Por Florencia
Me retiré a mi habitación y le mandé un mensaje a mi amiga contándole mis planes, a ella le da un poco de miedo, por si me descubren, pero entiende mi postura.
Me maquillé, me puse base de maquillaje, sombra en los ojos, más oscura en los párpados y cerca de las cejas esfumé el color con un iluminador, luego delineé mis ojos con un lápiz negro y me puse alargador de pestañas, sin ponerme lápiz labial, por si se manchaba mi ropa, me puse una remera negra, tipo pupera, pero de mangas largas, porque hacía frío, aunque en la discoteca y bailando, no se sentía el frío aterrador que hacía en la calle.
Acompañé mi atuendo con una minifalda, corta, muy corta, es verdad que con esa pupera apenas se delineaba mi busto, tenía muy poquito, mi tamaño es pequeño y eso me molestaba un poco, sobre todo por las veces que vi como Alejo besaba a Marina en la discoteca, a principio de este año, vi como le tocaba el pecho imponente y él parecía desesperado mientras lo hacía…
A lo que iba es que mi cola sí es linda, soy muy delgada, y lo parezco más, porque soy alta, mido 1,72, pero no suelo llamar la atención, no me visto llamativa, aunque hoy sí lo hice y me esmeré en mi vestuario, es que espero ver a Alejo en la discoteca, aunque él, seguramente, va a estar pendiente de Marina, pero ella está saliendo con un hombre que vive a unas cuadras de acá, eso no lo entiendo, tiene el amor de Alejo y anda con otro.
Yo muero por tener la atención de él.
Sí pudiera tener su amor, sería la mujer más feliz del mundo.
Karla me dice que yo deliro por Alejo como él lo hace por Marina.
Me puse botas altas, por arriba de las rodillas, tuve que insistir durante mucho tiempo para que me las compren, porque a mi padre no le agradaban, piensa que son de putas.
Todo para él es de puta.
Estaba por pintarme los labios, cuando escuché pasos que se acercaban a mi habitación, me metí en la cama y me tapé.
No me equivoqué, la puerta se abrió y apareció mi madre.
-¿Qué pasa mamá?
Le pregunto, haciéndome la dormida.
-Nunca apagás las luces cuando te dormís, la electricidad cuesta dinero.
-Estaba despierta.
Le digo y aunque era verdad, sonó como si no lo fuera.
Ella apagó las luces, pero antes me dijo que al día siguiente iríamos hasta la ciudad próxima a comprar no sé qué, no le entendí, supongo que vamos a ver a mi abuelo.
Se fue, yo esperé unos minutos y volví a levantarme.
Entonces sí, me pinté los labios y me puse un tapado largo, con un gorro negro y de lana, mi cabello era rubio, largo y tal vez un poco llovido, sin demasiado volumen.
Aunque no resultaba fea, no me sentía nada especial.
El parámetro de belleza, para mí, era Marina, porque es la mujer que vuelve loco a Alejo.
Ella, con su cuerpo voluptuoso, tan diferente al mío, es el que resulta especial para él.
Sin embargo, no pierdo las esperanzas de que Alejo me mire de otra manera y se enamore de mí.
Tal vez es la ilusión de una inocente chica de 16 años, pero realmente ese es mi sueño más profundo.
Me terminé de arreglar y le mandé un mensaje a mi amiga, diciéndole que estaba saliendo, que en 10 minutos estaba en su casa, que me espere en la puerta.
Atravieso la almohada en mi cama, le agrego un muñeco de peluche, para que haga más volumen y acomodo el acolchado, si alguien entra, va a pensar que estoy durmiendo.
Con cuidado de no hacer ruido, abrí la ventana de mi habitación y salté al patio de mi casa, luego cerré la ventana, era de dos hojas, en el medio la travé con un cartón, para que no se abra con el viento.
Con la habilidad de un ninja, abrí la puerta del costado y luego la cerré con llave, una vez en la vereda, mis pasos eran rápidos y ágiles.
Llegué a la casa de Karla, justo ella estaba saliendo.
Nos reímos de mi proeza.
Alcanzamos el último colectivo, no nos podíamos arriesgar a tomar un taxi o un remis y que el chofer conozca a mis padres y les comente que me vió.
Sí, pensé en todo.
El colectivo nos dejó a dos cuadras de la discoteca.
Apenas bajamos, vimos caminar muy abrazados a Marina con su nuevo novio, a lo mejor ya no salía con Alejo, ese pensamiento fue una caricia para mi alma.
Nos miramos con mi amiga y las dos sonreímos.
Marina estaba a los besos limpios en la puerta de la discoteca, haciendo la fila para entrar, nosotras nos entretuvimos saludando a otras amigas, por lo que tardamos en ponernos en la fila, estábamos mirando quién era la última persona, cuando veo llegar a
Alejo junto con su amigo Walter.
