Por FlorenciaCaminé los pasos que me separaban de mi casa.Me dolían las piernas y no por haber perdido mi virginidad, aunque no tuvo el suficiente cuidado, tampoco sabía que yo era virgen.Me dolían las piernas porque mis músculos no responden, estaba temblando.Me humilló con ganas.Es verdad que no tenía un pecho como el de Marina, pero me dijo que tenía carozos, no tetas…¿No tenía derecho a que me amen, solo por tener un busto pequeño?Me dijo que no se me pararon los pezones…no dejó de tocarme las tetas, mientras hablaba de las tetas de Marina y seguía llamando carozos a mi pecho…a esa altura mi excitación, la del principio, no existía.Tenía asco al tocarme, no entiendo como pudo tener un orgasmo si se notaba su desprecio.Hasta me preguntó que hice con ella, ¡Cómo si la tendría en mi bolsillo!Estoy enamorada de un hombre que me desprecia y me tiene asco.No sólo pertenece a otra clase social, sino que para él vale solo la belleza…y bella es Marina, eso todos lo saben.Alejo
Por FlorenciaTerminé de cenar y me encerré en mi habitación, entonces sí, llamé a mi amiga.Lloró conmigo a través de la línea telefónica.-No quiero vivir más.Le confesé.Era lo qué estaba pensando desde que me bajé de la camioneta de Alejo.-¡No pienses eso! ¡Te lo prohibo!Mi llanto vuelve a surgir.-No puedo más, soy la chica carozo.-¡Es un imbécil!-Puede ser, pero no tengo nada que ofrecerle a nadie.-Gracias por lo que me toca, me ofrecés tu amistad, tu cariño, tu oído, tu corazón, sos más que una amiga para mí, sos como mi hermana.Volvimos a llorar juntas.-Pero él me desprecia, me odia.Le cuento que los vi abrazados.-A lo mejor era una despedida, no creo que esos dos vuelvan a estar juntos.-No lo creo, él la ama.-Flor, hermosa, olvidate de que ellos vuelvan a estar juntos, la encontró cogiendo con otro dentro de una discoteca, un hombre, eso no lo perdona, no es que la vio estando solo, te repito, esa mujer quedó expuesta dentro de la disco, la vio todo el mundo, nadi
Por FlorenciaNos despedimos hasta el día siguiente.Pasaron dos semanas y yo no podía dejar de lado mi angustia.Me sentía morir cada mañana cuándo abría los ojos y mil veces pensé que prefería estar muerta.No le encontraba sentido a mi existencia.Hasta me sentía enferma.Estaba somatizando mi dolor.Tenía el estómago cerrado, pasaban los días y mi estado de ánimo no mejoraba.Ya hacía más de un mes que Alejo había bautizado a mi pecho como carozos.Lo peor es que yo sabía que él, posiblemente, ni estaba enterado de sus palabras y sí estuvo consciente en ese momento, no tenía idea de como me lastimó, me arrojó al vacío, no por no amarme, eso me dolía muchísimo, estaba lastimada porque me di cuenta que no merezco nada, sólo que él me lo hizo saber humillándome muchísimo.Para levantarme el ánimo, esa tarde de sábado, fuimos al shopping y para recordarme que no valgo nada, el destino puso delante mío a Marina.La miré profundamente.Era hermosa, estaba vestida muy llamativa y maquill
Por FlorenciaEl mundo se me viene abajo cada vez que lo recuerdo.-No lo sabe.Le contesté a su pregunta anterior.-¿Se lo pensás decir?-No…es complicado.-¿Es casado? Vos sos menor.-No es casado, aunque es mayor de edad.Le digo para que descarte a mis compañeros.-¿Entonces?-Esa noche le di mi virginidad…pero él estaba borracho y ni sabe que estuvo conmigo.-¿Te violó?-¡No! Pero no me registró…está enamorado de otra chica, aunque ya no salen, la encontró con otro y se emborrachó y estuvimos juntos, yo lo amo o lo amaba.-Tendrías que hablar con él.-No, no puedo, no lo haría ni loca.Me aconseja y es cuando pienso que a lo mejor, si se entera, también me obligaría a abortar, eso nunca lo había pensado porque siempre descarté que Alejo supiera la verdad.Si ya me despreciaba, solo por mi cuerpo, si se llegase a enterar que esa noche quedé embarazada, su odio se dispararía hasta la estratosfera.No quiero que mi bebé sea odiado por su padre, es preferible que Alejo nunca sepa de
