NINA
(Numerosas semanas más tarde)
—¿Ya lo tienes todo? —pregunta su preciado y apuesto Amara mientras baja una maleta mediana de color azul del maletero de su elegante coche gris.
—Así es —le confirma Nina cerrando la puerta del copiloto con entusiasmo y sintiendo su alma ligera como una pluma al chocar el aire fresco en su rostro.
La beta y el omega se encontraban de vacaciones, ¡pero de vacaciones de verdad! Nina tan siquiera recordaba la última vez que eso había ocurrido, sin duda antes de convertirse en beta, y además, en esta ocasión, tenía a la mejor compañía posible.
«¡Síííí! Nosotras pasar un buen tiempo con Amara», se jacta la loba quien llevaba muchos días entusiasmada con la idea.
«Sin duda, amiga», le asegura Nina echando un rápido vistazo a la bonita casa dónde iban a pasar los días siguientes y que el señor Perks muy amablemente les había alquilado.
Su lugar de destino finalmente había sido el lago Korias. Ese er
NINACon toda la comida acumulada de unos y de otros, los betas de las dos respectivas manadas habían decidido hacer un picnic improvisado bajo la agradable sombra de los árboles para conmemorar y hacer honor a su inesperado encuentro.—¿De verdad que no les molestará a tus Amaras? —pregunta Nina de nuevo mientras pone las cosas sobre la mesa y sin tenerlas todas consigo.El beta de Fergus había sido el principal impulsor de la idea, y tanto ella como Noah, sólo le seguían el juego.—Puedo asegurarte que no, sobre todo teniendo eso de postre —repite Blake señalando el exquisito pastel que Noah había preparado para la ocasión y ya con la boca haciéndose agua.En verdad, Nina le había pedido a su experto y apuesto repostero que contara hacer el pastel sólo para cuatro personas, pero Noah, siempre fiel a su innato instinto de maestro past
NOAH (Esa misma noche más tarde) La pareja compuesta por la beta y el omega de Montigraus ya habían despedido a Donovan y a Megan, quienes iban a dar un paseo nocturno, y por fin se encontraban a solas en la casa de alquiler. Nina acababa de darse una ducha rápida y en esos instantes se estaba poniendo el pijama. Lo que ella no sabía, y ni tan siquiera sospechaba, es que la prenda de ropa iba a durarle muy, muy poco tiempo. «¿Ya?», pregunta su salvaje lobo con impaciencia por llevar su estudiado plan a cabo. «Sí, camarada», le confirma Noah disimulando una traviesa sonrisa. Lentamente, su querida única, aún ajena a todo lo que tenía planeado para esa velada, se tumba a su lado, le abraza y apoya la cabeza sobre su pecho desnudo mientras Noah besa y acaricia su pelo. Casi todas las noches su compañera de vida hacía justo eso, tumbarse sobre él para beber de su aroma cosa que el lobo adoraba pues le permitía compartir unos calmados instantes en
NOAH Su compañera de vida estaba tan preciosa atada, temblando y jadeando gracias a sus atenciones que el omega no podía evitar sentirse orgulloso por conducirla a ese viaje de placer carnal que tanto estaba gozando. Pero aún así, había algo que Noah y el lobo deseaban con fervor, más incluso que todo el juego de sabores que acababan de realizar, sin embargo, primero necesitaban el permiso de su única antes de pasar a mayores. —Nina… —la llama suavemente mientras vuelve a prestar toda su atención en su hinchado y sensible clítoris—. Hay algo que lleva un tiempo rondando por nuestra mente pero no sé si te gustará… —empieza a decir el atractivo lobo mientras besa despacio su húmedo y más que dispuesto sexo a la vez se masturba en un intento de calmar a su dolorida erección. La loba no cesaba de revolverse en la cama retorciendo también las ataduras de sus manos que la mantenían indefensa a sus deseos. Sabía que a Nina le estaba costando como el mismísimo infier
