NICHOLAS
—¿Crees que van a estar bien? —Me pregunta Dav, mientras miramos como Lucy le hace peinados a Ellie y Matt las mira. Estamos sentados en el jardín de la casa, ella entre mis piernas apoya su espalda en mi pecho y yo la abrazo embriagándome de su olor a jazmines.
—Lo único que me preocupa es que no se expresan. No hablan, bonita. Tienen que hablar de sus papás, decirnos cómo se sienten, que quieren, algo. Me exaspera... Pero los veo y se ven felices, ¿no? Estamos haciéndolo bien.
—Yo también quiero que me hablen de cómo se sienten, pero el médico ya dijo que hay que darles tiempo. Tienen que entrar en confianza. También me preocupa que s
DAVINA —Arriba, arriba, arriba. —Escucho que alguien grita y simplemente me tapo la cara con una almohada—. ¡Despiértense! —Monos del demonio, los voy a echar de la mansión, odiosos —grita Nick. —¿Tan descontrolado fue el jodido sexo que les cuesta una m****a levantarse? —Me río escandalizada. Sexo, si ellos supieran. —¿Sexo? —Les pregunto mientras me saco la almohada de la cara. En seguida saco la manta con la que Nick y yo estamos tapados y se asoman dos matas de cabello blanco. Los monos estallan en carcajadas lo cual hace que los niños se despierten. Ellie le estira las manitos a Noah, quien la a
NICHOLAS—¿El entrenamiento de los guerreros va bien?—Sí, todo está bastante tranquilo. Esta camada es muy buena. Su hiperactividad sirve para entrenar más duro, serán unos guerreros de puta madre —comenta Harry.—¿Se sabe algo de Alessandra? Tanto silencio me da escalofríos.—Sigue desaparecida con su mierda desde el día que llegó Argo. Yo sabía que todo ese sexo de mierda te iba a terminar mordiendo el culo.—¿Podes no recordármelo, Killian? Está tramando algo, seguro. No me va a dejar pasar tan fácil que no la haya elegido
DAVINA—Bonita... —Escucho que Nick susurra pero ni siquiera puedo abrir los ojos, lágrimas siguen cayendo por mis mejillas y me arden tanto que aunque los abriera sé que no vería.—Duele... —susurro y él me abraza más fuerte poniendo mi cabeza en su pecho.No sé cuántos días pasaron. Solo sé que el dolor es tan fuerte que me tiene paralizada. Me duele todo, pero en especial me duele el corazón.Mi mamá...Mi papá...Mi hermana...
NICHOLASEl llanto de Davina se me cuela en los huesos. Me duele tanto el pecho y siento un nudo tan grande en la garganta que casi no puedo respirar. No es mío, eso es lo peor. No es mi dolor, es el de ella. Entro a la cocina y están todos los monos tomando un café, también veo a Bella bastante cabizbaja.—¿Estás bien, Bella?—pregunta Harry.—No, me duele hasta el alma.—Es insoportable—digo—. Si nosotros nos sentimos así, imagínate ellos. —Los monos nos miran en silencio y Noah me da una sonrisa triste.—¿Hablaste algo con Argo?
DAVINA—Mañana cumplís años. Me gustan los cumpleaños. —Me susurra Nick en la oreja mientras me acurruco contra él, a punto de dormir.Asiento mientras río por las cosquillas que esto me produce y lo abrazo con más fuerza. Lo abrazo con tanta fuerza que me sorprende que no se parta al medio. Estos días fueron los más jodidos que pase en muchos años. Sentía una fuerza negra tirar de mi cuerpo hacia la cama. No me podía levantar, no podía moverme, ni comer... Solo lloraba y Nick no se alejó ni un segundo de mí. Lo amo tanto que podría explotar.—Te amo, bonito.—Y yo te amo a v
NICHOLAS —¡Davina! —grito desesperado mientras corro hacia ella, está tirada en el piso, saco la espada que atraviesa su corazón que cada vez late más lento. Gruesas lágrimas me ruedan por las mejillas, no siento nada más que terror. Todo es dolor, todo es negro. Siento como se me encoge el corazón, se me revuelve el estómago y se me aprieta el pecho. No puedo respirar. Solo abrazo el cuerpo de Davina mientras grito y lloro. —Ha-hablaron. —Me dice ella, abriendo sus preciosos ojos—. Los me-mellizos hablaron y me-me dijeron mamá —dice con su hermosa sonrisa. Es verdad, es la primera vez en meses que hablan y le dijeron mamá. —Ayulala.—Escu
DAVINAAbro los ojos y los vuelvo a cerrar rápidamente. Siento que el brazo me duele, cuando miro tengo una aguja clavada en este, me doy cuenta que me inyectaron un suero. Ni siquiera reconozco el lugar donde estoy. Todo es blanco y reluce, estoy enchufada a varias máquinas que hacen sonidos extraños.Una mata de pelo dorado duerme en una silla al lado de mi cama y me abraza las piernas con fuerza, como si no quisiera que me escape. Estiro la mano y siento todos mis músculos agarrotados, ¿hace cuánto tiempo estoy así? Estiro un poco más hasta llegar a ese suave cabello y le hago mimos. Argo se remueve sin soltarme, abre un poco los ojos, me sonríe y vuelve a cerrarlos. De repente veo como vuelve a abrirlos rápidamente y se tira encima de m&i
NICHOLASSoy padre. Soy papá. Los dos cachorros más lindos que vi en mi vida me dicen papá y a mi novia le dicen mamá. Ni siquiera tuve sexo con ella y ya somos padres, esto es fantástico.Cuando Ellie me dijo 'papi' con toda su voz femenina e infantil sentí que se me congelaba la sangre. Era como si nada me corriera por el cuerpo. Fue lo más lindo que escuché alguna vez pero no quita que esté cagado de miedo.—¿Cuánto tiempo más va a estar así? —pregunta Harry.Estoy con los monos en mi despacho, sé que hablan y me llaman pero yo no reacciono. Solo puedo mirar un punto fijo en el techo y ahogarme en