—¡ Lo se tío Joseph, pero es muy duro ésto, mi niño tan pequeño sometido a éste tipo de sufrimiento, no es justo!— se quejó Nathaniel— no se de donde salió ese loco, casi no dio tiempo de nada, yo hice todo lo posible pero no tengo idea de como fue alcanzado por ese proyectil.

— Ahora, concentra tu mente en ser un bastión indestructible para que Charlie se apoye en tí, se que no es fácil, pero acá estamos todos para que tú te apoyes en nosotros, estoy muy preocupado por mi muchacho, pero va a estar bien, mi corazón de tío necesita creer en éso, aférrate a lo positivo Nathan, no te dejes derrumbar— aconsejó Joseph Craven.

— ¡Gracias tío, es un alivio tenerte en éste momento a mi lado— dijo él.

— Siempre lo he estado, solo que no hacía acto de presencia, pero ya mis rencores quedaron atrás, ahora estoy acá y saldremos de ésta situación tan desesperante— dijo el tío con optimismo.

La espera fue larga, todos estaban con Charlotte esperando las noticias que trajeran los médicos, con un