Amelia continuaba preocupada, sabia que este no era el mejor momento para sentir algo por Ryan. Especialmente porque estaban viviendo una farsa, sus instintos nunca le habian fallado debio de alejarse mientras pudo ahora eso era imposible. Ryan abrió la puerta de la suit del hotel que horas antes habia reservado a nombre de los Saggari y la sujetó para que pasaran Vincen y Amy. Entraron en un salón grande y cómodo en el que había dos puertas que debían dar a los dos dormitorios un espacioso salon que daba a unas grandes ventanas que mostraban un amplio balcon.-¿Cuál es nuestra habitación, Ryan?Amelia lo miro, el habia estado una hora antes para realizar los tramites formales. Vincen habia llamado a un viejo conocido y este habia dejado la mejor suit de su hotel para ellos.-La de la derecha. Las bolsas ya están dentro- le dijo mientras se desabrochaba los puños de la camisa y se las subia hasta los codos- las hice traer antes del hospital cuando vine a recoger las llaves. Tambien
-Vincen, ¿quieres tomar un té? Mary siempre nos dice que es bueno para calmar la ancieda y dormir bien -¿es que no iba a ser capaz de hacerlo? No necesitaba té para decir la verdad, y para rematar estaba diciendo tonterias para alagrar el momento. Era sencillo, sólo tenía que decir una frase-. Puedo pedir que nos traigan té si quieres.-No, gracias, cariño. De hecho le estaba diciendo a Ryan que creo que me voy a la cama.-¿Tan pronto?-Para mí ha sido un día muy largo y mañana nos espera otro dia agotador -contestó Vincen-Claro, lo comprendo. No se me había ocurrido pensarlo, Tienes que descansar.- Amelia le dio un beso en la mejilla. Tendría que esperar hasta el día siguiente. -Cuídala, Ryan -dijo dándole unos golpecitos en el hombro a modo de despedida.Ryan se acercó y la agarró por la cintura mientras le daba un beso en la frente.-Desde luego que lo haré. Dormiremos y mañana estaremos preparados para llevar a Mary al quirófano. Vince no te preocupes ya le deje un mensaje a un
Sí, era cierto, pensó. Había sido exactamente tal y como él lo había descrito. El resto del mundo había desaparecido.-¿Qué me ibas a decir? ¿Se te ha olvidado?-Sí -contestó besando la punta de su nariz-. Espera un segundo, ya me acuerdo, el anillo. Estaba pensando en ir a comprarte un anillo que te quede bien.-¿Ahora? ¿Esta noche?- Amelia estaba completamente sorprendida... Ryan parecia un niño queiba a la jugueterria por primera vez.-Sí, ¿Cómo lo quieres? ¿Como éste?-No -dijo haciendo una pausa.Comprar un anillo. ¿Era sólo para seguir fingiendo, se preguntó, o significaba algo más serio? Estaba confundida,no sabia que esperar sus sentimientos eran una montaña rusa, queria y no queria.-No, claro que no, éste no te pega. Tú quieres algo más sencillo, ¿verdad? Algo elegante por su misma sencillez.Parpadero ¿Cómo? Sí, eso era exactamente lo que quería. Era extraño, Ryan conocía bien sus gustos.-Sí, me gustan más sencillos, pero no hace falta que te molestes. Es sólo para un día,
Eso era cierto, se lo debía fui yo quien le hizo seguirnos el juego ene sta mentira, no podía reprocharle que no la quisiera con los mismos sentimientos que en ella estaba despertando. Ése era problema suyo, el solo estaba traido,sin ser narcesitas sabia que tenia buena figura y tenia un trabajo estable para ojos de la sociedadera un buen partido por si sola si ha eso le añadia su relacion con los Saggari.. Fue su error ahora tenia que compensarlo. Levantó la cabeza y consiguió sonreír.-Tienes razón, no te preocupes. Haré lo que sea para ayudarte -dijo aparentando bostezar-. Discúlpame, estoy muy cansada. Creo que me voy a dormir.-Sí, claro. Buenas noches.Se retiró antes de que pudiera besarla, si iba hacer esto tenia que tener la cabeza fria. Abrió la puerta del dormitorio, entró y lo miró un momento. Tenía el ceño fruncido pero no intentó seguirla ni detenerla.-Buenas noches -contestó ella.Cerró la puerta y mantuvo la mano firme sobre el picaporte por unos segundos. Podía dars