Ví como se frenó al ver a Marina, que no había dejado de besarse en ningún momento, su novio hasta le tocó a cola delante de todo el mundo.
¡Es una descarada!
Sin embargo, la cara de Alejo estaba desencajada.
Estaba parado, mirándola, como si ella fuese un fantasma, o como si no diera crédito a lo que veían sus ojos.
Entonces ellos salían…eran novios y ella lo engañaba con ese hombre.
¡Estaba loca!
Walter le agarró el brazo a Alejo y le dijo algo, cuándo Marina entró, ellos hicieron la fila, estaban cerca nuestro, se les sumó su otro amigo, ese que era un poco más simpático que los demás, aunque no demasiado, pero cada tanto saludaba.
-¿Todos sabían?
Escuché que Alejo les preguntó a sus amigos, pero ninguno contestó.
Yo estaba pendiente de él, no podía ni disimularlo delante de mis amigas.
La única que sabía de mis profundos sentimientos hacía él, era Karla, supongo que sólo pareció que estaba escuchando una conversación ajena.
Mi corazón latía a mil por hora, creo que nunca estuve tan cerca de él.
Veo que pasa las manos por su cara y que sus amigos se miran entre ellos.
Entramos y me quedé en un costado, para saber qué hacía Alejo.
Él encaró directamente para los reservados, yo los seguí de lejos, con Karla detrás mío, mis amigas se encontraron con algunos amigos, por suerte, porque no tengo ningún interés que alguien más se entere de mis sentimientos.
Veo como él la tomó del cabello, tirándola hacia atrás y ella quedó con su pecho al aire, él hombre se lo estaba besando…su pecho era inmenso, cuando Marina lo vió, se paró y se acomodó la ropa, todos los que estaban en ese sector la vieron, es una desvergonzada, el hombre quedó con su miembro al aire, estaban teniendo relaciones.
Discuten entre los tres, pero los dos amigos de Alejo no se separaron de él en ningún momento.
Alejo sacó un estuche del bolsillo de su camisa, parecía que era un anillo, desde donde estaba no se veía bien y por supuesto no escuché nada.
En un momento me pareció que Alejo le iba a dar ese anillo, ya no me quedaban dudas de que sí es un anillo y Walter lo manoteó antes de que ella pudiera agarrarlo.
Alejo parecía desesperado.
¿Le había comprado una sortija y la encontró con otro?
¡Claro, se recibió y le iba a proponer casamiento!
¿Él realmente la amaba?
Pese a todo, me daba pena.
Ella no lo valoraba.
Alejo se dirigió hacia la barra y Marina lo siguió, dejando al otro tipo, solo, en medio de los reservados.
Ella lo agarró del brazo, pero él se lo sacudió.
Pasaron al lado mío, pero nadie me miró, soy invisible para todos ellos.
Lo vi tomar un montón de tragos, como si quisiera olvidarse del mundo, hasta me pareció que estaba llorando.
Marina volvió con su novio, el del reservado, y habló un rato largo con él.
Parecía que el tipo tampoco quería saber nada con ella, pero terminaron besándose.
Esos besos no eran castos, decían mucho.
Luego volvieron a hablar y terminaron por ir a la otra barra, donde tomaron un trago.
Parezco un detective, espiando a Marina y a Alejo.
Veo como Marina le da un beso a su novio y se aleja de él, para mi asombro, se acercó a Alejo.
Tuve ganas de gritar y de llorar.
Tenía miedo de que lo convenciera de su amor y de que Alejo la perdone.
Veo como él le recorre el cuerpo con su mirada, parecía hipnotizado por esa mujer.
Ella se estaba por acercar a Alejo, pero Nazareno es quién la aparta, parecía que la estaba insultando, es lo mínimo que se merecía.
Tenía el amor de Alejo…
El universo le pertenecía, sólo por tener el amor de ese hombre.
Ella vuelve al lado del otro tipo y se quedó a su lado el resto de la noche.
Karla va a un reservado, de los que están adelante, ahí nadie tiene relaciones, lo hace con el chico que le gusta.
Yo sigo espiando, un rato a Marina, pero la mayor parte del tiempo espío a Alejo.
Está casi desmayado por todo lo que tomó.
Siento que el mundo siempre gira para el lado contrario al mío.
Si yo tuviera el amor de Alejo, respiraría por él.
Tengo ganas de llorar…aunque tal vez, ahora que ellos se separaron y no creo que vuelvan a estar juntos, a lo mejor lo puedo conquistar.
No pierdo nada con intentarlo.
Lo trataría con dulzura, le daría mi vida, lo besaría todo el día.
