—¡Todos de pie para escuchar el veredicto de la Honorable Jueza Adams! —vociferó su asistente y nadie en aquella sala se atrevió a quedarse sentado, excepto Sandor, que la miraba con odio desde su banquillo porque ya podía imaginar cuál sería el resultado.

Mar, sin embargo, apretó al mano de Alan, con el corazón desbocado mientras aquellas palabras salían de la boca de la jueza.

—En el caso N°3YSL6S4RTUC7JQN, Guerrero Vs. Dragonov, este tribunal otorga la custodia del menor Michael Dragonov, de forma única, exclusiva y sin derecho a apelación... a su madre, Mar Guerrero —sentenció golpeando la madera con su mazo—. ¡De la misma manera, este tribunal separa al señor Sandor Dragonov de sus derechos parentales, retirándole definitivamente la Patria Potestad sobre el menor e imponiendo una orden de restricción de trescientos cincuenta metros alrededor de la ubicación de la madre o su hijo! ¡Esta corte ha dictado sentencia! ¡Se levanta la sesión!

Todos los que se encontraban en aquella sala