Ella se deslizó dentro de la cama echándose a un lado para dejarle sitio. Él se metió también, apoyó la cabeza sobre la almohada y la abrazó. Se quedó rígida por un momento y luego, con un inspiro, apoyó la cabeza sobre su pecho.-Bien, ¿vas a contarme qué te ha puesto tan triste? -En realidad no, no creo que hablar de eso sirva de ayuda.Podía sentir el calor de su respiración a través de la camisa.-No estoy de acuerdo. Hablar las cosas siempre ayuda. Déjame ver si lo averiguo. Es algo relacionado con Mary.-Mmm -murmuró ella.Aquello, supuso, debía significar que sí. Quizá había acertado, asi que se aventuro a preguntar algo que habia estado en su mente desdeque Vincen le conto a grandes razgo comoAmy comenzo a formar parte de su familia.-¿Por qué no le permitiste a ellos que te adoptaran cuando murió tu madre?Ella pareció dejar de respirar por un minuto, estaba muy quieta en sus brazos. Por fin dijo:-Me imagino que Vincen te habia contado algo pero al parecer ustedes habéis e
Sí, se dijo a sí mismo, él era un hombre maravilloso. Ahí estaba, tumbado en la oscuridad pensando como demonios habia llegado a esta situacion, miro de reojo y vio que Amelia estaba muy comoda en la posicion el a que se encontraban mientras que el se sentia como si estuviera a punto de explotar, necesitaba una ducha rapida. Suspiro, se merecia lo que le estaba pasando nadie le habia puestoun arma en la cabeza, si sus hermanos se enteraban de que por primera vez estaba con una muejer en sus brazos que no era ni su madre, alguna de sus cuñadas o hermanas y no habia hecho ninguno de sus famosos movimientos de conquista... mejor ni pensar en eso.-Olvídalo.-Quiero que sepas que te ayudaré a conseguir ese contrato, se que tienes grandes ambisiones y ese seria algo importante que puede ayudarte a impulsar tu carrera. ¿Dijiste que íbamos a ir a su casa?-Sí, a su casa de campo, que milagrosamente es uno de los viñedos mas prestigiosos del valle de Napal. No estoy muy seguro de dónde está e
Amelia abrió la boca para protestar. No le había importado que Mary pensara que lo amaba cuando no era así, pero en ese momento, cuando sí sentía algo por él, quiso negarlo. Aquello era una contradicción. Y después de la noche pasada, después de haberla abrazado durante toda la noche con tanta dulzura, sus sentimientos por él eran más fuertes que nunca. No eran sentimientos de amor, desde luego. Eran... simplemente sentimientos, se dijo a sí misma. Después de todo no le pertenecía ni nada por el estilo.Mary frunció el ceño con expresión preocupada. -¿Amy, querida? ¿Estás bien?-Estoy bien -contestó automáticamente. No pertenecía a Ryan, pero sí a Vincen y a Mary-. ¿Mary? -¿Sí?-Mmm -era más difícil decirlo de lo que pensaba-. Hay algo que necesito decirte.-¿Qué es, Amy?-Sabes que siempre he dicho -respiró hondo- que tú eras como una madre para mí. Eso no es exactamente cierto. No eres como una madre, eres mi madre, y Vincen es mi padre. Y estoy muy contenta de pertenecemos a los
Dos semanas despues, aqui estaban Amelia y Ryan llegaban en el auto de aquiler desde el aeropuerto a la casa familiar de los Adamos en el valle de Napal, era tal cual Amy se la habia imaginado una arquitectura majestuosa en medio de un gran viñedo. Suspiro antes de bajar del auto y poner las gafas del sol en su cabeza, Amelia pensó , porque tenía los nervios de punta pensando en qué iba a ocurrir aquel fin de semana.Ryan subió las escaleras principales detrás de ella llevando las bolsas.-Menuda extensión tiene la finca. Me pregunto si fabricarán su propio vino.-Seguramente. Si son tal y como afirman que son, fabricarán hasta sus propias uvas -contestó llamando a la puerta.-Bueno, esto es una casa -dijo Ryan sonriendo.Amelia se dio la vuelta para mirar a la puerta. Era demasiado susceptible a sus sonrisas y, en el fondo, a cualquier otra expresión que cruzara su semblante. Desde la operación de Mary él se había mostrado tan solícito con ella, tan cariñoso, que había tenido que