Los paparazzi que se encontraban en la salida vieron a Sebastián cargando a Lauren, inmediatamente empezaron a tomar fotos y en cuestión de minutos fue tendencia en redes sociales junto con otros sitios de información.
— Al parecer el joven amo Sebastián Rivera decidió darle vuelta a la página, aquí evidentemente podemos ver que él se encuentra abrazado a una mujer que no es la supermodelo Mileydis Villavicencio, la modelo en decadencia ha sido abandonada por su antiguo amor, y el multimillonario director general mantiene relaciones apasionadas con una fémina desconocida.
El televisor modesto fue apagado con rabia, Mileydis estaba furiosa al ver que Sebastián le había dado la espalda en el momento que más lo necesitaba y le tomó coraje a la pobre Lauren que solamente era una víctima más de las circunstancias, se juró que se vengaría de la mujer que robó a la única probabilidad que tenía ahora de seguir manteniendo el estilo de vida que se acostumbró desde años atrás.
— Señorita — Sebastián llegó al hospital — esta mujer necesita atención médica, fue agredida y creo que le han abierto la cabeza.
— Joven amo Rivera — ella lo miró sorprendido — claro, por favor pase y coloque a la paciente en una camilla.
Una vez que Sebastián miró su celular se sorprendió por todas las notificaciones que tenía, varios mensajes por parte de familiares de Mileydis habían llegado y en cada uno de ellos lo maldecían. Él no entendía así que comenzó a investigar y fue en ese momento que se dió cuenta de que los paparazzi habían hecho de las suyas.
— Por un demonio — él maldijo y golpeó la pared — no he salido de una para caer en otra, solo espero que este escándalo no perjudique a la empresa.
Al final decidió quedarse en el hospital e irse a primera hora al día siguiente, él espero noticias de Lauren y el doctor llegó minutos después.
— La señora se encuentra bien — él sonrió — la vamos a dejar en observación por rutina más que todo y una vez que mejoré le daremos de alta.
Lauren fue puesta en un cuarto privado por petición de Sebastián, ella aún dormía y no era para menos ya que la golpiza, él estaba sentado en una esquina de la habitación mientras revisaba su celular leyendo todas las noticias de ambos escándalos, sus largas piernas estaban dobladas elegantemente y no se enfocaba en nada más que en el móvil.
— No — Lauren habló dormida y empezó a sacudirse — no, suéltame Marcus. No quiero, entiende que no quiero — el cuerpo de Lauren se movía enérgicamente como si intentará quitarse a alguien de encima, sus manos trataban de apartar algo que simplemente no existía — déjame en paz, solo deseo el divorcio y nada más.
Sebastián al verla con tanta angustia se levantó tranquilamente y la tocó sin embargo al hacerlo fue agredido por Lauren que despertó asustada mientras recogía sus piernas con una gran desesperación, la línea de sangre se deslizó por su mejilla y ella se asustó enormemente.
— Lo siento, no fue mi intención hacerlo — intentó tocarlo pero se detuvo — estaba teniendo una pesadilla y pensé que…
— Que era tu esposo — él finalizó y limpió su mejilla — lo sé, pude escuchar mientras lo decías una tras otra vez, espera un momento que necesito comprobar algo — Sebastián tocó la frente de Lauren y luego la suya, fue en ese momento que comprobó que ella estaba con mucha fiebre — le diré a la enfermera que te dé algo de medicina, tienes temperatura y por eso tuviste pesadillas además tus mejillas parecen dos cerezas de tan rojas que están.
En el momento que Sebastián se iba a ir fue detenido por Lauren y sin la intención de lastimarla fue que apartó su brazo por instinto lo que hizo que ella se tambaleará y por poco se fuera directo al piso sin embargo fue detenida por el hombre que la miró muy asustado.
— Sinceramente creo que te encanta meterte en problemas — él la puso en la camilla — recuerda que estás en un hospital porque te encuentras delicada, ¿Por qué me querías detener?
— Era para decirle que le agradezco lo que hizo por mí — ella sonrió — soy consciente de que no nos llevamos bien pero decidió hacerlo por un motivo que desconozco.
— Soy una persona decente, por eso fue que lo hice — él se mostró frío — en fin, no me sorprende que tengas ese pensamiento tan retrógrado, basta con ver lo que escogiste como esposo para saber que no eres muy inteligente a la hora de buscar pareja.
— Marcus nunca me mostró esa faceta, si lo hubiera hecho jamás me hubiese casado con él — Lauren se defendió — así que no hable si no sabe.