RECORDATORIOEste relato pertenece a la cuarta y última entrega de la saga Fábulas Licantrópicas. Sigue a las novelas ya publicas Nigra Lupus, Ámica Lupus y Rapax Lupus aunque como siempre, puede leerse por separado. Sin embargo, quizás aparezcan situaciones que hagan referencia a sucesos previos ocurridos en las novelas anteriores, y éstas, puedan despistar al lector.Quisiera recordar nuevamente que esta historia no pretende seguir ninguno de los cánones que ya se conocen sobre los licántropos para discernir entre clases sociales y tampoco está basado en un universo omegaverse.Aparecerán palabras como alfa, beta y omega con el siguiente significado:—Alfa: primero al mando, líder, se encarga de la manada
NINA(Dos noches atrás)Nina se estira y bosteza con disimulo ya que la patrulla rutinaria de esa noche, no podía ser más aburrida.Su única labor en esa ocasión era multar a un grupo de jovencitos de su manada que se habían saltado las normas, pues los menores de edad, no tenía permitido acudir de noche a otra localidad. Aún así, un total de quince lobeznos de Montigraus se había desplazado a espaldas de sus padres y de los cargos a Terios, el pueblo de al lado, pare celebrar una fiesta de cumpleaños clandestina.Pobres ilusos, ¿de verdad creían que no iban a enterarse? ¡Cuando los pillara les iba a echar una bronca que los dejaría temblando!Con lo bien y a gusto que estaría en casa en esos momentos…—Ya queda poco… —murmura Noah en voz baja quien estaba con los brazos cruzados cómodamente sobre su
NINA(En la actualidad. Tres semanas más tarde)Nina mira el techo de su nueva habitación y suspira suavemente. Llevaba numerosos minutos sospesando cual iba a ser su siguiente movimiento, si una ducha rápida y un cena ligera, o leer un poco primero y después cenar. Acababa de mudarse al piso esa misma mañana y aunque todavía no se había acostumbrado y quedaban algunas cosas por ordenar, como era obvio, estaba muy contenta con su decisión.Su hermano Donovan y Megan necesitaban intimidad ahora mismo pues apenas acaban de empezar su relación y no mentía cuando les dijo que ella estaba entrometiéndose sin querer. Que la beta se mudara a otro sitio era lo mejor para todos, así los tortolitos podían hacer de las suyas sin preocuparse, y ella ya podía dejar de ir por la casa en modo ninja y alerta a cualquier rudito subidito de tono.«Así ahora tambi&
NINA La loba se encontraba tumbada sobre una fría superficie de madera pero ese hecho no le importaba lo más mínimo pues su piel desnuda ardía en esos instantes y el gélido contacto hasta resultaba un contraste agradable para su cuerpo febril. Nina tenía una tela que la ataba de pies y manos, y éstas últimas, se encontraban por encima de su cabeza inmovilizándola por completo. Para rematar la presentación, una gruesa y oscura venda cubría sus ojos obstaculizando su visión. La respetada loba de Montigraus esperaba a su amante con ansia y con el pulso acelerado. En verdad, no le gustaba ni un ápice estar fuera de control, pero en esta ocasión, y sobre todo con la persona que iba a torturarla, no le preocupaba dejarse llevar. Tenía plena confianza en él y también sabía a ciencia cierta que no iba a humillarla ni a reírse, únicamente la estaba llevando fuera de su zona de confort para que así gozara de una nueva experiencia. Y mientras la beta aguardaba p
NINA Su mirada ansiosa se posa sobre el reflejo que el espejo de su habitación ofrecía y la beta de la manada de Montigraus inspecciona una última vez su aspecto físico con detenimiento asegurándose de que todo el conjunto encajase. Al final, Nina había optado por un vestido negro corto y ajustado que marcaba su figura, unas botas altas también negras que le llegaban casi hasta las rodillas, un toque de maquillaje muy sutil que resaltaba sus ojos oscuros, como los del alfa, y el pelo suelto y liso que le llegaba un poco más abajo de los hombros. Casi siempre lo llevaba recogido en una cola para que no estorbase, y verse así, era toda una novedad. Ella no era ni por asomo tan alta como su hermano, ¡por suerte!, pero sí lo suficientemente alta como para intimidar a unos cuantos lobos con baja autoestima. No obstante, el omega también era un tipo bastante grande, el segundo por detrás del alfa, y por eso no debía preocuparse mucho por llevar talones en esa ocasi