— Marcus — Lauren colocó el plato en el comedor — me gustaría hablar contigo, quiero trabajar porque en casa me siento muy aburrida. Mi día consta de cocinar, limpiar, hacer supermercado, ir al banco a depositar tus cheques, lavar la ropa, ir a la tintorería y más nada.
— ¡En serio sigues con lo mismo! — él golpeó la mesa y Lauren se asustó — se supone que en lo que debes de estar pensando es en tener un hijo y más nada, ya he tenido sexo contigo de todas las formas y aún nada que sales preñada.
— Estoy muy estresada y quizás eso no ayuda, además solo llevamos dos meses casados, usualmente los matrimonios se toman al menos un año para ser padres.
— ¡Yo no puedo esperar un puto año! — él lanzó toda la comida y quebró los platos — escucha Lauren, tú deber es todo eso que mencionaste y darme un hijo. Me estás cansando y te advierto que por las malas puedo ser muy malo.
Marcus se levantó y tomó a Lauren del cuello, ella quedó alzada por varios centímetros del piso lo que ocasionó que comenzará a lanzar pequeñas patadas; su cabeza fue impactada contra la pared y luego la lanzó contra el suelo.
— Ahora limpia este maldito desastre del que tú eres culpable — Marcus la miró con desdén — te juro que cada día me arrepiento más de haberme casado contigo, solamente sabes desobedecer a tu esposo y las cosas no son así.
Lauren temblorosa comenzó a recoger los trozos de cristal además de la comida desperdigada en el suelo, sintió su espalda húmeda y al pasar sus dedos por su cabello estos quedaron con sangre. Se levantó como pudo y al ir a ver a Marcus este se encontraba en la cama.
— Marcus, me abriste la cabeza — ella habló temblorosa — por favor llévame al hospital que no me siento bien y necesito que me den puntadas.
— Escucha muy bien — él se sentó en la cama — te voy a llevar al hospital solamente en dos ocasiones, para ver si estás embarazada y para que des a luz, antes de eso tienes que apañartelas tú sola.
Lauren se quedó helada al escuchar lo que Marcus le decía, antes era un hombre muy bueno con ella pero ahora sentía incluso que estaba frente a una persona que en el físico era idéntico a aquel hombre tan bueno pero que su corazón desconocía la bondad de la que llegó a enamorarse un día.
— Por favor, no estoy en estado de manejar y necesito ir al hospital porque estoy sangrando mucho. Solo déjame en la entrada de emergencias y nada más.
— ¡No estés molestando! — él gritó y ella dió un brinco por el susto — si no quieres ir a la sala de emergencias con una fractura en el hocico mejor quédate callada y ve tú si tan urgente es que te den atención médica.
— Es increíble lo mucho que has cambiado, me encuentro delante de un completo desconocido. Antes hubiera jurado que serías incapaz de tocarme pero ahora no puedo decir lo mismo…
*
Lauren llamó un uber para que la llevará a sala de emergencias, su sorpresa fue muy grande al ver un carro de lujo que se detuvo en la entrada, sin decir más nada se subió sumamente mareada mientras el chófer la miraba con sorpresa.
— Por favor lléveme al hospital más cercano — ella habló con dificultad — no me siento nada bien y me urge ir.
Lauren fue lo último que dijo y después de eso se quedó inconsciente, Sebastián al ver a la desconocida que se había subido en la parte trasera de su coche se sorprendió pero ahora no tenía el corazón de bajarla ya que se miraba bastante mal. Manejo hasta el hospital central en donde trató de despertarla pero permanecía inconsciente, su rubia cabellera cubría su rostro así que solamente alcanzó a ver los labios en forma de corazón que tenía.
— Disculpe — él cargaba a Lauren — esta señorita necesita ayuda médica, se encuentra sangrando mucho de la cabeza.
— Joven amo Rivera — la enfermera lo miró con sorpresa — claro, por favor llévela a una camilla que en seguida la atendemos.
Sebastián la dejó en la camilla y después de encargarla mucho se fue al restaurante francés en donde terminó cediendo la mesa a una pareja mientras él se dirigía a la barra para tomar. Miró que las personas las cuales estaban sentadas en ese sitio se comprometieron esa noche y sonrió con amargura al pensar que fácilmente podía ser él con su novia pero las cosas no podían ser así en ese momento.
— Señorita — Lauren despertó al sentir un fuerte olor a alcohol— Señorita — Lauren despertó al sentir un fuerte olor a alcohol — hola, nos ha preocupado mucho; la herida que trae en la cabeza es muy grande.