— ¿No te la mostró o simplemente no la quisiste ver por estar idiotizada? Muchas veces ellos mandan banderas rojas e incluso de otros colores pero por estar pensando que es lo más maravilloso que te pudo haber pasado es que luego pasa lo que te pasó.
— Al parecer ya usted decidió ser juez, jurado y verdugo — Lauren frunció sus labios — ¿Acaso nunca se equivocó con alguien joven amo Rivera?
Esas palabras hicieron que Sebastián se mantuviera callado, Lauren al verlo así tomó la decisión de que no sería prudente seguir hablando. Él se marchó al día siguiente y al llegar a la oficina de su padre para hablar sobre lo sucedido se sorprendió ya que el señor Rivera lo sabía.
— Sabía muy bien que no me había equivocado al poner mis ojos en Lauren como tu esposa, quiero que ella sea la mujer con la cual te cases y una vez que lo hagas es que voy a darte el puesto que tanto ansias, la silla de CEO te va a estar esperando sin poner ninguna tranca en el camino.
— ¿De qué estás hablando? Yo no me quiero casar con esa mujer, te recuerdo que tengo una novia — Sebastián miró a su padre — no pienso hacerlo y es mi última palabra.
— Es cierto que tienes una novia pero tal como miró ella te puso los cuernos con un hombre mayor y que aparte está casado — Sebastián bajó la cabeza — si piensas que voy a permitir que una persona con tan poca moral entre a formar parte de la familia estás muy equivocado, si deseas perdonarla y hacer una vida a su lado me parece perfecto pero desde ya te digo que no voy a apoyarte; tendrás que rascar tu espalda con tus propias uñas.
— Sabes bien que no tengo miedo de comenzar de cero — Sebastián alzó la barbilla — tú mismo has dicho que soy el Midas del siglo 21 y puedo abrirme paso sin ninguna dificultad.
— Es cierto, pero no creo que seas tan idiota para perdonar unos cuernos como los que te han puesto. Me encargué de criar a un hombre con todas las letras y te conozco lo suficiente como para saber que no le vas a perdonar a tu novia la infidelidad tan descarada que te hizo, valoras mucho la sinceridad y la lealtad algo que no está presente en Mileydis.
Sebastián simplemente se quedó callado ante las afirmaciones de su padre, no pensaba perdonar a su novia e incluso iba a terminar con ella el día anterior pero pasó eso; no obstante tampoco deseaba casarse con una mujer que no tenía ni un mes de conocer. Lauren salió del hospital, su alta había sido dada sin mayor demora y como no quería molestar a nadie fue que se salió de ese sitio; luego de ir al apartamento donde había sido agredida no le permitieron entrar e incluso sus maletas estaban en la entrada.
— El hombre que la vino a buscar hizo un completo desastre en el piso y como puede imaginar no es conveniente que se quedé aquí — habló la casera — el dinero que me dió va a servir para pagar todo lo que ese individuo causó y aquí están todas sus cosas.
Lauren no quería discutir así que no tuvo más remedio que simplemente tomar sus cosas e irse a la oficina en esas fachas. Llegó a la empresa y en cuánto entró pudo escuchar las murmuraciones de todos los empleados referente a su éxito en la constructora.
— Lo peor es que se enredó con el joven amo Rivera — habló una empleada — no sabía que él tenía esa clase de gustos, es decir, salía con la señorita Villavicencio y ahora de la noche a la mañana cambió de preferencias.
— Deja de decir tonterías — otra empleada la regañó con voz baja — probablemente el joven amo Rivera se encontraba borracho, no hay otra explicación del motivo por el cuál iba a cambiar a una supermodelo por una marimacho como Lauren Adams.
La involucrada solamente ignoró a las dos mujeres de limpieza, subió hasta su oficina y se puso a trabajar en el proyecto del señor Brightman. Sebastián al entrar al sitio se sorprendió al ver a Lauren enfocada en su trabajo mientras tenía la cabeza vendada, los ojos azules de la mujer estaban clavados en su ordenador y no escuchó en el momento que su jefe entró.
— Lauren — Sebastián se puso delante de la mujer — se supone que debes estar descansando en tu casa, no debiste venir aquí e incluso pudiste llamar a mi papá para que te fuera a recoger.
— No es necesario joven amo Rivera — ella levantó sus ojos un poco — hay mucho trabajo que hacer y no puedo descansar, además me quedé sin apartamento por lo que no tengo algún sitio en el que descansar apropiadamente.