Veo que Walter agarra a Alejo y Nazareno se cuelga del otro lado de Walter, salen los tres juntos y abrazados, aparentemente estaban los tres muy borrachos.
Voy al guardarropas y tomo mi tapado, no llegué a abrocharlo, porque ellos se estaban alejando, es que en el guardarropas tardaron en darme mi abrigo.
Tampoco es que yo tenía frío, no sentía nada, solo quería saber qué sucedía con el hombre que amaba.
Por FlorenciaMe di cuenta que no le avisé a Karla, después le voy a mandar un mensaje, pensé.Ellos llegan a un estacionamiento y se encuentran con otro de sus amigos.Escucho que Walter le recrimina a Nazareno porque también se emborrachó y le pide a otro chico que lo lleve hasta la casa, que él iba a llevar a Alejo.Nazareno se va con Cristian y Walter, como puede, sube a Alejo al asiento del acompañante.Cuando pega la vuelta, y antes de subirse a la camioneta, le suena el teléfono.Yo estaba escondida detrás de una columna y de verdad debo ser invisible para todos, porque nadie me impidió entrar al garage ni prestaban atención, como yo, descaradamente, los espiaba.Escucho que pregunta en qué sala estaba internado su abuelo y aseguraba que ya salía para allá.-El abuelo va a aguantar.Me pareció que hasta le temblaba la voz y no me equivoqué, porque hasta sus ojos estaban llenos de lágrimas.Me acerqué en ese momento.-Hola, justo pasaba y escuché tu conversación, sin querer, si
Por Alejo. Me desperté sintiendo los besos más exquisitos que me dieron en mi vida. Seguía estando borracho, no sabía si estaba soñando o sí era Marina. No recordé que la había encontrado con otro, no razonaba, solo sentía un calor en mi zona íntima y un fuego intenso. No tenía fuerzas para abrir los ojos, tal era mi borrachera. Sentía como Marina, mi Marina, se restregaba contra mi miembro y me susurraba en el oído que me amaba. Le subí la pollera, o tal vez se la levantó ella para sentirme mejor. Le acariciaba la cola y le daba chirlos, su cola era tan suave y tan tersa, que me estaba volviendo loco. Me quería enterrar en ese culo, pero me di cuenta que estábamos en mi camioneta. Estaba deslumbrado por su culo, pero ya se lo iba a tomar cuando entremos al hotel, mientras tanto vamos a hacer un rapidito en mi camioneta, siempre me sorprende con cosas distintas. Es la diosa del sexo, siento la exquisitez de su perfume y me volví loco, aún no me había enterrado en sus tetas, c
Por AlejoTraeme un café, le digo a la mucama.Mientras todos se alistan, yo bebo el café parado.Ella era todo para mí…¿Cómo pudo?Estábamos saliendo, mi madre se subió al auto de mi hermana y mi padre se había acercado a la puerta del acompañante de mi camioneta, cuando veo a Marina.Todos la vieron.-¿Qué querés?Le pregunto cortante.Creo que todos bajaron las ventanillas, pese al frío que hacía, para escuchar que hablábamos.-Te amo…perdoname.-Sos una mierda.Le digo.Ella se acercó a mí, lo hizo con los brazos extendidos, pero yo me hice a un lado.-Estoy apurado.Le dije ignorándola, y subí a mi camioneta sin volver a mirarla.Nadie entendía nada.Mi padre se abrochó el cinturón de seguridad y disimuladamente me miraba, tal vez esperando que yo diga algo.Arranqué luego de preguntarle en donde era el velatorio.A las pocas cuadras, hablé.-Tenían razón… Ella es una mierda.Sólo dije eso, mi papá supo que me refería a Marina, sin embargo no me preguntó nada y yo le agradecí el
Por FlorenciaCaminé los pasos que me separaban de mi casa.Me dolían las piernas y no por haber perdido mi virginidad, aunque no tuvo el suficiente cuidado, tampoco sabía que yo era virgen.Me dolían las piernas porque mis músculos no responden, estaba temblando.Me humilló con ganas.Es verdad que no tenía un pecho como el de Marina, pero me dijo que tenía carozos, no tetas…¿No tenía derecho a que me amen, solo por tener un busto pequeño?Me dijo que no se me pararon los pezones…no dejó de tocarme las tetas, mientras hablaba de las tetas de Marina y seguía llamando carozos a mi pecho…a esa altura mi excitación, la del principio, no existía.Tenía asco al tocarme, no entiendo como pudo tener un orgasmo si se notaba su desprecio.Hasta me preguntó que hice con ella, ¡Cómo si la tendría en mi bolsillo!Estoy enamorada de un hombre que me desprecia y me tiene asco.No sólo pertenece a otra clase social, sino que para él vale solo la belleza…y bella es Marina, eso todos lo saben.Alejo
