María Isabel
¿Casamiento?
Okey, creo que la persecución con mi jefe me movió el cerebro del lado equivocado dentro de mi cabeza. Tal vez tenga que ir al médico para un estudio completo, no pude haber escuchado casamiento y jefe en la misma frase.
Me he vuelto loca, más de lo que ya soy por naturaleza, es imposible que me case con Baruk.
¿Baruk? Que nombre extraño, buscaré su significado luego.
— ¿Casamiento? — lo digo ahora en voz alta, esperando a que lo nieguen y cuando por fin el gemelo dos me suelta.
— Casamiento — responde el mismo ser.
Hago lo impensable, comienzo a reír como una foca epiléptica con graves problemas mentales.
Tiene que ser una broma, una muy bien planeada.
— ¡Deje de reírse! Hablan en serio — me regaña Baruk, no deja de acariciar su nalga, estuvo fuerte la mordida.
— Baruk, detente, pareces un idiota frotando su nalga, y tú ¿Eres un perro o qué? ¿Qué te pasó por la cabeza para morder a tu jefe? — nos habla enojado a ambos don cara de culo.
— Que te muerda el culo, veremos si sigues hablando — gruñe en respuesta.
— ¡¡Ya basta!! — grito cuando veo que ninguno bromea con esto —¿Casamiento? ¡De qué m****a hablan! — exploto empujando al gemelo que nuevamente me quiere tapar la boca — Me vuelves a callar y te juro que arranco un dedo con los dientes — amenazo, levanta las manos en señal de paz y da dos pasos atrás.
— Cálmense, podemos aclarar todo, pero tiene que tranquilizarse — habla el otro que no tengo idea de cómo coño se llama.
—- ¡¡No me calmo una m****a, gilipollas!! — no parece gustarle que alce la voz.
—- Cálmense, no me haga repetirlo una tercera vez — y todavía se atreve a hablarme así.
— ¡¡Que te jodan!! ¡A todos! No pueden venir a jugar conmigo de esa forma ¡Sois unos malditos! — cuando me enojo mi bocota de camionero sale a flote.
— ¡Cállese! — me toma de los hombros y hace que me siente en uno de los sillones de cuero. — No me haga cerrar su boca con cinta adhesiva, ganas no me faltan.
— No me gusta el sado, busque a otra — me cruzo de brazos y miro a una esquina muy interesante.
— Baruk, habla tu con ella o te juro que la encierro aquí hasta que se comporte como una mujer debe hacerlo — y el callado no da mejores opiniones.
— ¿Cómo debo comportarme oh gran señor? Nadie me calla, y menos cuando se trata de casarme ¡No va a hablarme como se le cantan los huevos! — no se lo permití a Antonio, menos a ellos.
— Me cansé — se quita la corbata que lleva puesta y con ella me ata las manos, detrás de mí está gemelo uno, colocando cinta en mi boca — Yo no bromeo, o me obedece o la obligo.
Intento hablar o moverme, pero uno de ellos me sienta sobre sus piernas para mantenerme quieta.
— María — no entiendo de dónde obtuvo la confianza para hablarme informalmente — Cuando recibí esa fotografía mi abuelo me acompañaba, estábamos viendo unos libros de esta misma editorial y pensé que lo mejor era hacerlo juntos, pero no, recibí un mensaje subido de todo de una de mis empleadas, con el mensaje de "te comerás lo que quieras en la noche, terrón de azúcar" ¿Le digo que pasó? Mi abuelo pensó que usted es mi prometida y por eso comenzó a felicitarme frente a toda mi familia, para después golpearme por tener algo tan... Candente en mi galería.
Tengo los ojos tan abiertos que temo perderlos ¿Prometida?
Alto ¡Su abuelo me vió desnuda! ¡Un hombre mayor! Pobre de mis limoncitos, nadie los veía hasta ahora.
Nadie los ve, no existen.
— Créame que estoy feliz de atarme a usted, no solo por su cuerpo, no, también por su carácter, algo que la mujer que comparta mi fortuna tiene que expresar. María, acepta ser mi esposa y juro que nada va a faltarte, los lujos que desees estarán a tu disposición — no esperaba esto, creí que estaría molesto por la foto, no que sería una pedida de mano forzosa.
— En nuestro país es legal que un hombre tenga muchas esposas, pero no al revés, por lo que te casarás con él pero también serás nuestra — lo poco que logré comprender se fue al carajo con eso.
¿Ellos? No entiendo.
— Ve desde cero, ella no entiende y tú hasta ya la ves con nuestros hijos en su vientre — ¡Hijos! Ni de coña.
— María, si te casas con mi hermano también serás nuestra mujer, no solo porque hemos visto tu fotografía sino por nuestra tradición, una en que dentro de la familia es aceptable que una mujer tenga más de un esposo, pero para el resto de la población no — estoy entiendo y lamentablemente no le encuentro sentido.
