Ryan dio un sorbo a su café. Al acceder a aquel falso matrimonio se habíametido en arenas movedizas, sabia bien que sus sentimientos serian un problema. Amelia le habia llamda la atencion desde que la vio en la puerta de la capilla el dia de la boda y su interes no habia dejado de crecer a medida que interactuaba con ella ... ¿Cómo había podido dejarse llevar?, se preguntó. Se conocia bien y aqui estaba-Pero bueno, todo esto es hipotético. Es decir Mary no está muy bien, pero túsi.-Tienes razón. El médico me ha dicho que viviré cien años, pero no sé para qué quiero vivir tanto sin ella, nosotros nos conocimos siendo unos adolescentes, ¿sabe? - Vincen sonrio mientras recordaba, Ryan vio como el rostro le cambiaba a medida que se sumergia en los recuerdos de su juventud- Mary, ella siempre ha sabido lo que queria en la vida, estudio y fundo su propia empresa luego la vendio. En fin, el caso es que Mary tiene su propio dinero. A su muerte pasará a unos fondos a beneficio de las chic
Ryan consulto la hora ydecidio pedir takeaway era la opcion mas facil, la comida de la cafeteria del hospital no etsaba mal pero sabia que Vincen, Amelia y el mismo necesitaban reponer fuerzas, aun no sabian el tiempo que Mary podia estar en cuidados intensivos. Volvio a comporbar sus mensajes Jeff aun no habia escrito, se acerco a Amelia para contarle- Amelia - Ryan se sento junto a ella para informale de lo que habia hecho- Pedi algo de comida en unos quince minutos deberian de estar entragandola.- Gracias Ryan- Aun no me las des- suspiro antes de continuar no sabia como se tomaria el hecho de que Vincen le contara sobre su pasado - Llame a Abigail por lo que me dijo los Adamos se mostraron interesados y tenemos muchas posibilidades de ganar la licitacion, asi que no te preocupes por el trabajo. Tambien estuve conversando con Vince, me conto lo de tu madre y que ellos te adoctaron legalmente, me conto que Rosa y tu son las beneficiadas en el testamento que han dejado.- Ah ya- Am
Amelia continuaba preocupada, sabia que este no era el mejor momento para sentir algo por Ryan. Especialmente porque estaban viviendo una farsa, sus instintos nunca le habian fallado debio de alejarse mientras pudo ahora eso era imposible. Ryan abrió la puerta de la suit del hotel que horas antes habia reservado a nombre de los Saggari y la sujetó para que pasaran Vincen y Amy. Entraron en un salón grande y cómodo en el que había dos puertas que debían dar a los dos dormitorios un espacioso salon que daba a unas grandes ventanas que mostraban un amplio balcon.-¿Cuál es nuestra habitación, Ryan?Amelia lo miro, el habia estado una hora antes para realizar los tramites formales. Vincen habia llamado a un viejo conocido y este habia dejado la mejor suit de su hotel para ellos.-La de la derecha. Las bolsas ya están dentro- le dijo mientras se desabrochaba los puños de la camisa y se las subia hasta los codos- las hice traer antes del hospital cuando vine a recoger las llaves. Tambien
Amelia DeLucas paso su mano por la ventanilla del taxi, llevaba más de diez horas de vuelo. No sabia que se le habia metido en la cabeza a su mejor amiga cuado decidio fugarse y casarse con su novio aquí en Las Vegas. Dios, Rosa solo había salido con Jefferson por menos de seis meses. Aun recordaba la llamada que le hizo para decirle que se casaba en unas horas y que esperaba que pudiera asistir y ser su dama de honor, el dolor de cabeza que había tenido desde ese momento comenzaba a tomar fuerza. Consulto la hora en su móvil, la medicación comenzaba a dejar de surtir efecto. Busco en su bolso de mano y tomo una tableta de comprimido y el pomo de agua. Le faltaba como veinte minutos para llegar a su destino tiempo suficiente para que el medicamento apaciguara el insipiente dolor que estaba comenzando a sentir. Ella solo podía rogar por llegar a tiempo y poder poner algo de sentido común en la cabeza de Rosa antes de que dijera el si quiero. Una boda así no era buena idea, si Rosa q
