Nathan que fue el primero en entrar dijo:— ¡Ah caramba!, éstas tres mujeres reunidas y eso da miedo, ¿no estarán tramando alguna travesura? — Siempre hay cosas en que pensar, así que no los des ideas querido— dijo Charlotte con mucha picardía. Bueno nosotros sí hemos estado planeando alguna que otra travesura— dijo Nathaniel— queremos realizar un viaje, de hecho, es de negocios, pero en vista de que hay demasiados infantes, vamos a contratar a tres chicas para que nos acompañen, ¿que les parece? — ¡Me parece que usted señor Hastings está buscando lo que no se le ha perdido!— exclamó Charlie con un brillo en su mirada. — ¿Te vas a poner celosa amor mio? Tú sabes que eres la única en mi corazón, ésto será un asunto de negocios, ya tenemos a tres chicas espectaculares para que puedan acompañarnos, acabamos de contratarlas; ¿verdad mis amigos? A éste punto Emma y Rosemary se habían levantado de sus asientos mirando a sus esposos como pidiendo una explicación. — A mi no me gustan e
—Me imagino que usted habla así porque ha de tener experiencia en cuidar niños; ¿cuántos niños tuvo?— preguntó Mavis. — Nunca me he casado mi señora, es más hasta hace poco era alérgico a los niños, pero Jeremiah mi sobrino nieto,— dijo Joseph divertido— hizo que reconsiderara mi actitud hostil y ahora los tolero un poco más. De inmediato surgió entre ellos una cálida camaradería, y las conversaciones giraron en torno a niños y matrimonios fallidos. — ¡Usted sí que tiene cara de haber tenido una larga vida matrimonial, con un buen número de chicos!— dijo Joseph Craven. — ¡Oh no!— respondió ella, matrimonio cero, hijos dos, nunca me casé, a los diecinueve conocí a un granuja que me prometió villas y castillos, pero sólo me dejó dos niños, Rosemary y Peter, me han dado muchas alegrías, pero fácil no fué, pase bastante vicisitudes para criarlos, pero me salieron buenos. — ¿El padre de sus hijos, no se ocupó de ayudarle?— preguntó con cautela Joseph— disculpe por mi indiscreción. —
Los días pasaron pronto y todo estuvo dispuesto para el viaje de negocios de estos altos ejecutivos de la corporación Hastings, Joseph y Mavis pasaban muchas horas conversando, a ella le encantaba leer, él buscaba libros y luego compartían opiniones sobre lo leído, así se entretenían mientras se llegaba el momento de partir. Las esposas ya tenían todo dispuesto para ir dos días después, entre ellas la más nerviosa era Rosemary, muy pocas veces había salido a fiestas con su esposo, ella comentaba. — Yo no soy una mujer de fiestas y no se como comportarme— expresó así sus temores— quizás debí dejar que mi Gabriel si asistiera con una acompañante, ellas son chicas sofisticadas y saben cómo actuar. —¡ Por Dios santo Rose! — exclamó Emma— esas chicas sofisticadas que acompañan en eventos sociales, muchas veces son prostitutas vip, se contratan para eso, ¡Estás loca, si crees que voy a dejar a mi Chris en manos de esas mujeres! — Yo no creo que ellos sean capaces de acostarse con esas
Ellos tomaron la delantera y ellas iban detrás con cara de pocos amigos. Entramos en mi habitación— preguntó Nathan. — Sí—respondió Rosemary— aclaremos todo está situación en un solo lugar. Chris en es momento dijo:—¿No es mejor cada quien en su habitación? Emma lo fulminó con la mirada y respondió:— ¡No, porque los tres llegaron juntos y de seguro los tres planearon esta salida; así que los tres nos van a escuchar juntos! Gabriel de inmediato levantó la vista y dijo:— ¡Nosotros no hemos planeado nada, se los aseguramos! — ¡Ahí va el otro alcahueta a tapar huecos! — respondió Rosemary. Nathaniel miró a las tres mujeres listas para sacar sus garras y dijo:— ¡A ver, a ver! ¿Qué es lo que ustedes están pensando? ¡Qué andábamos de farra! — No, imagino que vas a decir que estaban trabajando y se les derramó el alcohol encima— respondió Charlie. — Ni una cosa ni la otra, ni la otra dijo Nathaniel— era un cóctel de bienvenido y sí se nos fue la mano con el alcohol, pero sólo div