Sebastián no dijo nada más y simplemente dejó a Lauren que hiciera lo que se le viniera en gana, estaban trabajando cuando el señor Rivera entró y miró a su nueva empleada con la cabeza vendada; su preocupación fue evidente ya que la herida se miraba muy seria.
— Lauren, hija me puedes decir qué demonios te pasó en la cabeza — él se acercó al escritorio de ella — ignoraba que te había pasado algo y tampoco Sebastián me dijo nada, solo me enteré de que ustedes dos salieron juntos anoche.
— Te iba a decir eso pero saliste con tus cosas — Sebastián miró con indiferencia a su padre — en fin, ahora ya ella está aquí para que te cuente lo que los paparazzi mostraron.Lauren entendió muy bien cómo iba la cosa, el señor Rivera se sentó y ahí ella empezó a contarle todo lo sucedido el día anterior.— Aquí la solución no es que te mudes, debes divorciarte de ese poco hombre; si no lo haces lo más probable es que volverás a ser acosada y golpeada por tu marido, así que más te vale divorciarte. No te preocupes que en esto no estás sola y pienso contratar un abogado para que te defienda, sabes que nuestra relación es muy buena y creo que estamos en ese nivel de confianza para poder hacer esto.— Tiene razón, pienso pedir el divorcio cuanto antes — ella le sonrió — muchas gracias por apoyarme tanto señor Rivera, hay que empezar con todo cuánto antes.Finalmente la demanda de divorcio fue impuesta y dado que habían pruebas de la agresión de Marcus fue que todo salió antes de lo pre
Sebastián no dijo nada y simplemente le dió un beso, ella pensó por un momento que lo apartaría ya que no quería tener ningún contacto con ningún hombre pero su cuerpo reaccionó de una manera completamente diferente. Le quitaron la camisa que minutos antes le habían puesto y empezaron a besar sus golpes, tomó el rostro de su acompañante masculino y lo besó con una enorme dulzura mientras lo atraía a sus brazos.— No — Sebastián la detuvo cuando intentó recoger la peluca — eres perfecta así como estás, las personas que hablan porquerías es porque son idiotas. Lauren sonrió al ver que el hombre le dió ese cumplido, los ojos de Sebastián mostraban un deseo muy grande que la hizo sentir tan bien que en mucho tiempo fue capaz de sentirse mujer. El hombre tomó a Lauren y empezó a besarla de una forma demandante, ella comenzó a quitar la ropa del sujeto y fue ahí que miró el tatuaje de lobo que tenía en su pectoral; lo besó de tal forma que solo calentó a Sebastián y se noto en el momento q
El peso del hombre sobre Lauren desapareció de repente, ellamiró de reojo a Sebastián golpeando al tipo y se levantó con dificultad. Lapolicía se hizo presente en cuestión de minutos, finalmente se llevaron altaxista que lo buscaban por agresión sexual y levantaron la denuncia de laúltima víctima.— Realmente te gusta meterte enproblemas — Sebastián puso su saco en ella — vamos, te iré a dejar al hotel yde ahí te voy a esperar.Lauren se sentía segura al lado de Sebastián así que poresta ocasión dejó de lado su orgullo y se fue con él al hotel. En el momentoque llegaron fueron interceptados por el dueño de este sitio, el hombre semiraba desesperado y la recepcionista que estaba la noche anterior también.— Joven amo Rivera — el hombre seacercó a él — quiero hablar con usted si se puede, realmente le pido que no nosdemande, comprendemos que la seguridad de la señorita Adams se vio comprometidapero es la primera y última vez que esto sucede.— Claro que va a ser la primera y
Los de seguridad se llevaron a Marcus sin dudarlo, porórdenes del señor Rivera fue que llamaron una ambulancia para el tipomoribundo. Lauren se despertó al sentir que le estaban sacando los pedazos decristal pero a pesar de que el dolor era grande se mantuvo quieta.— Ya estás lista — Sebastiánenvolvió los brazos con vendas — te llevaré a un hospital así que vamos, papápor favor ven con nosotros.— No es necesario que me lleven alhospital — ella habló débilmente — solamente llamen un uber y yo puedo ir sola.— Papá por favor ven con nosotros,tú irás detrás con ella en lo que manejo — Sebastián ignoró por completo aLauren — vamos de una vez.— Repito que no es necesario que melleven al hospital — Lauren se sentó en el sofá — puedo ir en un taxi o un ubersin problemas, ya suficientes molestias di.En el momento que Lauren intentó levantarse por poco se caede no ser por Sebastián, él la miró completamente furioso y la sentó en elsofá.— ¡POR UN DEMONIO DEJA DE SER TANOBSTINA