— Hola doctor, disculpe pero me siento muy débil — ella sintió un mareo — ¿Cómo he llegado aquí? Solo recuerdo que me subí en el uber y le pedí que me llevará al hospital más cercano pero todo luego se volvió negro— Hola doctor, disculpe pero me siento muy débil — ella sintió un mareo — ¿Cómo he llegado aquí? Solo recuerdo que me subí en el uber y le pedí que me llevará al hospital más cercano pero todo luego se volvió negro.
— El joven amo Sebastián la trajo aquí — habló la enfermera — dudo mucho que él sea un conductor de uber pero eso no importa, ya se encuentra mejor aunque tiene diez puntos en su cráneo.
— La vamos a dejar esta noche en hospitalización, necesitamos ver que tantas consecuencias puede tener ese golpe y aunque no creo que sea tan serio es necesario mantenerla bajo observación.
Lauren se quedó esa noche en el hospital, ella al ver el nombre supo que era uno de los hospitales más caros de la ciudad y se preocupo ya que no tenía tanto dinero para pagar una sola noche ahí, pedirle a Marcus tampoco era una opción.
— Disculpe — ella le habló a la enfermera — pero no puedo pagar una noche en este hospital, sinceramente se sale por completo de mi presupuesto.
— No se preocupe que el joven amo Sebastián la encargó con nosotros y no va a tener que pagar nada por su estancia aquí; él es uno de los principales benefactores de este sitio pero no le diga nada porque le gusta mantenerlo en secreto.
Lauren accedió y pensó que el destino no podía ser tan mala con ella ya que había puesto una buena persona en su camino, pensó considerablemente en buscar cómo defenderse de los ataques de Marcus así que decidió comenzar a tomar clases de defensa personal en cuánto saliera del plantel médico ya que a este paso solamente iba a morir en las manos de su esposo.
— Muy bien — el doctor la miró — se puede ir de alta, por favor tomé estás medicinas y le sugiero que llame a alguien para que venga a recogerla.
— Muchas gracias doctor — ella tomó las recetas — llamaré a mi mamá ya que mi esposo se encuentra en un viaje de negocios.
Lauren finalmente llamó a su mamá que de mala gana llegó al hospital, al verla con la cabeza vendada se sorprendió pero no dijo nada hasta que ellas estuvieron en el carro y le preguntó por lo que había pasado y le contó todo.
— Deja de decir absurdos Lauren — ella la reprendió — te juro que me da rabia ver lo mentirosa que eres, Marcus es incapaz de hacer tal cosa.
— Mamá por favor no digas eso, Marcus se enfadó cuando le dije que quería trabajar porque estoy aburrida en la casa y se puso muy agresivo — ella lloró — además la noche de bodas me violo, le dije que no quería tener relaciones sexuales y a pesar de esto me tomó por la fuerza.
— ¡Cállate! — la mujer le dió una bofetada muy fuerte — él no te puede violar porque es tu esposo y lo tienes que saber muy bien, es tu deber complacerlo y punto.
— ¿En serio me dices eso? Quiero que me digas cuántas veces mi papá te forzó a tener intimidad, vamos mamá contesta.
— Tu padre no era así — ella apartó la vista — él era un excelente hombre y lo sabes, pero también tengo que reconocer que una de las fallas que tenía era que te daba alas para volar y te hizo sentir que eras capaz de lograr cualquier cosa.
— Entonces evidentemente estás diciendo que Marcus no es un buen hombre, él me forzó a tener sexo— Entonces evidentemente estás diciendo que Marcus no es un buen hombre, él me forzó a tener sexo la noche de bodas y eso se llama violación.
— No estoy diciendo tal cosa, todos los hombres son diferentes y tienes que saberlo — ella la miró con rabia — ahora lo que debes hacer es olvidarte de esa absurda idea de querer trabajar y complacer a tu esposo en todos los aspectos para que lo mantengas contento.
Lauren se bajó del carro y decidió caminar, ya sus esperanzas se habían acabado con esa conversación que sostuvo con su madre ya que si ella no era capaz de creerle que había sido víctima de maltrato, ¿De qué forma otra persona le iba a creer? Solamente debía aprender cómo defenderse y tratar de que Marcus no se enojará más que todo para salvaguardar su seguridad.
— Buenas tardes — ella entró a un gimnasio — me gustaría tener información sobre las clases de defensa personal.
