me ruedan por las mejillas, no siento nada más que terror. Todo es dolor, todo es negro. Siento como se me encoge el corazón, se me revuelve el estómago y se me aprieta el pecho. No puedo respirar. Solo abrazo el cuerpo de Davina mientras grito y lloro. —Ha-hablaron. —Me dice ella, abriendo sus preciosos ojos—. Los me-mellizos hablaron y me-me dijeron mamá —dice con su hermosa sonrisa. Es verdad, es la primera vez en meses que hablan y le dijeron mamá. —Ayulala.—Escu