Por FlorenciaTerminé de cenar y me encerré en mi habitación, entonces sí, llamé a mi amiga.Lloró conmigo a través de la línea telefónica.-No quiero vivir más.Le confesé.Era lo qué estaba pensando desde que me bajé de la camioneta de Alejo.-¡No pienses eso! ¡Te lo prohibo!Mi llanto vuelve a surgir.-No puedo más, soy la chica carozo.-¡Es un imbécil!-Puede ser, pero no tengo nada que ofrecerle a nadie.-Gracias por lo que me toca, me ofrecés tu amistad, tu cariño, tu oído, tu corazón, sos más que una amiga para mí, sos como mi hermana.Volvimos a llorar juntas.-Pero él me desprecia, me odia.Le cuento que los vi abrazados.-A lo mejor era una despedida, no creo que esos dos vuelvan a estar juntos.-No lo creo, él la ama.-Flor, hermosa, olvidate de que ellos vuelvan a estar juntos, la encontró cogiendo con otro dentro de una discoteca, un hombre, eso no lo perdona, no es que la vio estando solo, te repito, esa mujer quedó expuesta dentro de la disco, la vio todo el mundo, nadi
Por FlorenciaNos despedimos hasta el día siguiente.Pasaron dos semanas y yo no podía dejar de lado mi angustia.Me sentía morir cada mañana cuándo abría los ojos y mil veces pensé que prefería estar muerta.No le encontraba sentido a mi existencia.Hasta me sentía enferma.Estaba somatizando mi dolor.Tenía el estómago cerrado, pasaban los días y mi estado de ánimo no mejoraba.Ya hacía más de un mes que Alejo había bautizado a mi pecho como carozos.Lo peor es que yo sabía que él, posiblemente, ni estaba enterado de sus palabras y sí estuvo consciente en ese momento, no tenía idea de como me lastimó, me arrojó al vacío, no por no amarme, eso me dolía muchísimo, estaba lastimada porque me di cuenta que no merezco nada, sólo que él me lo hizo saber humillándome muchísimo.Para levantarme el ánimo, esa tarde de sábado, fuimos al shopping y para recordarme que no valgo nada, el destino puso delante mío a Marina.La miré profundamente.Era hermosa, estaba vestida muy llamativa y maquill
Por FlorenciaEl mundo se me viene abajo cada vez que lo recuerdo.-No lo sabe.Le contesté a su pregunta anterior.-¿Se lo pensás decir?-No…es complicado.-¿Es casado? Vos sos menor.-No es casado, aunque es mayor de edad.Le digo para que descarte a mis compañeros.-¿Entonces?-Esa noche le di mi virginidad…pero él estaba borracho y ni sabe que estuvo conmigo.-¿Te violó?-¡No! Pero no me registró…está enamorado de otra chica, aunque ya no salen, la encontró con otro y se emborrachó y estuvimos juntos, yo lo amo o lo amaba.-Tendrías que hablar con él.-No, no puedo, no lo haría ni loca.Me aconseja y es cuando pienso que a lo mejor, si se entera, también me obligaría a abortar, eso nunca lo había pensado porque siempre descarté que Alejo supiera la verdad.Si ya me despreciaba, solo por mi cuerpo, si se llegase a enterar que esa noche quedé embarazada, su odio se dispararía hasta la estratosfera.No quiero que mi bebé sea odiado por su padre, es preferible que Alejo nunca sepa de
Por Florencia-¿Pensás comer parada?Me preguntó mi papá y juro que mis manos transpiraban.-Tengo algo que decirles.Sentí su mirada seria en mi cara, e inmediatamente miró mi estómago.-¡Hablá!Gritó de repente.A mi hermano menor se le cayó el cubierto, porque se sobresaltó del rugido, porque más que un grito, fue un rugido.Ya se dio cuenta que estoy embarazada, porque se paró y se acercaba a mí, lo hacía lentamente, parecía un animal al acecho.Instintivamente me alejé de él.-Estoy embarazada.-¡Lo sabía! ¡Sos tan puta cómo tu tía!-No es así.-¿Y cómo es? Sos una mierda, pero esto no se termina acá.Me dice amenazante.-Siempre me toca a mí terminar con los bastardos, ya lo hice con Diana, tu abuelo me dijo lo que tenía que hacer ¿Podés ser una buena hija? Ahora te vas a quedar quieta y vas a colaborar.No sé de qué está hablando.-Gabriel, agarrá a tu hermana, vos trae perejil.Les ordena.Mi madre lloraba.-¡Ahora!Gritó como si no hubieran entendido su orden.-Bajale los pan