— Hola — la mujer la saludó amablemente — aquí tiene toda la información que necesita, los pagos se pueden hacer desde semanales hasta mensuales y si desea clases privadas ahí también sale reflejado.
Lauren se fue con la cartilla que la mujer le dió y llegó a su casa, por suerte encontró taxi bastante rápido. A partir de ese momento fue que no le llevó la contraria a su esposo en nada y comenzó a ir a clases de defensa personal lo que hacía que se animara un poco en la rutina estricta de ama de casa que llevaba.
— Muy bien Lauren — el hombre sostenía una tabla de entrenamiento y ella pateaba — vamos hazlo con más fuerza, recuerda que tu enemigo no tiene consideraciones contigo.
Un año despuésLauren había salido de su clase de defensa personal y fue auna cafetería que comenzó a visitar casi al mismo tiempo que empezó a asistiral gimnasio. Estaba tomando un americano cuando escuchó su nombre con un pocode duda y miró al señor Soler.— Hola señor Soler — ella se levantóy le dió la mano — pero que gusto verlo aquí, por favor siéntese y hablemos.— Vaya Lauren — él se sorprendió alverla — estás muy cambiada, al parecer la vida de casada te ha cambiado mucho.— Bueno, estoy tomando clases dedefensa personal y quizás eso ha atribuido a que mi físico sea más voluptuoso yahora tengo el cabello corto, pero sigo siendo la misma — ella tomó café —dígame qué ha pasado con la empresa.— Pues no me puedo quejar, losnegocios van muy bien pero nada es igual desde que te fuiste. Dime una cosa,¿Estás trabajando?— De hecho no, extraño muchotrabajar y pues me gustaría regresar — ella sonrió ilusionada con solo pensarlo— pero ya llevo un año sin ejercer y usted sabe
— Buenos días — ella sonrióamablemente — he venido por mis cosas para empezar a trabajar, no sé en dóndevoy a estar.— Ve a recepción para que te digandónde vas a trabajar, ya eso no es mi trabajo — contestó de mala manera laresponsable de recursos humanos — o dile al señor Rivera que te indique tusitio, al parecer ustedes tienen una relación muy íntima y no todo mundo puedejactarse de eso en esta empresa, a nosotros nos cuesta sudor escalar en elnivel corporativo. Aunque siendo sincera no puedo creer que fue lo que vió enti.— Deberías morder tu lengua antes dehablar del señor Rivera de esa forma — Lauren arrebató su identificación — séque no me querías contratar pero te vas a aguantar el enojo y si tienes quejassobre mí haz un reporte pero no te pongas a hablar estupideces que no van alcaso.Lauren hizo caso omiso a las risas que salieron inicialmentepero después desaparecieron al ver la fiereza de la mujer. Ella después depreguntarle a la recepcionista por su oficina
Los paparazzi que se encontraban en la salida vieron aSebastián cargando a Lauren, inmediatamente empezaron a tomar fotos y encuestión de minutos fue tendencia en redes sociales junto con otros sitios deinformación.— Al parecer el joven amo SebastiánRivera decidió darle vuelta a la página, aquí evidentemente podemos ver que élse encuentra abrazado a una mujer que no es la supermodelo MileydisVillavicencio, la modelo en decadencia ha sido abandonada por su antiguo amor,y el multimillonario director general mantiene relaciones apasionadas con unafémina desconocida. El televisor modesto fue apagado con rabia, Mileydis estabafuriosa al ver que Sebastián le había dado la espalda en el momento que más lonecesitaba y le tomó coraje a la pobre Lauren que solamente era una víctima másde las circunstancias, se juró que se vengaría de la mujer que robó a la únicaprobabilidad que tenía ahora de seguir manteniendo el estilo de vida que seacostumbró desde años atrás.— Señorita — Seb
— Te iba a decir eso pero saliste con tus cosas — Sebastián miró con indiferencia a su padre — en fin, ahora ya ella está aquí para que te cuente lo que los paparazzi mostraron.Lauren entendió muy bien cómo iba la cosa, el señor Rivera se sentó y ahí ella empezó a contarle todo lo sucedido el día anterior.— Aquí la solución no es que te mudes, debes divorciarte de ese poco hombre; si no lo haces lo más probable es que volverás a ser acosada y golpeada por tu marido, así que más te vale divorciarte. No te preocupes que en esto no estás sola y pienso contratar un abogado para que te defienda, sabes que nuestra relación es muy buena y creo que estamos en ese nivel de confianza para poder hacer esto.— Tiene razón, pienso pedir el divorcio cuanto antes — ella le sonrió — muchas gracias por apoyarme tanto señor Rivera, hay que empezar con todo cuánto antes.Finalmente la demanda de divorcio fue impuesta y dado que habían pruebas de la agresión de Marcus fue que todo salió antes de lo pre