— Así que este es tu amante — miró aLauren — vaya que los sabes escoger, la pinta de vagabundo deja en evidenciaque no tiene donde caerse muerto más que el piso.— Vaya, me sorprende que Lauren seauna mujer tan inteligente teniendo una madre como usted — él riósarcásticamente — bueno, si ya dejo de soltar toda esa verborrea le sugiero quese vaya porque ya la seguridad viene en camino a sacarla a patadas; si soyamante de su hija o no eso no es su asunto y hasta donde recuerdo no tiene quedarle permiso para que este conmigo en todos los aspectos.La seguridad llegó y sacaron a la madre de Lauren por lafuerza, Sebastián al ver a la enferma se acercó para tocarle la frente.— Tienes fiebre, probablemente espor el estrés que te causa tu madre y créeme que te entiendo — él bebió café —le avisaré a la enfermera para que te ponga algo y rebaje tu temperatura.Sebastián llamó a la enfermera y le colocaron medicina quehizo que Lauren se durmiera profundamente, ella se miraba tan frág
— No he venido a una reconciliaciónsino para terminar formalmente contigo — él se mantuvo reacio a entrar —también a decirte que gracias por haberme sido infiel, ahora compruebo la clasede mujer que eres y de lo que puedes llegar a ser capaz porque tienes el almanegra.— Cariño solo cometí un error alserte infiel pero estoy arrepentida, no entiendo a que se deben tus palabrastan crudas.— A lo que me refiero es a lo que teatreviste a hacerle a Lauren — él la miró con rabia — mira que drogarla y mandara esos tipos a abusar de ella es algo que no tiene nombre, se supone que entremujeres se deben de apoyar, tener solidaridad y lo que tú haces al pensar queestá saliendo conmigo es destruirla no solo a nivel físico sino también moral.Yo no te fui infiel nunca, ese día que tú miraste que salí con ella es porquese encontraba herida ya que su ex esposo la golpeó con una llave inglesahaciendo que su cabeza se abriera, venía aquí para terminar esta relación quetú misma mandaste al
Lauren fue tomada por sorpresa con la noticia que Sebastiániba a estar ahí pero no dijo nada, un botones le ayudó con su ligero equipaje yla dejó en la habitación presidencial que se resumía a un cuarto enorme con unapared que dividía las piezas. Ella entró al baño y miró la lujosa tina en laque se dijo que tomaría un baño relajante.— ¿Qué te pasó Lauren? — ella semiró en el espejo mientras hablaba con sí misma — al parecer has perdido tuencanto femenino solo porque te cortaste el cabello, tu marido te dejó por otray ni siquiera tienes tiempo de llorar por el fracaso de tu matrimonio de dosaños porque tienes que trabajar, aparte te acuestas con tu jefe y enfureces asu ex que al parecer está más que rematada a nivel mental, vaya que endefinitiva eres el orgullo de tu madre.— Lauren — una voz masculina seescuchó desde afuera — ¿Estás aquí? Soy Sebastián, recién estoy viniendo.Lauren tomó su maletín y fue a la cita con este clientemientras era acompañada por Sebastián, su
Lauren se apartó del señor Rivera a pesar que aún seguíamareada y miró a Cassidy, su instinto sabía lo que esa mujer iba a hacer sinembargo no dijo nada ya que no lo veía necesario y espero pacientemente a queella hablará.— ¿Qué se supone que haces aquíCassidy? — el señor Rivera habló molesto — por si no lo sabes tienes queesperar a que Alejandra te anuncie y te haga pasar, se me hace inconcebible quete valgas a hacer un chisme por un simple gesto de cortesía hacia alguien queiba a caerse y lo evite.— Vengo a poner la renuncia — ellaextendió el documento — ahora tengo que ocuparme de mi casa y de mi futuroesposo, dado que él me va a mantener como toda una reina ya no tengo quetrabajar como una negra en esta empresa que no reconoce el valor de susempleados.— Que bien que decidieras poner larenuncia — él tomó la carta — porque de hecho me ahorraste el trabajo dedespedirte, en esta empresa claro que reconocemos el valor de nuestrosempleados justo por eso es que había tom