Capítulo 3

Un año después

 

Lauren había salido de su clase de defensa personal y fue a una cafetería que comenzó a visitar casi al mismo tiempo que empezó a asistir al gimnasio. Estaba tomando un americano cuando escuchó su nombre con un poco de duda y miró al señor Soler.

 

Hola señor Soler — ella se levantó y le dió la mano — pero que gusto verlo aquí, por favor siéntese y hablemos.

 

Vaya Lauren — él se sorprendió al verla — estás muy cambiada, al parecer la vida de casada te ha cambiado mucho.

 

Bueno, estoy tomando clases de defensa personal y quizás eso ha atribuido a que mi físico sea más voluptuoso y ahora tengo el cabello corto, pero sigo siendo la misma — ella tomó café — dígame qué ha pasado con la empresa.

 

Pues no me puedo quejar, los negocios van muy bien pero nada es igual desde que te fuiste. Dime una cosa, ¿Estás trabajando?

 

De hecho no, extraño mucho trabajar y pues me gustaría regresar — ella sonrió ilusionada con solo pensarlo — pero ya llevo un año sin ejercer y usted sabe muy bien que eso no es bien visto en el medio.

 

Hay un lugar en una empresa muy grande — ella se sorprendió al escucharlo — la compañía Rivera, creo que sería un excelente regreso y puedo hablar con el CEO de ahí ya que tenemos cierta relación.

 

¿De casualidad se encuentra hablando del señor Pablo Rivera? — él la miró con sorpresa y asintió — ya veo, de hecho yo lo conozco ya que fue mi profesor en la universidad.

 

Entonces te sugiero que vayas a la compañía del CEO Rivera, ahí hay un puesto para ti y sería un buen comienzo.

 

Se lo agradezco señor Soler — ella terminó de tomar el café — iré a preparar mis papeles así que si me disculpa me urge irme.

 

Ella se fue de la cafetería y después de arreglarse apropiadamente fue que llegó a la empresa Rivera, pensó detenidamente en si ir directamente a la oficina del CEO era una buena idea y llegó a la conclusión de que no era lo mejor así que fue al despacho correspondiente, estando ahí dió el magnífico currículum a la encargada de derechos humanos, tal persona comenzó a leer pero su cara de póker no revelaba mucha información para esta persona.

 

Puedo ver que tiene muy buenas referencias pero ha estado un año inactiva y usted sabe muy bien que en el mundo de la arquitectura estamos en constantes cambios, lamento mucho informarle que no podrá quedarse a trabajar en este sitio así que le sugiero que se vaya a otro lado.

 

Pero se supone que si mis calificaciones son sobresalientes lo que significa que aprendo rápido y puedo ponerme al día con los cambios en la arquitectura que hay en la actualidad.

 

Lo lamento señorita pero aquí no es institución para estarle enseñando, le pido que no me haga perder más el tiempo y se retire ya que no me quiero ver obligada a llamar a seguridad.

 

Lauren no tuvo más opción que marcharse del sitio ya que no deseaba molestar a su antiguo profesor que al parecer ahora estaba jubilado, ella con el rostro destemplado salió de la enorme empresa pero su sorpresa fue muy grande al encontrarse con el señor Rivera que la miraba como si fuera su hija, habían tenido una excelente relación en ese tiempo y en algunas ocasiones llegó a comentarle dificultades personales que llegó a tener por la carrera que escogió.

 

Lauren — el hombre la miró con sorpresa — pero que bien encontrarte aquí, ¿Viniste a buscar trabajo?

 

Hola señor Rivera, si pero lamentablemente llevo un año sin trabajar, usted sabe muy bien lo que esto significa en la arquitectura — ella sonrió y dijo esto sin malicia — así que me iré a otro sitio para ver que tal me va.

 

¡¿Qué?! No digas tonterías, aunque llevas cierto tiempo inactiva te conozco lo suficiente como para saber que aprendes rápido — él la tomó del brazo — sería un idiota— ¡¿Qué?! No digas tonterías, aunque llevas cierto tiempo inactiva te conozco lo suficiente como para saber que aprendes rápido — él la tomó del brazo — sería un idiota si te dejo ir a otro lado, ven que yo mismo te llevaré a recursos humanos.

 

El hombre se fue a recursos humanos y pidió que se hiciera un contrato para Lauren, la encargada estaba rabiosa pero no pudo llevar la contraria al hombre así que empezó a hacer todo el papeleo en lo que su jefe junto con la nueva empleada conversaban animadamente.

 

Muchas gracias señor Rivera — ella firmó el contrato — espero poder ser de mucha ayuda en su empresa, ahora si me disculpa tengo que ir a casa para preparar la cena.

 

Lauren se fue rápidamente a la casa, se sentía muy contenta por su nuevo empleo así que esa noche decidió preparar la cena favorita de su esposo y se puso manos a la obra. Mientras cocinaba pensaba que sí sería una buena idea contarle a Marcus sobre su trabajo y llegó a la conclusión de que lo mejor era mantenerlo en secreto. Luego de unas horas el hombre llegó y quedó deleitado al sentir el olor tan delicioso que provenía de la cocina, Lauren salió a su encuentro y lo recibió como siempre lo hacía ya que él mismo se lo exigía.