Sebastián no dijo nada y simplemente le dió un beso, ella pensó por un momento que lo apartaría ya que no quería tener ningún contacto con ningún hombre pero su cuerpo reaccionó de una manera completamente diferente. Le quitaron la camisa que minutos antes le habían puesto y empezaron a besar sus golpes, tomó el rostro de su acompañante masculino y lo besó con una enorme dulzura mientras lo atraía a sus brazos.— No — Sebastián la detuvo cuando intentó recoger la peluca — eres perfecta así como estás, las personas que hablan porquerías es porque son idiotas. Lauren sonrió al ver que el hombre le dió ese cumplido, los ojos de Sebastián mostraban un deseo muy grande que la hizo sentir tan bien que en mucho tiempo fue capaz de sentirse mujer. El hombre tomó a Lauren y empezó a besarla de una forma demandante, ella comenzó a quitar la ropa del sujeto y fue ahí que miró el tatuaje de lobo que tenía en su pectoral; lo besó de tal forma que solo calentó a Sebastián y se noto en el momento q
El peso del hombre sobre Lauren desapareció de repente, ellamiró de reojo a Sebastián golpeando al tipo y se levantó con dificultad. Lapolicía se hizo presente en cuestión de minutos, finalmente se llevaron altaxista que lo buscaban por agresión sexual y levantaron la denuncia de laúltima víctima.— Realmente te gusta meterte enproblemas — Sebastián puso su saco en ella — vamos, te iré a dejar al hotel yde ahí te voy a esperar.Lauren se sentía segura al lado de Sebastián así que poresta ocasión dejó de lado su orgullo y se fue con él al hotel. En el momentoque llegaron fueron interceptados por el dueño de este sitio, el hombre semiraba desesperado y la recepcionista que estaba la noche anterior también.— Joven amo Rivera — el hombre seacercó a él — quiero hablar con usted si se puede, realmente le pido que no nosdemande, comprendemos que la seguridad de la señorita Adams se vio comprometidapero es la primera y última vez que esto sucede.— Claro que va a ser la primera y
Los de seguridad se llevaron a Marcus sin dudarlo, porórdenes del señor Rivera fue que llamaron una ambulancia para el tipomoribundo. Lauren se despertó al sentir que le estaban sacando los pedazos decristal pero a pesar de que el dolor era grande se mantuvo quieta.— Ya estás lista — Sebastiánenvolvió los brazos con vendas — te llevaré a un hospital así que vamos, papápor favor ven con nosotros.— No es necesario que me lleven alhospital — ella habló débilmente — solamente llamen un uber y yo puedo ir sola.— Papá por favor ven con nosotros,tú irás detrás con ella en lo que manejo — Sebastián ignoró por completo aLauren — vamos de una vez.— Repito que no es necesario que melleven al hospital — Lauren se sentó en el sofá — puedo ir en un taxi o un ubersin problemas, ya suficientes molestias di.En el momento que Lauren intentó levantarse por poco se caede no ser por Sebastián, él la miró completamente furioso y la sentó en elsofá.— ¡POR UN DEMONIO DEJA DE SER TANOBSTINA
— Así que este es tu amante — miró aLauren — vaya que los sabes escoger, la pinta de vagabundo deja en evidenciaque no tiene donde caerse muerto más que el piso.— Vaya, me sorprende que Lauren seauna mujer tan inteligente teniendo una madre como usted — él riósarcásticamente — bueno, si ya dejo de soltar toda esa verborrea le sugiero quese vaya porque ya la seguridad viene en camino a sacarla a patadas; si soyamante de su hija o no eso no es su asunto y hasta donde recuerdo no tiene quedarle permiso para que este conmigo en todos los aspectos.La seguridad llegó y sacaron a la madre de Lauren por lafuerza, Sebastián al ver a la enferma se acercó para tocarle la frente.— Tienes fiebre, probablemente espor el estrés que te causa tu madre y créeme que te entiendo — él bebió café —le avisaré a la enfermera para que te ponga algo y rebaje tu temperatura.Sebastián llamó a la enfermera y le colocaron medicina quehizo que Lauren se durmiera profundamente, ella se miraba tan frág