No tenía intención de discutir sobre Ryan. Ella y Rosa nunca se habían sentido atraídas por los mismos hombres. Y no estaba dispuesta a tener una discusión sobre cual de los dos hombres era más atractivo el futuro esposo de su amiga o el sexy padrino. Además tenía algo más importante de qué hablar. Se preguntaba cómo iba a lograr convencerla para que abandonara una idea tan precipitada. -¿Qué es esto? -preguntó sacando el ramillete. -Se supone que es para mí, pero déjalo, tenemos que hablar. Esto no está bien, y tú lo sabes. -Por supuesto que no, sólo mi abuela llevar las flores en la cintura. - mientras le lenzaba estas palabras con una mirada picara en los ojos A Rosa y le gustaba malinterpretarla a propósito, sabiendo que esto la sacaba a ella de sus casillas. -Rosa, cambies el tema sabes bien de lo que estoy hablando, la boda. Rosa continuó mirando las flores sin hacerle caso. Por fin alzó la vista y sonrió. -Ya lo tengo. Te lo sujetaré al pelo. Acércate al tocador
Amelia camino hacia el pequeño cuarto de baño que su amiga le habia indicado, para salir unos minutos mas tardes ajustandose los tirantes del vestido. Se quedo parada y miró a Rosa a los ojos. -Probablemente nos queremos más de lo que se quieren las hermanas se pueda querer, no deseo otra cosa más que tu felicidad. Pero también quiero a tu madre y eso tu lo sabes de sobra. Sé que piensas que ella haría lo que tú le pidieras, pero no tenía por qué recogerme cuando mi madre murió. No tenía por qué cuidarme y quererme, pero aun asi lo hizo porque es una bellísima persona y no puedo soportar pensar el daño que esto le va a causar. Por favor, no te cases hoy. Espera sólo un par de meses. ¿Qué pueden importarte un mes o dos más? -¿Por qué sigues intentando hacerme cambiar de opinión? Esto es lo que quiero. Es lo que quiere Jeff. Va a ser para siempre, pero quiero que ese siempre comience hoy. Por favor, Amy, deséame felicidad y sé mi madrina de boda como habíamos planeado desde niñas. T
Era comprensible, se dijo Ryan. Rosa estaba guapísima: alta, rubia. Hacían una buena pareja. Sin embargo, pensó, parecía cansada al lado de Amelia Justo en ese momento Amelia lo miró. Con el ceiío algo fruncido y el mentón desafiante, parecía que le echaba a él la culpa de algo. Se acercó a ella, mejor era firmar una treugua o tratar sus mejores amigos se casaban y ellos no debian de arruinarles su gran momento. -¿Qué? -preguntó -Eso era lo que iba a preguntar yo. -Estabas ahí contra la pared como si fueras un semáforo, pero no sé qué tratas de decir. -Sólo me preguntaba si todo estaba en orden. -Todo perfecto, no podría ser mejor. Estoy a punto de ver cómo mi mejor amiga se casa sin que estén sus padres presentes, que ni siquiera lo saben. No sabemos como reccionaran cuando se enteren, sali corriendo de mi casa, llame a una de mis colegas para que se hicieran cargo de mi trabajo y solicitaran un permiso para mi, tome un vuelo, luego tuve que esperar en la terminal por otro, ll
De pie junto a Rosa observó cómo la esposa del parroco se levantaba del órgano para dirigir la ceremonia entre cestos de flores. Parecía que lo iba a hacer todo ella sola pero al final junto al altar la estaba esperando un señor, con solo una mirada Amelia vio el amor que la pareja de ya avanzada edad se profesaba. Debía de haber estudiado en el mismo colegio para expertos eficientes que Ryan, ese ridículo pensamiento se instaló por un segundo en su mente, era evidente que eso resultaba imposible por la gran diferencia de edad. Si torcía la cabeza hacia la derecha lo vería, pero prefirió centrar su atención en la mujer del parroco y luego en el hombre que estaba por comenzar la ceremonia de su mejor amiga. Ryan tenía algo que la hacía sentirse incómoda. Ni en un millón de años reconocería que él podía llegar a llamar su atención tenía esa cualidad de ser mandón y ella tenía problemas con las personas así. Sobre todo cuando dejaba su mirada fija en ella con esos ojos negros. Parec