 

Lauren — él la miró detenidamente — ¿Cuándo planeas salir embarazada? Honestamente ya me estoy cansando de esperar y no es por falta de sexo así que dame una respuesta.

 

Tú sabes muy bien que eso lleva su tiempo, ya tenemos un año de casados y quizás antes de que acabe el año puedo darte la nueva noticia.

 

¡No puedo seguir esperando! — él se levantó furioso — poco me importa si tienes que hacer un pacto con el diablo pero tienes que buscar cómo salir preñada en estos meses sino voy a buscar a otra mujer que pueda hacer lo que tú no haces.

 

¡No me amenaces de esa forma! — ella se levantó furiosa — ¿Acaso para ti soy sustituible? Te recuerdo que te casaste con una mujer y no con una incubadora que lo único que puede hacer es fabricar bebés.

 

¡Ya estoy harto de tu actitud de contestona! Agradecida deberías de estar que aún te toqué, ¿Te has visto en un espejo? Pareces un hombre, tienes hasta músculos y un corte que te queda espantoso.

 

Pues entonces simplemente no me toques, ¿Acaso no se te hace raro que no haya salido embarazada en un año? Prácticamente pasas encima de mí como si fuéramos conejos, creo que deberíamos ir a un doctor para que nos examiné y determine quién de los dos es el problema.

 

¡No me contestes así! — él se levantó y miró a Lauren como si quisiera matarla — yo no soy el del problema, quizás tu cuerpo ya hasta se creyó eso de que eres un macho y por eso no sales embarazada.

 

Deja de decir tonterías, te miras como un idiota hablando esas estupideces que tu cabeza piensa, los problemas de infertilidad se deben a nivel hormonal y no porque tengo esta apariencia de macho como dices…

Marcus intentó arrinconar a Lauren y aunque al inicio lo hizo fue por poco tiempo ya que ella se defendió con las clases que había tomado, le dió varios golpes que lograron tumbarlo en el suelo, desde esa posición lo miró con desdén.

 

Nunca más voy a permitir que me vuelvas a golpear, eres un poco hombre que solamente se impone por el hecho de que cree tener más fuerza pero como puedes ver ya no soy aquella mujer temerosa, tomé clases de defensa personal en un año y ahí tienes los resultados.

 

Lauren se marchó de la sala y fue a la habitación, Marcus por su parte decidió salir a fumar en el jardín mientras veía el cielo estrellado; una llamada lo sacó de sus pensamientos y miró que se trataba de su madre así que rápidamente contestó.

 

¿Qué sucede mamá? — él lanzó humo al aire — ¿Necesitas algo? ¿Te encuentras bien?

 

Hola cariño, solo pasaba a ver cómo estaban las cosas — ella sonrió mientras hablaba — también deseaba saber si Lauren se encuentra embarazada.

 

Pensé que si lo estaba ya que preparó una cena bastante deliciosa pero al final me equivoqué rotundamente — él lanzó una maldición — te lo juro que estoy a nada de divorciarme, ya no la puedo domar porque la m*****a perra— Pensé que si lo estaba ya que preparó una cena bastante deliciosa pero al final me equivoqué rotundamente — él lanzó una maldición — te lo juro que estoy a nada de divorciarme, ya no la puedo domar porque la m*****a perra tomó clases de defensa personal y me golpeo.

 

¡No lo hagas! Recuerda que necesitas un hijo para poder cobrar la herencia que el idiota— ¡No lo hagas! Recuerda que necesitas un hijo para poder cobrar la herencia que el idiota de tu padre dejo, a mala hora puso ese requisito de que todo se le diera al primer nieto o nieta que tuviera, además no andes diciendo que tu mujer te pega porque eso solo va a dejarte en burla con los demás.

 

Lo sé, espero poder embarazarla lo más antes posible y ya luego me voy a divorciar de Lauren — él apagó el cigarro con la punta de su zapatilla — te lo juro que me desespera siempre estar a su sombra, solamente es una mujer que no sabe que su función es tener a los hombres bien atendidos, a mala hora su difunto padre le dió las alas para hacerle creer que ella es capaz de hacer cualquier cosa.

 

Lo sé cariño, solo trata de soportar un poco y una vez que ella te dé el hijo que necesitamos para cobrar esa millonaria herencia le pides el divorcio de inmediato; obviamente tienes que quitarle a la criatura para que los abogados no tengan pretextos a la hora de dar el dinero.

 

Lo sé mamá, bueno tengo que dejarte para ir a reconciliarme con esa idiota— Lo sé mamá, bueno tengo que dejarte para ir a reconciliarme con esa idiota que decidí desposar, seguimos en contacto.

 

Cuando Marcus fue a la habitación que compartía con Lauren se encontró con la sorpresa que una almohada junto con una sábana estaba en el piso, al intentar abrir la puerta no pudo ya que se encontraba con seguro y tampoco le pareció buena idea discutir con su mujer. Lauren se fue antes que su marido se despertará, ella al llegar a la empresa sonrió contenta pensó en pedirle al señor Rivera un adelanto de su pago para poder mudarse y alquilar un piso cuanto antes. Una vez que estuvo dentro de la empresa fue a recursos humanos para tomar su identificación además de decirles en qué sitio iba a trabajar.

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