Leticia no podía creer que a Rayan le gustaran ese tipo de cosas. Al ser la segunda vez de ella en cuanto a tener sexo era claro que no estaba familiarizada con eso. No había estado interesada en las relaciones sexuales hasta que tuvo su primera vez con ese alfa y después... no se había sentido segura de probar con el mismo referente a masturbarse o tocarse. Tampoco era que pudiera con cierto Delta dando vueltas constantemente por su casa y por no decir cerca de su puerta
Pero Rayan...
Él parecía tan cómodo y familiarizado con ello. Un sentimiento amargo entonces la recorrió de recorrió de pronto.
-No voy a jugar los mismos juegos que has tenido con tus parejas sexuales anteriores- no supo en ese momento que eran los celos los que hablaban por ella pero el alfa si se dio cuenta y sonrió levemente.
-¿Celosa cachorra porque he tenido sexo con otras personas que no son tú?- a
Rayan era de aquellas personas que necesitaban de caricias, toques, besos, lamidas y acción para correrse y un poco más para sentirse satisfecho, por lo que nunca se imaginó que una simple imagen ocurriendo delante de él pudiera tener rallando en el orgasmo. Y uno bastante considerable. Porque sí, sus manos no estaban sobre él dándose caricias sino aguantando las rodillas para que no se cerraran de la chica acostado en su cama.Y mira que si era una imagen hermosa.Leticia tenía la boca abierta de donde salían gemidos y jadeos y la saliva se derrababa por el costado. Sus manos se aferraban a las sábanas por encima de su cabeza con tal fuerza que sus nudillos estaban blancos. Su piel perlada de sudor, su abdomen tenso y que temblaba ante las vibraciones dentro de ella.Pero lo más impresionante era lo que ocurría más abajo. Su abdomen tenso dado que el orgasmo que se formab
Podrían haber pasado 6 meses pero si había algo que Leticia aun recordaba bien era que Rayan no era para nada pequeño. Y eso se ratificaba como sentía que los músculos inferiores se estiraban ante la invasión del miembro del alfa. Su boca abierta apenas podía aspirar aire.Se estaba sintiendo tan llena y sabía que aún no estaba completo.-Dios, ¿por qué los alfas son tan grandes?--¿Te duele amor?-Al escuchar la voz grave de Rayan, Leticia se dio cuenta de lo que había dicho y se llevó la mano a la boca. Casi había cometido un error. Esperaba que el alfa no se diera cuenta y lo tomara mal o eso podría complicar las cosas. Debía cuidar su lengua.Negó con la cabeza la pregunta del alfa. No, no le dolía. Aunque lo ocultara su cuerpo seguía siendo el de una omega por lo que se adaptaba fácilmente a las dim
Rayan tuvo que aguantar las caderas de Leticia sobre las suyas mientras él temblaba. Una capa densa de sudor lo cubrió.-Estás loca baby- jadeó conteniendo el impulso de moverse hacia arriba. Se relamió los labios, sobre todo donde estaban sus colmillos que pinchaban.Leticia no le respondió. En cambio, le sonrió coqueta desde encima. Sus ojos están nublados y brillaban. Ahora lo que reinaba en ella era su instinto omega. Y este le dictaba que quería ser anudada por el alfa debajo de ella.-Lléname alfa- dijo con voz grave haciendo girar como pudo sus caderas.-¿En serio?- Rayan gruñó con un sonrojo en sus mejillas por la excitación- Esto es increíble.Y no se contuvo más. Podía estar cansado de las veces anteriores pero eso no le impidió volver a penetrar a la chica sobre él. Las manos de Leticia arañaban su a