Las sesiones de amor físico entre Charlotte y Nathaniel eran intensas, ellos se entregaban con alma mente y cuerpo a dar placer sin restricciones entre ellos, se amaban más allá de este mundo mortal y la felicidad de uno era complacer al otro y ver cómo disfrutaban de las caricias que se daban con todo lo que su corazón dictaba. Al día siguiente estaban listos para volver al nido y ver revolotear a sus "polluelos" como ellos cariñosamente los mencionan. Mavis y Joseph sin ninguna novedad que referir con respecto a los niños, ””todo bajo control”. Aunque sí hay algo que referir con respecto a ellos, por primera vez Joseph Craven se sentía atraído por una mujer, además de que Mavis tampoco le era indiferente el hombre. Cuando llegaron de la celebración de negocios, los tres matrimonios se sentían más seguros el uno del otro, estaban más fuertes los lazos de amor, esa tarde se reunieron a comentar sobre lo vívido y el primero en hablar fue Chris, el padre de Charlotte. — Me siento ba
Charlotte se encontraba con Austin Wilson con el que tenía más de seis meses saliendo, son novios, esa mañana había confirmado una sospecha que tenía y lo llamó para que se vieran esa tarde. — Qué bien Charlie— dijo él— también estaba a punto de llamarte porque necesito hablar contigo de algo muy importante. Así habían quedado, ella estaba ilusionada con lo que él le había dicho, de seguro le pediría matrimonio y por fin fijarían una fecha, debido a la noticia que ella tenía entre manos lo mejor era que fuese lo más pronto. Se esmeró en su arreglo personal, quería estar deslumbrante para su novio, cuándo empezaron a salir no estaba tan entusiasmada por tener una relación, el no le inspiraba confianza, además apenas había cumplido veinte años, pero poco a poco se fue encariñando con el hombre y se vio dándole el sí cuando le pidió que fueran novios. Pronto empezaron a tener intimidad física, era lo normal entre una pareja de enamorados como ellos, él tenía veintiocho años y ella e
— Interesante— dijo ella— soy Charlotte Lewis, pero eso no hace que yo confíe en tí. — Es cierto, disculpa mi falta de consideración, la verdad cuando te ví tan vulnerable, pensé en que quizás podamos ayudarnos mutuamente, también tengo un problema muy serio— dijo él. Ella permaneció callada a la espera de que él continuara, entonces él dijo:— No piensas preguntar, ¿cual es mi problema?— su voz era de decepciónCharlotte no se sentía animada a participar de la conversación con Nathaniel. — Es que no sé si pueda ayudar a alguien en éste momento— dijo ella— salí un momento para pensar, relajarme y tú solo me estás ocasionando estrés. Él habló con desesperación. — ¡Oye, no seas tan indolente! Tengo un problema muy serio; ¿¡y no te interesa escuchar!? — dijo él— te aseguro que puedes ayudarme, déjame contarte Charlotte. Ella rodó los ojos con fastidio y dijo:— Me imagino que no me dejarás en paz, así que soy todo oídos; ¿Cual es tu problema y cómo puedo ayudar? El hombre se re
La cena estuvo muy buena, era un hermoso restaurante, después llegaron a casa y en la pequeño sala de la casa, tenían ésta conversación; el padre de Charlotte aún no podía creer lo que éste hombre seguía asegurando y dijo:— Señor Hastings, como le dije antes, ya me habían hecho ese tipo de promesas, no tenemos propiedades, somos pobres, no tengo un centavo en mi cuenta. — A partir de mañana eso cambiará, sucede Christopher que tengo como ayudarte, no me llames señor, soy Nathaniel o Nathan, al final seremos familia, quiero pedirte disculpas, por las promesas que antes no te cumplieron,no te fallaré, lo prometo, quiero que se convenzan de que yo soy mejor que el Austin ese— dijo despectivo. — ¿Desde cuándo se conocen? — dijo Christopher, mirando a su hija. —Desde hace unas horas papá— dijo ella. — ¿Y por qué tenemos que creer que va a casarse contigo?— preguntó Christopher con interés.Nathaniel se acomodó en su asiento y respondió sin ninguna dificultad. — Resulta que tengo u