— Legalmente serás la esposa de Baruk, pero puertas adentro también seremos tuyos — mi mirada se pierde en el suelo, es como cuando acabas de despertar y miras un zapato por 10 minutos hasta que reaccionas.
Me falta la parte de reaccionar, una que no puedo por estar encerrada entre los brazos de un extraño.
— El divorcio no es una opción, si nos casamos es para siempre — mi vida parece una mala novela de W*****d.
Una muy mala comedia que parece una real locura.
— Suerte que hayas dejado al infiel de tu novio, así tenemos un problema menos del que ocuparnos — no.
Ellos deciden por mi, yo no he dicho nada y por poco deciden el color del cajón donde seré enterrada.
— Deja que hable, me preocupa la cara de asesina psicópata que tiene — gemelo dos.
— Por eso mismo no hay que soltarla, desata su boca, pero deja todo lo demás. Trabajo mucho en mi trasero como para que lo muerda de nuevo— vaya que lo haré, pero también te arrancaré las pelotas con las manos y se las pondré de aretes.
— No voy a casarme, ni con usted ni con otro loco de su familia — es lo primero que digo, hace meses que no hablo con tanta seriedad, sin hacer chistes o reírme.
— Es lo que te conviene, a ti y a tu abuela. Sabemos que ella debe seguir un riguroso tratamiento contra el asma, en nuestro país tenemos lo mejor en equipo médico — saben que nervio tocar para tenerme en sus manos.
— Además, haremos lo que sea para que nuestra relación funcione, ya sean citas, viajes, demostraciones de cariño, lo que sea — eso no me importa.
— Es muy bajo que usen la salud de mi abuela para tenerme, ella es la persona más importante en mi vida, y ustedes se atreven a usar algo tan delicado como su salud — la frustración se atasca en mi garganta, mis ojos se humedecen.
No voy a llorar delante de ellos, no valen algo tan valioso como mis lágrimas.
— Lo sabemos, y esperábamos fervientemente no tener que usar una carta tan sucia como esa, pero es para que entiendas que también puedes tener un beneficio. Baruk ya está en edad de contraer matrimonio, y que mejor que tú, una mujer que a leguas se nota trabajadora, orgullosa, amable y algo educada — concluye el gemelo que me tiene sobre él.
¿Algo? Mi abuela me castigaría si lo escuchara.
— No vamos a obligarte a nada, eso no sería lo correcto para comenzar una relación tan compleja como lo es la poligamia, tienes dos días para darnos una respuesta, si sigue siendo no prometemos dejarte en paz.
— Seguirá siendo no, eso es seguro — respondo bruscamente.
— Hagamos algo, permite que te cortejemos, haremos que tú perspectiva de nosotros cambie sin tener que recurrir a algo tan grave y precioso como tú familia — el gemelo parece ser más conciliador.
— Hoy por la mañana terminé con mi novio desde la universidad ¿Le parece justo? No quiero una relación, mucho menos algo tan drástico como un matrimonio — admito que sería gracioso ver la cara de Antonio si supiera que me caso con otro, otro que es mejor que él.
No vayas por ahí, María.
— Una relación basada en la dependencia sentimental como la tuya es lo más tóxico.
— ¿Siempre es así? — le pregunto al serio infeliz cara de culo.
— ¿De qué habla? — frunce sus pobladas cejas.
— Un hijo de puta que usa su boca para escupir cualquier cantidad de basura que huele peor que el aliento de su hermano — incluso él no puede aguantar una mínima sonrisa.
— ¡Que no me apesta la boca! — me grita quien quiere ser mi esposo.
— ¿Entonces fue un gas? No, jamás confundo los olores, menos si son tan feos — a la m****a la jodida seriedad.
Volviste a ser la payasa de siempre, un aplauso mental para tí, María Isabel Álvarez.
—- ¡Cierra la boca o te juro que rompo tu culo a nalgadas! — vuelve a elevar la voz.
— ¿Prêmio o castigo? Puede romper algo más que mi culo, digo, ahora que no tengo pareja necesitaré un amante permanente — adoro hacerlo enojar, es fácil sacar lo peor de él.
— Esposo, tendrás más que un amante ocasional si aceptas casarte con él. Sus ex 's han dicho que folla como un semental — los gemelos son muy atrevidos y graciosos.
Ellos son útiles para ser mis cómplices, me llevaré de maravillas con las copias.
— No necesito un esposo, solo una verga, una que puedo conseguir con los millones de hombres que hay sobre la tierra ¿Ser un semental lo hace especial? Si su único talento es follar, creo que tiene que buscar un pasatiempo — mi jefe grita de enojo y sale furioso de la oficina.
