NICHOLAS
—Tenes que trabajar —dice Davina mientras paso la lengua por su marca y ella se estremece—. Basta, Nicholas.
—Vos viniste a buscarme. —Le digo sin salir de su cuello. Es que es verdad, apareció en el despacho moviendo sus caderas en un vestido cortísimo y pretende que yo no la siente en mi regazo—. Viniste a seducirme, ahora no te eches para atrás.
—¡No vine a seducirte! Vine a decirte que los cachorros van a empezar a ir al kinder de la manda.
—Bueno, ya me lo dijiste ahora podemos ir a nuestra habitación a probar nuevas posiciones.
—¡Nicholas! —Intenta levantarse pero la aprieto más a mí.
E
DAVINA Estoy sentada en la cabecera de la enorme mesa mientras golpeteo mis uñas en esta. Es la hora de almorzar y estamos esperando que estos desastres andantes decidan despertarse. Mi suegra, y los hermanos de Nick están encantados con la situación, mientras mis cachorritos miran a todos lados sin entender qué pasa. Argo aparece del lado donde queda su habitación, con Christopher quien se agarra la cabeza sufriendo una resaca inhumana. Para que un licántropo tenga resaca se deben haber tomado hasta el agua de los floreros. Los monos y Nick aparecen por el otro lado y lo único que hacen es gemir dolorosamente y quejarse mientras miran el piso. —Espoquepapi se potomal, Matt.
NICHOLAS Siento el olor de Davina entrar a la casa. Los de La Orden de Protección de la Manada están entrenando y Noah en una reunión de Betas, sé que no vuelven hasta una reunión que tenemos dentro de horas. Los mellizos en el colegio al igual que los cachorros en el kinder, mis padres en su casa y Bella salió con Argo. Estos momentos se aprovechan. Corro a la habitación y cuando llego veo que Davina está saliendo del baño. —Hola, bonita mía. —¿Qué estás tramando? Mira que estoy muy nerviosa con la boda, la ceremonia de la Luna y la presentación de los cachorros. No sé, pero como te hayas mandado alguna dormís afuera. —Me río y camino hacia ella. Pego su espalda a la pared y le agarro las mejillas.
NICHOLAS Entro al despacho acomodándome la camisa adentro del pantalón y subiéndome este. Ni terminar de vestirme me dejaron, los voy a matar. Miro a Killian de reojo y veo que no me mira, lo cual me causa gracia. Está tan nervioso que hasta da ternura. —Decinos la verdad, Nick. ¿Qué cosa rara estaban haciendo? —Absolutamente nada —digo mientras me sirvo un vaso de whisky y me siento en mi silla. —¿Y si no estaban haciendo nada raro porque Killian está así? —¡No sé! ¿Qué te pasa, Killian? —No es la primera vez que nos encontramos con alguno de
DAVINA—¿Todo listo para mañana? —pregunta Bella pasándose bloqueador por las piernas. Estamos tomando sol en la piscina y los chicos entrenan a un par de metros.Me causa gracia porque Nick no me saca los ojos de encima y cada vez que lo agarro viéndome le hago señas como si me fuese a sacar la parte de arriba del bikini y pareciera que va a explotar.Lucy y Jake se fueron con los cachorros a hacer quién sabe qué. Jake debe estar usándolos para ligar pero estoy segura que Lucy pondrá orden.—Así es. Tengo vestido, flores, lugar, comida. No falta nada.—¿Y la noche de bodas? —Sube y baja las cejas
—¿Estamos listos? —pregunta aun mirándose al espejo. —Sí, rey Dominik. Los guerreros estan listos para partir. Con permiso. —El vampiro se retira de la gran sala. —¿Se está casando en este momento? —Si. Tu queridísima hija se está casando. No le quedó en claro que se casa conmigo o no se casa —El rey Arturo asiente, mirando para otro lado—. Es el momento perfecto. Jamás estarán preparados para una situación así, van a estar sumamente distraídos. Haremos lo mismo que la última vez, estarán tan ocupados cuidando a sus hijos que será el momento perfecto para que la atrapes mientras yo asesino a Nicholas. Nadie toca a mi mujer, nadie me la saca. Algo en el rey Arturo pincha, su pecho duele. Su hija tiene hijos, es abuelo. Escuchó el rumor de que su pareja y ella habían adoptado dos niños huérfanos. Dominik se lo termino de afirmar después de la pelea que habían tenido. Lo único que hace desde ese día es pensar en esos niños. Algo cambio desde que se enter
DAVINA—Hace 2 semanas que estamos con esto, Argo.—Ya lo sé, Dav, pero no me animo. ¿No entendes? No somos brujos localizadores, como hagamos mal este hechizo podemos morir.—Puedo morir.—¿Qué decís?—Yo voy a hacer el hechizo, no vos.—¡Davina!—Argo, tengo la fuerza de Freya y vos no. Sabemos lo que lleva este hechizo, no todos los brujos pueden hacerlo. Lo hago yo y se acabó.—¡Basta, bonita! Se acab
NICHOLASEspero a Davina al final del altar.Después de hacer la falsa boda, decidimos finalmente hacerla realidad. Gracias a contactos de mi padre en el reino vampírico y a contactos de Argo en el reino Wicca, sabíamos exacto que hacer y cuando iban a atacar. Les hicimos creer que íbamos a estar distraídos y eso nos tendría en desventaja. ¡Mierda! Davina hasta se compró un vestido falso para que se crean que todo estaba saliendo tal cual su plan y dijo que el día de nuestra boda real no pensaba usar el mismo con el que fue a la guerra, por eso no sé qué esperar, pero muero por verla.La marcha nupcial empieza a sonar y cuando miro las puertas veo entrar a Ellie con un vestido rosa, bastante inflado, y una corona de flores tirando pétalos mientras Matt con su pequeño traje camina con los anillos haciendo que todos suspiren. Llegan hasta mí y
Argo Corro por la manada lo más rápido que puedo. No sé cuánto tiempo va a durar el hechizo que use para ocultar mi olor y poder flaquear la seguridad de la manada. Es una seguridad muy fuerte, por eso en momentos como estos agradezco haber heredado los poderes de unos brujos tan poderosos. ¿Qué carajo hace Davina rodeada de chuchos? ¡Joder! Más le vale haberse cuidado, le dije que lo haga. El collar me guía hacia una mansión bastante parecida a un palacio. Bajo la vista y mi remera blanca y destrozada está llena de sangre. Rey de m****a, no veo la hora de poder devolverle todas las que nos hizo. Aguanta, Argo. Aguanta. Me repito una y otra vez. Llevo mi mano a mi herida sangrante y hago fuerza. Con una ráfaga fuerte de aire hago que la puerta se abra y esucho varios pasos correr hacia mí. Levanto la vista y me quedo sin aire. Unos ojos oscuros rodeados de pestañas negras y espesas me escrutan con la mirada. Joder… Su