A pesar de ser el último en dormirse Rayan fue el primero en abrir los ojos. Y dios que se sentía bien y satisfecho. Cansado solo un poco aun después de la intensa noche. Más bien, estaba tan lleno de felicidad que apenas si había podido dormir bien. Acaso era así como debía sentirse en una relaciónBueno… no era precisamente en una relación en la que estaban, él y su cachorra formalmente, pero las personas no tenían sexo así no más. Sin sentimientos de por medio ¿verdad?¿Leticia lo querría a él?Él se había confesado cuando estaban en el parque así que Leticia ya sabía que estaba enamorado de ella. Pero le gustaría saber que pensaba Leticia. No creía que fuera de los que se metiera en cama de cualquier sin sentir nada. Si incluso él era el que le había quitado la virginidad y mucho
Rayan había visto muchas cosas con sus parejas sexuales anteriores, desde sus cuerpos desnudos hasta las cosas más vergonzosas que pudiera imaginarse, pero encontrar el cuerpo de su actual pareja acostado en su cama, envuelto entre sus sábanas, abrazando su almohada y portando una camisa de él… fue más de lo que pudo soportar. La bandeja en sus manos se tambaleó y solo fue que reaccionó rápido antes de que esta se cayera al suelo derramando todo. No era que le importara mucho, era lo que estaba delante de él lo más interesante.Así que se acercó a la mesita de noche y dejó el desayuno antes de que terminara en el suelo y se arrodilló sobre la cama.Lentamente se inclinó y besó la parte interna de la rodilla de Leticia. La chica se removió boca abajo, pero siguió durmiendo plácidamente. Sus mejillas se veían mullidas contra s
-¿Me anudaste?- ante la afirmación del alfa una mueca de pánico recorrió su rostro- Pero te pedí que no lo hicieras- se soltó del agarre del alfa y de forma inestable se sentó en la cama. Su cadera no estaba en el mejor estado.-Baby, creo que hay que dejar la cosas claras- Rayan la copió- La que no dejó que me pusiera el condón nuevamente y me montó fuiste tú. Así es casi imposible que no te anudara. No me pongas como el malo de la historia-El labio inferior de Leticia tembló. No recordaba esa parte, o tal vez si, después del primer orgasmo todo era demasiado confuso, como si hubiera estado emborrachada pero no por alcohol, sino por las feromonas del alfa.-¿Qué voy a hacer? ¿Qué voy a hacer?- se llevó la uña a la boca y la mordió.Ante su estado Rayan la agarró de los hombros y la hizo mirarlo.
Leticia se imaginó que Rayan debía estar realmente feliz ese día porque no hacía nada para evitar soltar feromonas por todas partes. Incluso allí en la piscina, donde ella estaba acostada encima del cuerpo grande del alfa y ambos sobre una balsa inflable, simplemente flotando tranquilamente. Había feromonas por todas partes y muchas de ellas la envolvían posesivamente como para ella supiera con quién estaba.Si ella fuera otra loba alfa estaría asquead a hasta la médula dada la naturaleza que poseían, en cambio, se estaba deleitando con el dulce y potente olor del alfa, y si no fuera por el supresor estaba segura que estaría chorreando nuevamente, excitada y sin poder controlar sus sentimientos que en ese momento la invadían. Porque era una loba omega, y cuando su alfa estaba feliz, la omega también lo sería.Su alfa.La idea pasó por la cabeza d
Años atrás.Nadia Knigt, hija del multimillonario inmobiliario más rico de Irlanda en esos momentos. Con edad 19 años, estado civil soltera pero comprometido, género femenino, género secundario omega. Situación. Desaparecida.Un joven alfa Sheldon de 24 años dejó caer el documento delante de él sobre la mesa y revisó su celular. Aun nada. Ni un solo mensaje había recibido.En esos momentos se encontraba en Turquía. Como investigador secreto del gobierno no era como si pudiera quejarse de trabajar estando de viaje constantemente fuera de su país de residencia. Recibía buen dinero, aunque estaba reuniéndolo porque quería levantar, más adelante, su propio imperio que le diera la vida que siempre había querido. No quería estar debajo del ala del dinero de sus padres o bajo un jefe explotador.Pero ahora tenía que e