— Hablemos a lo guarro, un lenguaje que manejas a la perfección, si te casas con mi primo tendrás cinco vergas enormes dentro de tu coño. Nunca dormirás solas y a cada hora del día o la noche vamos a enterrarnos en ti.
El gemelo habla mi idioma, interesante, pero insuficiente.
—- ¿Atarme de por vida a un hombre solo para follar con cuatro más? Paso, puedo obtener lo mismo con otros — los estoy hartando, no ven nada más que atraerme a su absurdo matrimonio.
—- Solo te diré que nos gustaste, no te dejaremos ir tan fácil, no sin luchar. Sobra decir que ser hombres de negocio nos hace muy persistentes y buenos estrategas.
— Serás nuestra, María. Tarde o temprano vendrás por tu propia voluntad a nuestros brazos, y ese día recibirás el castigo que mereces por tu insubordinación — me río del comentario tan estúpido.
— ¿Es una amenaza? — chasqueo mi lengua restando importancia a algo que hizo temblar hasta a mí abuela.
— Es una promesa, y nosotros siempre, óyeme bien María, siempre cumplimos lo que prometemos — eso me hace tragar con fuerza.
La determinación brilla en sus ojos. No van a detenerse.
María Isabel Es hora de salir de la oficina, no pude concentrarme en los libros a corregir por esos jodidos insoportables que buscan casarme. Hice mal mi trabajo, algo que nunca había pasado, siempre fui muy cuidadosa en cada cosa, no me gustan los errores y yo misma los estoy cometiendo. Me irrita no poder olvidar sus promesas, por más que hayan dicho que se detendrían si me negaba a casarme no les creo, su actitud reflejaba otra cosa, si me quieren me tendrán, eso es lo que ellos aseguran que pasará. Muchos pensarán que soy una tonta por no aceptar una propuesta así, pero mi orgullo no me permite ser dominada por esos hombres, ellos no mandan sobre mí o sobre mi futuro. De dónde viene es normal que manejen a las mujeres a su antojo, la tendrán difícil con alguien como yo. — Voy a retirarme, señorita ¿Desea alguna otra cosa antes de que me marche? — Elona siempre hace bien su deber. — Dos cosas, la primera que me llames María, como ya te lo he pedido hasta el cansancio; y la seg
María Isabel Me duele mucho la nariz, el golpe fue muy fuerte, tanto que ya tengo mis manos llenas de sangre al intentar contener el sangrado, ya no estoy tirada en el suelo, Burak me tiene en brazos como una niña en lo que Amin trata de ayudarme con su pañuelo a detener el sangrado. — ¡María! M... mi amor, lo siento mucho. E...el golpe era para ese mentiroso — todos están pendientes de mi, los gemelos tratan de contener a Baruk, no deja de mirar con odio a Antonio. — ¡Es mi prometida! Y tú escoria de porquería ¡Te atreves a tocarla! — los gemelos tienen fuerza, pero no mayor que Baruk, unos empujones más y logrará zafarse. — ¡Ella es mía! ¡Mi novia! — es tan estúpido, después de lo que hizo tiene cara para venir aquí y pelear por mi como una bestia. — ¡Tuya ni mis tetas! ¡Bestia! — le grito entre sollozos y quejas. No contuve las ganas de llorar, el golpe me afectó mucho, temo que mi preciosa nariz esté rota. Me refugio en los brazos de un desconocido. — M****a... Tenemos que i
Abdil Mi otra mitad y yo salimos del hospital, estamos tranquilos porque ellos no dejarán sola a María, incluso la atarán a la cama de ser necesario, o solo porque Amin quieta mantenerla quieta un rato. — Bueno hermano mío, es hora de trabajar de niñeras de perros — no soy admirador de los animales, algo que no comparto con el sujeto a mi lado. Siempre asegure que los perros o gatos son como los bebés, si, esa clase de comparación hago ¿Por qué no? Ambos cagan, orinan, comen y lloran... No son muy diferentes a los adultos. — No quiero, pero era eso o encerrarla en el baño para que no vaya por su amado pancho — hasta el nombre me parece poco pensando, no solo son nuestros apodos. — Yo sí, tengo ganas de ver su hogar, husmear un poco y descubrir más de ella ¿Eres lento? Por eso iré contigo, algo bueno tenemos que sacar de esto — me río de mi hermano mientras nos acomodamos en el auto. — Ya veo porque tú eres el cerebro del dúo. Hay que investigar cómo lo haría una chica, mejor que
