¿Cuando comenzó?... En realidad no lo sé.Supongo que las cosas se fueron dando de esta manera y no hubo nada que yo pudiera hacer para evitarlo.Tampoco he podido hacer el esfuerzo de dejarlo, al final termino siendo tan vulnerable a este amor que simplemente no puedo hacerlo.Incluso me he preguntado, ¿a qué se debe está debilidad que tengo hacia él?, el porque vuelvo a caer en sus redes una y otra vez como una obsesión enfermiza de la cuál no puedo escapar, y por más de que intente poner distancia entre nosotros, a él solo le basta sonreírme para obtener lo que quiera de mí, porque aún yo me conformo con estos efímeros momentos que disfruto a su lado.Puedo parecer patética, pero cada vez que pronuncia mi nombre o susurra esas palabras sucias en mi oído mientras hacemos el amor, siento que soy especial para él y aunque sé que no soy la única en su vida; cuando estamos solos dentro de estás cuatro paredes, soy yo a la única que ama. Pero lamentablemente esa hermosa ilusión desaparece
Después de que me asignaran como asistente personal de Fernando, mi mente se nubló por completo, por eso al salir de la oficina del señor Salvatierra no sabía que hacer o adónde debía ir, entonces me limité a regresar a mi antiguo puesto de trabajo.Fui en dirección al ascensor en donde pulse el botón del primer piso pero cuando la puerta estaba a punto de cerrarse, alguien la detuvo._ ¿Estabas escapando de tu nuevo jefe?_ Fernando entró al ascensor con una sonrisa dibujada en sus labios.No podía comprender cuál era el motivo detrás de esa absurda condición que había puesto para aceptar la vicepresidencia. Él mejor que nadie sabe que lo más conveniente para ambos es mantenernos lo más alejados posible, entonces ¿Porque estaba haciendo todo lo contrario?_ Mi padre me pidió que te dijera que te espera a cenar está noche en su casa. Susana y yo también iremos._ Ya sabes que no iré. Inventa alguna escusa por mí._ Respondí sin mirarlo._ Te das cuenta que ahora eres mi asistente y por
Conduje durante una hora sin tener un destino claro, solo me límite a recorrer las calles de la ciudad mientras él estaba en completo silencio observando a través de la ventanilla.Cansada de dar vueltas, me detuve a un costado de la calle y luego me abracé del volante mientras observaba a la gente pasar. Fernando continuaba en silencio mirando hacia un punto fijo como si estuviera perdido en sus pensamientos, y entonces, comencé a reprocharme a mí misma por haber cometido la estupidez de involucrarme en sus asuntos.—¿A dónde vamos? Quieres regresar a tu casa? ¿O quieres que te lleve a un hotel? —le dije entre bostezos.—Llévame a tu casa... —murmuró sin mirarme—¿Por qué quieres ir allí?—No quiero regresar a casa y tampoco quiero ir a un hotel. Solo déjame pasar la noche en tu departamento.—De acuerdo —resongué.Sabía que no era una buena idea llevarlo conmigo, pero ya estaba cansada y no tenía ganas de seguir dando vueltas.Encendí el vehículo una vez más y conduje hasta el compl
Desperté por el sonido de la alarma que me indicaba que ya era hora de levantarme para ir a trabajar. Di vueltas sobre la cama como todas las mañanas y de pronto recordé lo que había sucedido horas antes, por eso estiré mis manos buscando su cuerpo, pero solo encontré las sábanas vacías.Destapé mi cabeza que estaba cubierta por las mantas y di una mirada alrededor con la esperanza de verlo en alguna parte de la habitación, pero él ya no estaba aquí.Lo primero que hice al levantarme fue darme una larga ducha de agua caliente y después me dispuse a preparar el desayuno.Estaba tan ensimismada en mis pensamientos mientras sostenía la taza de café en mis manos que cuando el teléfono sonó me llevé un gran susto derramando la bebida caliente sobre mi mano.—¡Carajo! —exclamé al quemarme.De inmediato abrí el grifo y metí la mano bajo el agua fría mientras que con la otra atendía el teléfono.—Diga.—Buen día, Rocio. Soy Carina, la secretaria de Fernando. Acabo de enviarte a tu correo los