Por Florencia-¿Pensás comer parada?Me preguntó mi papá y juro que mis manos transpiraban.-Tengo algo que decirles.Sentí su mirada seria en mi cara, e inmediatamente miró mi estómago.-¡Hablá!Gritó de repente.A mi hermano menor se le cayó el cubierto, porque se sobresaltó del rugido, porque más que un grito, fue un rugido.Ya se dio cuenta que estoy embarazada, porque se paró y se acercaba a mí, lo hacía lentamente, parecía un animal al acecho.Instintivamente me alejé de él.-Estoy embarazada.-¡Lo sabía! ¡Sos tan puta cómo tu tía!-No es así.-¿Y cómo es? Sos una mierda, pero esto no se termina acá.Me dice amenazante.-Siempre me toca a mí terminar con los bastardos, ya lo hice con Diana, tu abuelo me dijo lo que tenía que hacer ¿Podés ser una buena hija? Ahora te vas a quedar quieta y vas a colaborar.No sé de qué está hablando.-Gabriel, agarrá a tu hermana, vos trae perejil.Les ordena.Mi madre lloraba.-¡Ahora!Gritó como si no hubieran entendido su orden.-Bajale los pan
Por AlejoVolví al pueblo, me costó hacerlo, aunque reconozco que pasados esos primeros días, la traición de Marina, no me dolió como creía.Si hubiera sabido que ella jugaba distinto, hubiera entrado en su juego, me hubiera divertido cuando estaba en la capital.Hubiera disfrutado.No puedo negar que me dolió hasta el alma cuando la vi con ese idiota, pero después de esa terrible borrachera y pasadas las primeras semanas, donde me sentí mal herido, comprendí mi error.Mi error fue amarla, adorarla, venerarla, creer que ella era única.La estoy olvidando, a veces la recuerdo, pero no me muero con su recuerdo, como pensé que iba a hacerlo cuando la vi con él.Se me cayó la venda de los ojos en el momento justo.También le agradezco a Walter que agarró el anillo.Lo devolví, la suma que pagué por él, era enorme, ella no se merecía tenerlo.Lloré por ella, no lo niego, lo que me asombró es que me dolió menos de lo que pensaba, es que si alguien me hubiese preguntado, hipotéticamente, por
Por AlejoDefinitivamente ese hombre me cae muy malMi madre niega con la cabeza y la noto angustiada.-No lo creo, solo tiene más personas para gritarle, pobres sus hijos, la nena es un amor.Creo que mi madre se refiere a la adolescente que acababa de escaparse de la casa.-Siempre fue así, dicen que la hermana había quedado embarazada siendo soltera y su padre la echó de la casa, a instancias de él.-¿Qué pasó con la mujer?Le pregunté con curiosidad. -No sé, nunca más la vi.-¿Y el padre del bebé?-Nunca se supo de él… al menos yo no me enteré, es que tampoco vivimos todo el tiempo acá, recién ahora estamos un poco más, porque vos y tu hermana se hacen cargo de las empresas.Me pareció que sí sabía quién era ese hombre, el padre de la criatura de la mujer que nombró, pero como no es un tema que nos concierne, tal vez no tenía sentido nombrarlo.Es comprensible que descansen, aunque no entiendo porque aman tanto este lugar.Estos meses en los que no vine al campo, ellos me acompañ
Por Florencia.-¡Tía!Exclamé llorando.-Cielo, tranquila ya estás a salvo.Luego de unos minutos entramos a la casa de mi tía.Diana le sirvió un café a su amiga y a mí me preparó un té de manzanilla.Charlamos durante unas horas, luego me mostró su casa, era bonita, pero sobre todo se veía como un lugar armonioso y tranquilo.La casa era de dos plantas, en planta baja estaba cocina que daba a un patio, no muy grande, el comedor se unía al living, por lo que parecía inmenso, había tres sillones medianos que se veían apenas entrabas de la calle, contra una pared había un televisor grande y moderno, sobre un mueble tenía un equipo de reproducción musical y en un rincón estaba el escritorio con un notebook, cerca de la cocina vi una puerta, que después me enteré que daba al garaje.La mesa era redonda y estaba ubicada en la esquina contraria a la puerta que daba al garaje.Luego se veía una escalera de madera, todo era muy cálido, unas cuantas macetas con plantas de interior, decoraban