María Isabel Odio estar recostada en una cama sin hacer nada, me siento una completa inútil incapaz de hacer algo, por eso mismo cada que no voy a trabajar limpio de arriba abajo mi departamento, por poco y limpio hasta el del vecino para no quedarme recostada por muchas horas. Amo dormir, pero si paso mucho tiempo en cama comienzo a pensar idioteces, cosas como por ejemplo, mi ex. Si, pierdo el tiempo pensando en Antonio un ser que verdaderamente no vale la pena ni el esfuerzo. — ¿Algo más que necesiten de la tienda? — Burak es el más servicial de todos ellos, ahora mismo anda en plan de mandadero. — Unos condones — dice Baruk a modo de chiste, para ser mi jefe se comporta como un niño. — ¿Qué tamaño? Oh sí, extra pequeño — se burla su primo, con esa misma sonrisa sale de la habitación sin darle tiempo a Baruk a reaccionar. — Ya quisiera tener mi miembro — dice apretando los dientes viéndome — ¿Qué? — me pregunta brusco él homo sapiens. — Dos cosas, la primera es que le bajes a
Amin Desde que ví esa jodida fotografía no ha pasado un día en el que no juegue con mi pene, en la ducha o en la cama me masturbo hasta que mi semen pierde color. ¿Pueden culparme? Claro que no, María es una mujer sexy, con piernas largas y estilizadas, su busto es pequeño, pero así nos encantan a nosotros. Pude ver su culo, y con su comportamiento me está dando la oportunidad de marcarlo con mis manos. Nunca conocí a una mujer con un carácter igual, podría decirse que explota tan fácil como un barril lleno de pólvora, es gracioso verla enojada, no sabe controlar esa rosada lengua que seguramente tiene conocimiento de cómo chupar adecuadamente una verga. Desde que la ví en persona noté que no es fácil de tratar, sabe defenderse a través de las palabras, puede que sea porque vive de leer y corregir obras. Las mujeres de mi pasado eran sumisas, criadas para seguir órdenes, por más ridículas y humillantes que sean, todo por el poder y prestigio que nuestro poder podría darles si sabe
María IsabelMañana es la jodida operación ¡Si! Operación, el maldito de Antonio desvió el tabique de mi nariz y por eso mismo no dejaba de sangrar. Ya tengo al mejor médico que hay aquí para atenderme mañana, los Abad se encargaron de todo.— Si hay algo que pueda hacer por ustedes para pagarles las molestias…— Baruk me detiene, esa m*****a costumbre de no dejarme terminar.— Cásate conmigo — ese fue un momento de debilidad, el querer ser agradecida con seres que sólo pretenden una cosa.Boda, algo que no pienso hacer ni en un millón de años.— Lo que sea menos eso — digo tajante mientras hago una cruz con mi mano.— Eres muy exagerada ¿Lo sabías? María, el matrimonio es firmar un papel y convivir con Baruk — minimiza Amin con tono enfadado.— Cásate tú entonces si es que tan fácil es. El matrimonio no es un juego, no para alguien como yo. Además, no es solo convivir con Baruk, también debo hacerlo con cuatro hombres más — no he dormido en toda la jodida noche pensando en una solución
Burak Estoy cansado, dos días completos en el hospital esperando a que operen a María, según los resultados todo está más que bien, tiene una salud perfecta. Amin aprovechó la cantidad de estudios para hacer otro, quiere saber si ella está libre de alguna enfermedad sexual, cosa que por suerte es así. Estamos contentos, ella nos dió la oportunidad de tenerla, tenemos que bajarle hasta la misma luna si eso hace que nos elija, nunca hemos sido tan determinados con respecto a algo, pero María logra ese efecto en nosotros. Esa mujer tiene que ser nuestra esposa, es ideal para enfrentar a los miembros de la familia que dudan de nuestras elecciones, ella les cerrará el culo, si no es con palabra será a patadas, no me importa. — Tengo miedo — admite María, nunca la sometieron a una intervención, y eso la tiene nerviosa desde temprano. Ya está preparada para la cirugía, tiene puesto el gorro y la ropa específica para entrar a la sala. — Estarás bien, no nos iremos de aquí hasta que salga
María Isabel Veo como papi baja sus maletas de la habitación que comparte con mami, ella corre tras él y le pide que no se vaya, que nosotras lo necesitamos, llora desde anoche, cuando papi vino a casa con otra mujer y con unos papeles que lastimaron a mami. — ¡Tenemos una hija! Ella te necesita, no la dejes como a mi, por favor— sostiene las manos de papi, pero de un tirón la deja acostada en el suelo. — Esa mocosa no me importa, fue un error, como el haberme casado contigo ¡Por su culpa soy infeliz! Me obligaron a casarme — mami llora más fuerte. — ¡Ella no tiene la culpa de nada! Fue nuestra culpa por no cuidarnos ¡No debes dejarla! Hazme lo que quieras, pero no dejes a María, ella debe tener a su padre — apreto a mi muñeca Sofía contra mi pecho, papi está gritando mucho y cada vez se acerca más a mami. — Mi única culpa fue conocerte ¡Era tu trabajo no embarazarte! Nos casamos por ella, pero ahora no vale más, ya mi padre murió y por él viví contigo por años — papi me mira cuan