Los días que siguieron, Fernando mantuvo una relación estrictamente laboral conmigo, solo se limitó a dirigirme la palabra por temas de trabajo, incluso delegó parte de mis tareas como asistente a Carina y debido a eso no tuvimos mucho contacto dentro de la oficina.Por un lado me sentía aliviada al saber que él estaba manteniendo la distancia dentro del ámbito laboral pero por otro lado extrañaba esa confianza que teníamos antes.Luego de aquel encuentro con Daniel, quedamos en salir a cenar el viernes por la noche, por eso ese mismo día terminé lo más rápido que pude todas mis tareas en el oficina, y por último me dirigí a mi departamento para cambiarme de ropa.Iba de camino al restaurante donde el me había citado cuando inesperadamente recibí una llamada de Fernando.—¿Qué ocurre? —le pregunté mientras me orillaba a un costado de la carretera.—En una hora te espero en el hotel al que fuimos aquella vez. ¿Aún recuerdas la dirección?.—Si lo recuerdo, pero no iré. Ya tengo planes p
A mitad de la noche desperté agitada debido a un mal sueño que tuve.No sabía cuántas horas había dormido pero por alguna razón me sentía incómoda y no pude volver a conciliar el sueño.Me levanté en medio de la oscuridad y me dirigí hacia la cocina en busca de un vaso con agua pero cuando pasé por la sala, no resistí la tentación de ver cómo estaba Fernando.Me acerqué silenciosamente y entonces pude constatar que dormía profundamente mientras su cabello cubría parte de sus ojos.Luego me senté a su lado mientras acariciaba su rostro con delicadeza para no despertarlo. Poco a poco fui deslizando mis manos por su cuerpo hasta bajar a su abdomen en donde delinee sus músculos con la punta de mis dedos.Fernando se ha vuelto un hombre muy apuesto y contrario a los demás, él se ve cada vez mejor con el transcurso de los años.Parte de su camiseta estaba levantada dejando ver sus marcados abdominales y entonces sin darme cuenta mordí mis labios al ver su piel bronceada bajo la tenue luz de
En cuanto abrí los ojos, noté un fuerte olor a quemado y entonces me asusté pensando que algo podría estar incendiándose ya que este edificio es tan viejo que las instalaciones eléctricas continuamente están fallando.Me di vuelta sobre la cama y al enredarme en las sábanas termine de espaldas sobre el piso pero me levanté de inmediato y me dirigí hacia la sala buscando la fuente de ese olor.Fernando no estaba en el baño, ni tampoco en la sala, por lo que supuse que se había marchado mientras yo dormía como lo hizo la última vez que estuvo aquí y justamente por eso no le dí demasiada importancia, solo seguí mí camino hacia la cocina de dónde al parecer provenía el humo.Abrí despacio la puerta debido a que escuché el sonido de un cubierto cayendo al piso y en ese momento ví a Fernando de espaldas, con sus manos apoyadas sobre la encimera de la cocina mientras negaba y maldecía por lo bajo.—¿Qué estás haciendo? —pregunté en voz alta logrando asustarlo.—¡Rocio! Yo de verdad, lo sient
Quizás estaba tomando una decisión precipitada al marcharme repentinamente, y soy consciente de que con ello puedo ocasionarle un gran daño a Fernando, pero también sé que es lo mejor para él.Cuando decidí llenar el vacío que sus padres habían dejado al marcharse, nunca imaginé que con el tiempo él se volvería tan dependiente de mi, como yo de él. Lo que tenemos no es sano y ya que él no está dispuesto a terminar con esta absurda relación, seré yo quien lo haga.Para la hora del almuerzo le pedí a Daniel que nos encontráramos en un restaurante cercano a la compañía.El no tardó en llegar al lugar es como si estaba esperando mí llamada, espero que esto no termine en confucion y luego de pedir el menú, ambos conversamos seriamente._ ¿Porque decidiste irte de repente? Ayer estabas reacia a la idea de abandonar a Fernando. ¿Que fue lo que ocurrió para que cambiarás de idea?_Me quedé en silencio por un momento pero después me di cuenta que no puedo tener secretos con el ya que es el úni